Crítica de TV: 'Ray Donovan' (piloto)

"¿La bolsa o el bate?"



Nota: 8 

¿Os imagináis una serie protagonizada por el señor Lobo (Harvey Keitel) de Pulp Fiction? Pues eso es fundamentalmente lo que nos ofrece Showtime en la serie que ha elegido para acompañar los domingos a la última -y poco prometedora- temporada de Dexter, Ray Donovan; la historia sobre un "solucionador" de problemas de las altas esferas de Hollywood con el rostro de ese intérprete cinematográfico de indiscutible calidad llamado Liev Schreiber (El Mensajero del Miedo, Resistencia). Pero más allá de su jugosa premisa, llena de posibilidades y con hueco también para el drama familiar, el verdadero aliciente de la propuesta radica en un elemento tan clarificador como es el tono, definido y pulido como pocas veces se ha visto en un piloto y en el que se aprecian con relativa facilidad referentes como Los Soprano, Uno de los Nuestros o la obra de Tarantino, hasta desembocar en un relato mafioso con pinceladas de humor negro que lo tiene todo para convencer a los fans de género.


Si la nueva serie de Ann Biderman (Shoutland) se ha convertido en el estreno más exitoso de la cadena Showtime, es porque estamos ante un producto pensado al milímetro y que posee la combinación perfecta de elementos conocidos, como el mafioso italoamericano, misógino y racista, y también de otros nuevos o menos explotados como son la existencia de "solucionadores" de problemas para los ricos y famosos con empresas completamente organizadas para tal fin. Entre esos dos mundos, los lóbregos clubs y gimnasios ubicados en sótanos y los restaurantes y hoteles más lujosos de California; entre las elegantes melodías de alguna diva de los años 50 y el rap más cañero del cantante de moda, se mueve el personaje principal como un tiburón imperturbable, intentando aprovecharse de la decadencia de los poderosos.

Ya sea deshaciéndose de cadáveres, ocultando los rastros del encuentro del Channing Tatum de turno con una prostituta travestí o ahuyentando a un acosador de ex estrellas Disney, el trabajo diario del protagonista da para cientos de gags, como el de la bolsa y el bate o el del actor que pregunta confundido si ha sido él quien ha matado a la chica. Además de ese potencial infinito para una mirada a la comedia negra que haría las delicias de los hermanos Coen, la particular profesión de este "solucionador" profesional promete ofrecernos también altas dosis de adrenalina a pesar de que este piloto haya estado más centrado en la descripción que en la acción, como era de esperar. 

Y luego está John Voight, la guinda que faltaba para rematar este inmejorable pastel en el que probablemente sea su papel más lucido en décadas. Una apertura de serie dedicada a la salida de la cárcel de su personaje ya nos deja intuir la importancia crucial del rol en la trama a pesar de que sus apariciones en el piloto, aunque siempre divertidas y potentes, sean escasas. El padre de Angelina Jolie encarna aquí al progenitor de los Donovan, Mickey, que inspira tanto temor y pereza al protagonista como el invierno entre los habitantes de Westeros. "Dad is coming" no deja de repetir Ray durante todo el episodio mientras va ofreciendo pequeños retazos de la tortuosa historia común que comparte con su progenitor y en la que, quizás víctimas del poder de persuasión del patriarca, aún no tenemos claro quién se la jugó a quién.


Otro aspecto en el que la serie parte con ventaja frente a los baremos habituales es en su espléndido reparto de secundarios liderados por el veterano Elliot Gould, que encarna al padrino senil de la familia a la que pertenece Ray. Mención especial merece un Eddie Marssan (Redención, Jack el Caza Gigantes) como el hermano con Parkinson del protagonista, antiguo boxeador caído en desgracia y ejemplo viviente del legado de Mick; mientras que Paula Patton (Deadwood, Caprica) nos da otra clase de versatilidad y saber estar en un segundo plano como la sufrida señora Donovan, un personaje mucho más comprensivo que, por ejemplo, Carmela Soprano o Skyler White. 

Si podemos calificar al capítulo debut de Ray Donovan como un éxito rotundo es, conforme hemos apuntado anteriormente, gracias al tono complejo y dinámico que ha logrado crear su guionista Ann Biderman, tan potente como para prescindir del habitual realizador cinematográfico de moda en los primeros episodios de las nuevas series y contar con la experiencia de Allen Coulter, un veterano televisivo curtido en joyas como Roma, Boardwalk Empire o Los Soprano y responsable también de ese peliculón llamado Hollywoodland. De hecho, nos encontramos ante un producto tan equilibrado que incluso su aspecto procedimental encaja a las mil maravillas con el drama familiar con el que amenaza el personaje de Voight haciendo aún más complicado definir un único género para su argumento. De lo que no hay duda es de que como el resto de las 12 entregas de las que se compondrá esta primera temporada estén a la altura del estreno, junto al Doctor Lecter y a la familia Jennings, Ray Donovan podría ser uno de los primeros nombres propios de la nueva época dorada de las series que tanta falta nos hace.

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4 COMENTARIOS:

@txismo dijo...

Es el estreno que más ganas tenía junto con Low Winter Sun, y la verdad que me ha encantado, de hecho ha sobrepasado mis expectativas.

Fry dijo...

Tiene buena pinta, muy buena pinta.

PD: Se echa de menos al 'Pero, ¡Qué Coño! de la Semana'

Nyarlathotep dijo...

Suena interesante, aunque no se si fiarme de quien dice que la última temporada de Dexter es poco prometedora.

Anónimo dijo...

Definitivamente una nueva gran propuesta de HBO, la serie Ray Donovan me encanta porque tiene algo muy diferente a todas las series de crimenes y misterio que hemos visto.

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