Crítica de TV: Continuum 1x01 Piloto

Un futuro prometedor para un digno presente


Nota: 6

Del país de los castores y Robin Sherbasky, Canadá, nos llega una apuesta sci-fi que tras dos emisiones -con record para el canal Showcase- ya está dividiendo a la audiencia a lo largo y ancho de la red. Mientras que algunos alaban una factura que nada tiene que envidiar a las producciones del territorio vecino, otros no han dudado en cargar sin miramientos contra una historia a la que acusan de endeble y poco novedosa. Puede que Continuum no se erija desde su piloto como la serie definitiva sobre viajes en el tiempo que todos pedíamos a gritos tras intentos sin cuajar como Journeyman -que tenía su aquel- o la nefasta Terra Nova, pero desde luego ofrece el potencial suficiente como para llegar a serlo en algún momento de su andadura. De momento, lo que está asegurado es el entretenimiento más directo acompañando a la policía del futuro Kiera durante su particular cacería en 2012.

El análisis del piloto de Continuum, tras el salto.


La Teoría del Continuo es una hipótesis científica que enmarca al espacio y al tiempo dentro de una misma realidad en lugar de concebirlos como entidades separadas. Como véis, una elección bastante adecuada para una serie que ofrece la tan jugosa premisa de los viajes en el tiempo como principal atractivo. Pero "continuum" también es el nombre de un concepto psicológico que hace referencia a la capacidad evolutiva y de "adaptación por necesidad" de la que hace gala el ser humano desde su más tierna infancia (gracias, Google), y por desgracia, esta segunda definición es la que terminaremos asociando a esta prometedora propuesta por culpa de su tibio comienzo. 


Continuum se nos ha presentado con unas líneas demasiado básicas de su argumento, fácilmente resumible en la premisa de una policía del año 2077 (Rachel Nichols, vista en el remake de Conan protagonizado por Khal Drogo y en Mentes Criminales) que viaja accidentalmente al actual 2012 mientras persigue a unos terroristas. Este primer episodio se ha quedado en el título de la serie a la hora de dar algún tipo de explicación al fenómeno detonante de la historia. En cambio, nos han mostrado una sociedad futura dominada por las corporaciones. Un mundo distópico en el que un grupo clandestino se sirve del terrorismo para reclamar la libertad del pueblo. Más que "un mundo", se trata de "un tiempo", 2077, que tardaremos en volver a ver en todo su esplendor. Pero no sólo en esa ambientación se les ha ido el tiempo de la premiere a los guionistas. La protagonista, Kiera, deja familia y amigos tras su salto, y la correspondiente carga emocional termina pesando más de lo que nos gustaría. 

Asimismo, la falta de solidez también se nota en la velocidad a la que la protagonista se adapta a nuestro tiempo, no ya hackeando los cajeros automáticos con su traje multiservicio, sino conociendo al otro personaje eje de la historia, Alec Sadler (Erik Knudsen), un "genio" adolescente que está a punto de inventar un sistema de comunicaciones que se inserta dentro del cerebro de las personas y que será un estandar en el futuro del que proviene Keira. Por no hablar de la facilidad con la que logra la confianza de los agentes de policía del presente, compensados por un capitán con carisma (Brian Markinson, de Cáprica y The Killing) frente al típico compañero "a la fuerza" con más pinta de maniquí articulado que de intérprete de verdad (Victor Webster).


Todos fallos concernientes a las propias limitaciones de un piloto que intenta sentar unas bases demasiado extensas y acaba apostando por centrarse en las equivocadas, pero como decimos, el potencial es visible y las virtudes, evidentes. Uno de los mayores aciertos de Continuum es otorgar más protagonismo del esperado a los propios fugitivos, ya sea en su faceta de peligro social actuando como un comando de G.I. JOEs sin supertrajes, o como grupo clandestino al que su improvisada fuga les ha desplazado 60 años más de lo previsto en el tiempo. Su plan aún se mantiene en secreto en términos generales, pero este fallo de cálculo no hace sino aumentar sus posibilidades de cara a sofocar una revolución que aún no ha ocurrido.

