Crítica de cine: 'El Hobbit: La Desolación de Smaug'

Había una vez un dragón con motivos para estar desolado


Nota: 6,5

Lo mejor: la escena de los barriles y la aparición de Smaug.
Lo peor: que el debate sobre la adaptación de El Hobbit en una trilogía está más justificado que nunca. Y Lee Pace como Thranduil.

Después de que la decisión de trasladar un libro sustancialmente más reducido que cualquier volumen de El Señor de los Anillos al mismo número de películas y con una duración similar levantara ampollas, ahora estamos ante la prueba de fuego definitiva que justifica el debate por encima de la visión del oscarizado Peter Jackson. De hecho, el propio realizador y guionista ha confesado que es en La Desolación de Smaug y en la venidera There and Back Again donde se concentra la mayor parte del material extendido o directamente inventado para la ocasión, aunque, una vez vista esta segunda entrega, tampoco le hacía falta avisarlo. Y es que romances élficos, meriendas enanas y orcos ninja a un lado, en La Desolación de Smaug cada  escena dura más de lo necesario, lo que se convierte en toda una delicia cuando la secuencia en cuestión funciona, pero también en una tortura en el caso contrario.

El Hobbit: La Desolación de Smaug es, en resumidas cuentas, un viaje de dos horas y 40 minutos para abrir una puerta, con un camino muy vistoso y llamativo pero más prescindible de lo que nos gustaría. Los personajes asesinan orcos de todos los colores y formas posibles, pero no evolucionan, sólo se mueven, huyen y luchan, sin que las constantes desventuras supongan ninguna fisura en sus personalidades. Thorin (Richard Armitage), el que ya fuera uno de los mejores personajes de su predecesora, es el único de la compañía que muestra un paso al lado oscuro gracias a su obsesión por conseguir La Piedra del Arca, en lo que es una reminiscencia a la perversa seducción del Anillo Único en la trilogía original, aunque lo hace de forma demasiado brusca, nada más llegar a la famosa montaña, como si no hubiera gozado antes de varias horas para desarrollarse.


No es sólo que Peter Jackson (con cameo en Bree, el mismo lugar donde hizo su aparición en La Comunidad del Anillo) haya optado por estirar cada parte del filme de una forma antinatural y tediosa, sino que encima da la sensación de que la criba de los pasajes del libro, el proceso de selección de fragmentos a adaptar o a excluir, ha sido mucho más caprichoso que en los cuatro títulos precedentes. No se entiende de otra forma que se desaproveche así a un personaje con tanta miga narrativa y visual como Beorn (Miakel Persbrandt), el ‘cambiapieles’ con aliento de oso y más cejas que Scorsese, de la misma forma que cuesta explicar la ausencia de material referente a los Elfos de los Bosques cuando su protagonismo se ha visto incrementado con los que sin duda son los dos elementos que más críticas van a recibir de la secuela: el regreso de Légolas y la inclusión de la elfa inventada Tauriel.

En cada escena protagonizada por la pareja de apolíneos elfos os preguntaréis por qué Jackson ha optado por incrustar un relleno tan descarado y gratuito, marcándose un amago de relación “romeojulietera” entre ambos y sazonando su dinámica con un triángulo amoroso junto a uno de los enanos, Kili (Aidan Turner), sin cuajar en ningún momento. Por supuesto, esas dudas os asolarán hasta que les veáis en acción, ya que el rubio interpretado por Orlando Bloom regresa tan en forma como le recordábamos, con una compañera que no tiene nada que envidiarle arco en ristre (interpretada por Evangeline Lilly, de Perdidos), y juntos aportan ese plus a las escenas de acción tan necesario para que esta desolación se haga lo más llevadera posible. A nivel narrativo, algo mejor funcionan los fragmentos protagonizados por el Gobernador de Ciudad del Lago (Stephen Fry) y uno de sus súbditos más rebeldes, Bardo (Luke Evans, visto en las sagas A Todo Gas y Furia de Titanes), que ejercen de respectivos antagonistas en una subtrama libertaria que se perfila crucial para la siguiente película.

