Critica de cine: El discurso del Rey

El primer discurso navideño que merece la pena escuchar
 


Nota: 8'5

Lo mejor: los dos protagonistas. Personajes e intérpretes.
Lo peor: no escuchar el famoso discurso en versión original.

Estamos en plena época de premios y con las nominaciones a los Globos aún calentitas nos sobran las polémicas: desde la ausencia en mejor drama sin explicación alguna de la mejor serie de este año, Breaking Bad, hasta la categoría comedia/musical al completo, que ha sido de traca. Por no hablar de la doble nominación (a cada cual más inmerecida) del muso de Tim Burton o la ausencia de Perdidos en todas las categorías. Pero ahora yo quiero reivindicar desde aquí otra decisión, tal vez no polémica (porque se merece estar en una categoría a mejor película del año) pero si bastante errónea, y es la nominación de El Discurso del Rey a mejor película de drama.

Que os quede claro, El Discurso del Rey no es un drama. No es una comedia al uso, no te partes de risa, pero tampoco es dramática. Su agobiante escena inicial y los fantasmas del protagonista añaden tintes dramáticos, pero al finalizar es complicado que no salgas del cine con una sonrisa que te durará varios días. Se trata de una de esas cintas que nos hace replantearnos la clasificación por géneros que hacen al otro lado del charco, ya que parece que si las carcajadas no son constantes no podemos hablar de comedia (The Tourist, siguiendo esa norma, debe ser un musical). Pero polémicas aparte, de lo que no cabe duda es de que estamos ante uno de los peliculones del año.


La cinta de Tom Hooper (The Damned United) nos cuenta la historia real de los años previos al reinado de Jorge  VI (Colin Firth) de Inglaterra, un hombre que no debía haber reinado (su hermano abdicó) y que tenía un serio problema de tartamudez. Después de haberlo intentado todo para vencer su tara, contrata como última opción a un extraño logopeda llamado Lionel Logue (Geoffrey Rush, al que habría que preguntar si también está especializado en gangosos).

A partir de ahí comienza una película "profesor-alumno", siguiendo el esquema visto una y mil veces en cintas como El Indomable Will Hunting o Descubriendo a Forrester. Por suerte la historia no resulta manida y tópica y funciona estupendamente gracias a que Rush y Firth están en estado de gracia en todo momento, siguiendo un guión genial que parece hecho a su medida (en especial a la de Rush).

Geofrey Rush da otra clase de interpretación.

Colin Firth parece llamado a recibir el Oscar este año (a falta de ver 127 horas), al igual que Geoffrey Rush el de actor de reparto. Helena Bonham Carter está sorprendentemente bien como esposa del principe, y la dirección de Tom Hopper, aunque clásica, siempre mantiene un ritmo ágil, que no decae y hace que las casi dos horas de metraje se te pasen en un suspiro. A esto habría que añadirle una puesta en escena cuidadísima, que aunque se basa en interiores (y no es que haya muchos decorados), si cuida marcar la diferencia entre la vida de ambos, entre lo sobrecargado de los palacios y mansiones por las que se mueve Bertie y la pobreza de entreguerras, gris y sucia de la zona baja de Londres por la que se mueve Lionel.

Tal vez, si de algo peca la cinta y podría alejarla de los principales premios es de un exceso de clasicismo. Ya pasó algo parecido con Invictus, un drama clásico que aunque era una gran cinta no se llevo nada por, precisamente, pretender ser un clásico (en su critica ya lo comentó Pablo). En este caso nos encontramos ante algo parecido, la cinta de Tom Hopper no va a redescubrirnos un modo de hacer cine. No inventa nada ni hace carambolas para contar su historia, sigue un esquema tremendamente clásico de planos pensados, y un ritmo que, aunque ágil, no es el torbellino de velocidad que es (por poner un ejemplo de este año) La Red Social. De hecho, es que la historia se presta a eso, la ambientación, el guión y los personajes piden un clasicismo y una sobriedad que está bien dada, pero entiendo que en pleno siglo XXI a muchos eso os haga restarle puntos.


Por lo demás no puedo ponerle ninguna pega a  El Discurso del Rey, que cumple promesas y es todo lo que nos han dicho de ella: grandes actores en grandes interpretaciones acompañados de secundarios de lujo (como Michael Gambon y, en menor medida, Guy Pearce), todo ello con una dirección tremendamente eficaz y un guión que, aunque la premisa no invite a pensarlo, es bastante ágil. Una de las películas del año, tremendamente positiva y buenrollista. 

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7 COMENTARIOS:

Pablo de los Rios dijo...

Fíjate que pensaba que se iba a quedar en un coñazo con tufo a Oscar. Corriendo al cine!

Pat Consigliere dijo...

Acabo de venir de verla. Me ha gustado bastante. Buena crítica. Cierto es el tema del clasicismo que comentas, pero la idea en la que se basa el film me parece cojonuda y el guión está bien. Además los planos, aunque como dices no muestran nada nuevo, están muy bien hechos, con esos encuadres descentrados mostrando más entorno que protagonista. El final me ha parecido demasiado convencional quizás, es lo único que cambiaría de la peli. El resto me ha molado.

Pat Consigliere dijo...

Y sí, Firth y Rush increíbles por cierto. Y otro detalle de Tom Hooper mostrar la importancia del discurso con las imágenes de Hitler...Que parece un asunto banal. Mención también a Timothy Spall como Churchill, estaba muy gracioso.
Buena apreciación lo del género también, no había caído en ello, tiene tintes dramáticos sí, pero tanto como para catalogarla en ese nivel...

Julen Alonso dijo...

Se me están acumulando pelis pendientes pr joder el cine esta muy caro!!!!, por cierto q opinais de la miradira de Geafry rush del poster???

Pablo de los Rios dijo...

A mi me pone todo berraco julen, no sé a tí.

Anónimo dijo...

me parece una película que no merece ningún premio, es lenta y predecible con argumento pobre, así como un sueño imposible ganadora del año anterior, es por eso que los oscar últimamente valen mierd.....

Pablo de los Rios dijo...

es simpática y tal, pero aparte de Firth, yo tampoco la veo de Oscar.

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