Aunque parezca una contradicción, en el nada sorprendente y bastante tosco giro final en el que descubrimos que uno de los personajes estaba presente en su versión anciana cuando los protagonistas realizaron el salto (las consecuencias de fumar trujas durante 60 años son demoledoras), se intuyen las ganas de Continuum por sacarle juego a la premisa de los desplazamientos temporales. Quizás la sorpresa podría haber estado más rebuscada, pero nos sirve para entender bajo qué principios concernientes a los viajes funciona la trama. En principio, parece que el personaje de William B. Davis, mítico Fumador de Expediente X, ya ha vivido todos los hechos que nos van a relatar en la serie y es un mero espectador que vigila en la medida en la que puede que todo suceda tal y como recuerda de su juventud. Lo que no sabemos es hasta qué punto las acciones de Kiera cambiarán esa realidad evitando el día en el que las corporaciones tomen el control o se trata en cambio de un recorrido cíclico en el que no se puede alterar nada porque el destino ya está escrito.


Quizás es que soy un enamorado del país más norteamericano y de su casi inexistente índice de violencia, sus realizadores de prestigio (James Cameron, David Cronenberg, Atom Egoyan...) y películas tan potentes y contemporáneas como Profesor Lazhar o Incendies, y es por eso que tengo más fe de la que debería en Continuum, pero de lo que no cabe duda es de que hay que darle un voto de confianza al creador de la serie, Simon Barry, un guionista para el que la flojera esa con Wesley Snipes llamada El Arte de la Guerra era su obra magna hasta el momento. Porque ya sea en la forma del miembro del grupo terrorista con más dudas, Kellog (Stephen Lobo), en la familia de Alec o en los secretos que guarda su versión adulta, el misterio parece asegurado más allá de un acertado estilo visual y las adecuadas dosis de acción y ritmo. Porque, ¿qué buscamos los seguidores de las tramas fluzeantes sino misterios y que nos sorprendan?

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7 COMENTARIOS:

Julen Alonso dijo...

Le echare un ojo pero es como dices he leído de todo. Y por cierto, El Arte de la Guerra es mala pero me lo pase pipa viendola!

AnG-L dijo...

Cuánta pereza me dan las series con viajes en el tiempo!

DIP dijo...

Estoy de acuerdo en general pero hay algo que chirría. Nos presentan un futuro en el que las grandes corporaciones dominan el mundo de manera dictatorial tras haber sido rescatadas con dinero público (en un descarado guiño a la actualidad) pero ¿los terroristas son los que luchan contra la dictadura? Tiene lógica que diga eso la policía pero es un poco extraño/fascistoide que el hilo argumental de la serie parezca apoyarlo. ¿o me he perdido algo? : ))

Pablo de los Rios dijo...

Supongo que el tema estará en encontrar un equilibrio, en que la policía se desprenda de esos valores que le han impuesto mientras convence a los terroristas de utilizar métodos pacíficos. Porque lo que está claro es que van a terminar en el mismo bando en algún momento.

Anónimo dijo...

el problema va a ser cuando no queden en el mismo bando y la trama de la historia quede como que el gobierno corporativo sea bueno , y los luchadores por la libertad , los derechos etc , mal llamados terroristas , sean los malos

Pataplof dijo...

Tras ver varios episodios, creo que la trama va a ir más por la progresiva transformación de la ideologia de la policia. Aun así, necesita pulir la dinámica entre ella y su compañero, que no resulta nada creible. Tiene potencial, pero como toda serie nueva, necesita tiempo para desarrollarse y ver si resulta buena o no.

Pataplof dijo...

Tras ver varios episodios, creo que la trama va a ir más por la progresiva transformación de la ideologia de la policia. Aun así, necesita pulir la dinámica entre ella y su compañero, que no resulta nada creible. Tiene potencial, pero como toda serie nueva, necesita tiempo para desarrollarse y ver si resulta buena o no.

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