Parece que empiezan a vislumbrarse cambios en la manera de enfocar el visionado de las películas en la red. Un cambio obligado que debe adaptar el cine y demás artes al mundo tecnológico y virtual en el que vivimos. Ayer, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte lanzaba una nota de prensa en la que anunciaba que la web Filmin, dedicada a la proyección de películas online y series, había sido elegida para iniciar el cómputo de espectadores de los films, una medida que beneficia, sobre todo, a la producción nacional, ya que las ayudas funcionan en base a la recaudación de una cinta.
La medida no tiene precedentes en otros países y significará una manera más acertada de contabilizar el público de una película. Concretamente, los nuevos canales que se tienen en cuenta para el cómputo son los accesos remunerados a una película determinada a través de Internet, la exhibición de películas en festivales y certámenes cinematográficos, la venta minorista y el arrendamiento de obras cinematográficas en soporte físico de vídeo y DVD. Se espera que vayan sumándose a Filmin otros portales, como Filmotech o similares (y a ver si con suerte surge alguno que también incluya los estrenos de cartelera del momento y no pasado un tiempo).
Aún así y aunque parezcan buenas noticias, después de los acusados recortes que se han hecho a la industria cinematográfica en España, esto no parece más que una especie de paliativo para calmar los ánimos, o incluso una manera de cercar aún más la posibilidad de conceder ayudas al cine más humilde e independiente. Pies de plomo, chavales.
Vía LHP
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