Los directores más poderosos de Hollywood firman un acuerdo secreto para salvaguardar el celuloide

Tarantino, Christopher Nolan o J.J. Abrams, los custodios del formato analógico

Algo está pasando en las entrañas de Hollywood. Como si de una coalición de modernos templarios se tratara, los realizadores más prestigiosos del panorama cinematográfico estadounidense se han reunido en secreto -hasta hoy-, para llegar a un acuerdo con el fin de que la Kodak siga produciendo en película.

Continúa, tras el salto.

A través de dicho contrato, los estudios se comprometerían a comprar anualmente una cantidad determinada de celuloide por año.

El copresidente de The Weinstein Co, Bob Weinstein, ha declarado al respecto que "implica cierto grado de compromiso económico. De eso no hay duda, pero si no lo hacemos, no creo que fuéramos capaces de mirar a la cara a algunos de nuestros directores".

Este acuerdo no viene nada mal, ya que las ventas de Eastman-Kodak han caído un 96% durante estos últimos años y el objetivo sería mantener una producción mínima al año de películas partiendo de la idea de que "tanto el digital como el celuloide son opciones válidas", explica el productor Judd Apatow (Superfumados, Virgen a los 40) "pero sería una tragedia que los directores carecieran de la oportunidad de rodar en película, porque existe una magia en el grano cinematográfico y en la calidad de color" que en digital no existe.

Entre los cineastas que ahora mismo se encuentran rodando en analógico, comprometidos con la causa, son el propio Apatow, que se halla filmando Trainwreck, o Abrams, que anda inmerso en la realización de Star Wars VII, con la idea de dar solución al "declive sin precedentes en el uso del celuloide", de ahí que se haya llegado a una unión de influyentes personalidades del mundillo. 

Recordad que Kodak está sufriendo una conversión al digital tras caer en bancarrota hace tiempo y que no se espera que el acuerdo, cuyos detalles se desconocen, aborde unas cantidades económicas demasiado altas, teniendo en cuenta que el porcentaje de los beneficios que aportará su producción en película podría alcanzar sólo el 10%, pero lo que se pretende realmente evitar con estas medidas es, además de la conservación del formato clásico, el cierre de una casa con mucha historia en la industria cinematográfica.

/Vía WSJ

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