En el lado positivo nos encontramos con que esa necesidad de estirar el chicle a toda costa también se traslada al aspecto más espectacular de la película. Así, Jackson concentra su obsesión por el detalle y la planificación en un par de escenas que se ven hasta beneficiadas por una duración anormal, como son la huida en barriles y la aparición del dragón Smaug, únicos momentos de esta secuela donde se aprecia la magia del realizador que nos regaló la primera cena enana o el encuentro con los trolls en Un Viaje Inesperado (crítica aquí). La secuencia con la que se gana Bilbo (estupendo Martin Freeman) el título de “Jinete del Barril” no tiene nada que envidiarle en coordinación a la que nos mostraba la batalla del Abismo de Helm en Las Dos Torres, salvando las distancias, y se postula como la mejor escena de acción de lo que llevamos de trilogía; de la misma forma que la irrupción del dragón, mostrando finalmente su imponente porte al completo, enciende el interés como en su día lo hiciera la primera aparición de Gollum, reforzada a buen seguro por un trabajo vocal de Benedict Cumberbatch (StarTrek en la Oscuridad, Sherlock) que en nuestro país nos quedaremos sin disfrutar.


Por lo menos, esta vez tienen la decencia de enseñarnos a dónde va Gandalf (Ian McKellen) en sus escapadas sibilinas del grupo, por mucho que su habilidad para desplazarse más rápido que sus colegas ya escueza un poco. Concretamente, en La Desolación de Smaug protagoniza una subtrama que pretende servir como nexo con la trilogía original, consistente en sus investigaciones sobre el ejército de cocción lenta que está armando Sauron para su regreso. Dicho segmento, sin molestar del todo aunque evidenciando una vez más esa filosofía proclive al estiramiento, también nos regala el momento más surrealista de la por ahora “pentalogía” gracias a un epiléptico cameo del gran ojo, aderezado por una especie de ondas vitales –o kames- que se marca el mago de la barba gris, al que no vemos fumar "hierba de los medianos" en los momentos previos.

Por si fuera poco, La Desolación de Smaug hace gala especialmente del “síndrome del nudo”, resultado de venir precedida de otra película –mejor- y de depender igualmente de otro título para conseguir una resolución satisfactoria. Dicha sensación se ve acrecentada por una escena de corte demasiado abrupta para lo que nos tiene acostumbrados el cineasta, como si una saga ya consagrada necesitara de burdos cliffhangers para mantener expectante a la audiencia durante un año, y levantando aún más suspicacias sobre el relleno que nos vamos a encontrar en There and Back Again, dada la poca cantidad de hojas de El Hobbit que les quedan por mostrarnos. Así, sólo hay un gran ‘pero’ que se le puede poner a La Desolación de Smaug, tan certero como para que estemos sin duda alguna ante la peor de todas las aventuras ambientadas en La Tierra Media, y que está relacionado estrechamente con su mera existencia como punto intermedio de un viaje que nunca debería haber sido tan largo.

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10 COMENTARIOS:

Isildur dijo...

Para nada de acuerdo con la crítica. Es mejor película que la primera en cuanto al ritmo, tensión dramática y los nuevos personajes que en mi opinión aportan (una espléndida Tauriel). A mi sí me gustó la trama "inventada" en Dol Guldur, si bien es un poco Dragon Ball la representación de quien ya sabemos es escalofriante. Por no hablar de esa maravilla de Smaug. Recomiendo verla en HD 48fps, una experiencia nueva visualmente.

Hall9000 dijo...

A mi me ha parecido hasta mala. Parece un trialer de tres horas para una pelicula que se estrena dentro de un año. Por decir algo bueno tampoco me ha molestado Tauriel como para que se la considere el Jar Jar del universo Tolkien/Jackson. Es tan sosa como los demas. Ni más ni menos. Y lo digo siendo fan de ESDLA como el que más.

peteboy dijo...

Para mi la peli empieza bastante bien (aunque si que se podría haber sacado mucho más provecho a Beorn) y se mantiene muy bien hasta que salen de la ciudad de los elfos. Hasta ahí todo lo relacionado con Légolas y Tauriel me parece que esta muy bien, pero deberían haberse quedado ahí. Que Bardo sea un contrabandista está bien pero la parte en la ciudad se alarga de más. Y la parte final... Smaug es impresionante y la escena con Bilbo es genial, pero la escena de acción en la que fabrican un enano de oro en cinco minutos es un "what the fuck?" de puta madre. A parte de que te la cortan constantemente con Légolas matando orcos en la ciudad (casi lo único que hace en toda la película), Tauriel curando al enano (el conjuro que dice en elfico es de coña) y con lo de Gandalf. De esto último no se que pensar. Para mi todo lo que tiene que ver con Sauron son interrupciones que me sobran (en la primera también). Espero que en la tercera haga que tengan algo de sentido y que no acaben siendo puro relleno para "enlazarla con el señor de los anillos". Y también me parece bastante vergonzoso que dejen TAN evidente que va a pasar con Smaug en la siguiente película. A mi me da igual porque leí el libro, pero a cualquiera que no lo haya leído no le hace falta esperar un año para saber que va a pasar.

