En The Numbers Station John Cusack encarna a un agente de la CIA en horas bajas que está especializado en operaciones secretas. Tras pifiarla en su último trabajo, recibe una tarea tan sencilla en apariencia como es custodiar a una civil encargada de retransmitir mensajes en clave que, como toda persona que se pasa el día sentada frente a una pantalla descifrando códigos, tiene la apariencia de Malin Akerman (Contrarreloj, Rock of Ages).
En principio no sería descabellado afirmar que estamos ante el tipo de película que podría protagonizar tranquilamente el Nicolas Cage de nuestros días, pero a esta cinta, dirigida por el danés Kasper Barfoed (Kandidaten), vamos a concederle el beneficio de la duda gracias a su particular punto de partida, bien explotado al inicio del avance, en relación a las famosas retransmisiones numéricas que flotan entre frecuencias desde hace más de 70 años y cuyo origen es tan desconocido como su finalidad. Por supuesto, los siempre entretenidos amantes de las consparanoias afirman que la mayoría de los mensajes son órdenes en clave de los distintos gobiernos a sus agentes en la sombra. Ése es el punto de partida de The Numbers Station.
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