Y en relación a lo de Gandal se me ocurrió que en vez de hacer tres películas del hobbit, a lo mejor podrían haber hecho una de Gandalf por un lado y otra (o dos) de El Hobbit, en las que el protagonista sea El Hobbit y no un coprotagonista.

Ver está peli me a decepcionado un poco, ha hecho que me guste menos la primera parte, y me ha asegurado que la trilogía, sí o sí, está a un nivel muy inferior a la anterior.

Alexandra dijo...

Totalmente de acuerdo con la critica y con el comentario de Peteboy. A mi me ha gustado lo de la superflecha que la usa Bardo para colgar la cortina. Sin duda la peor de todas, pero curiosamente las escenas que comenta Pablo de los barriles y el dragón superan con creces cualquier escena de la primera parte..No recuerdo si lo habían hecho antes pero lo de Sauron-Ojo-Figura ha molao, aunque le sobraban tres tripis a esa escena...Y de Gandalf que decir...parecía el exorcista bendiciendo Dol Guldur. 6 y medio suficiente, siendo fan de la saga que no parase de mirar el reloj algo pasa

Anónimo dijo...

Para mi bastante floja, aburrida. cansina, con poca accion..y en algunos momentos absurda (con lo relacionado con el amor)..lo unico interesante es el pasaje de los toneles, que esta muy bien construida. Lo del dragon no me parece nada del otro mundo. Y el final..ufff...ni te cuento. Esta trilogia ( a falta del ultimo film) esta a años luz de la trilogia del señor de los anillos.

Anónimo dijo...

Lleváis una temporada de criticas malas, en mi opinión no es tan mala. Vale que sobra un poco el triangulo amoroso Legolas-Tauriel-Kili y que se podría haber cogido la trama de Beorn por otro lado (supongo que en la ver. extendida habrá mas metraje de esto), pero por dios, es una película de TRANSITO, de como llegar del punto A al punto B, qué os esperabais?

No me ha parecido para nada cansina y por fin hemos visto a Gandalf ejerciendo de mago, que es lo que es.

Unknown dijo...

Decepcionante! Viendo la pelicula uno no sabe si esta visualizando una obra de Tolkien o de Disney, demasiadas florituras y fantasias de los protagonistas que hacen previsible el resultado final de sus acciones. En momentos parecian super heroes, mas propios de una pelicula de Marvel. En ocasiones se hace hasta cansina, alargando escenas absurdas. En cuanto al papel de Legolas, me desconcierta ver a un elfo celoso por el amor imcomprensible de una silvana hacia un enano...
Que nadie espere algo similar a la trilogia del señor de los anillos, dado que cualquier comparación es un insulto al sentido común. De todos modos esta es mi opinión, y para gustos los colores!

Anónimo dijo...

Podría aprovechar peter y meterse a guionista de la 5 y siguientes de juego de tronos porque también se lo van a tener que inventar casi todo

Miguelllllll dijo...

peteboy: Pues que lo van a matar coño, que lo van a matar, y se morirá alguien por el camino me imagino... No he leído el libro pero tampoco me hace falta pensar tanto para saber lo que pasará...

La primera parte del film es cojonuda, y destaco la secuencia de los barriles. Imperdible y fantástico este momento.

El preludio al desenlace no me ha convencido. Se denota un bajón bestial, no tanto como para aburrir, pero existe un altibajo importante.

Y el final, impresionante. La verdad que me volví a sentir como cuando vi por primera vez la trilogía anterior. No se me ha alargado para nada (aunque la película es larga) y "Smaug" impresiona bastante.

Y en estructura narrativa es muy similar a 'Las Dos Torres' como creo que será la tercera con tanta batalla a 'El Retorno del Rey'.

8/10.

Tximinoman dijo...

Jajajajaja un 6'5, Pablo, eres un puto cachondo mental.

Está película es mierda de la peor. Tiene dos escenas que molan (los barriles y el final) y paja. Mucha paja.

Un 4 siendo generoso. Y ya.

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