Nota: 7,5
Lo sé. Si ya me llovieron palos por cascarle un 8 a la premiere de la cuarta temporada, la nota que encabeza este análisis solo puede empeorar las cosas. Pero creedme, Breaking Bad da para mucho más. Tras el mensaje sangriento de Gus del 4x01, en la segunda dosis de 2011 de nuestra droga favorita han optado por un episodio radicalmente diferente, mucho menos explícito que el anterior y cargado de simbolismo. El problema es que como ya sucediera con el tan debatido capítulo de la mosca en la anterior temporada (review aquí), nos encontramos en un tramo del viaje en el que se antoja necesario pisar un poco el acelerador.
No me entendáis mal, soy el primer maravillado con la descripción de la evolución de los personajes, pero empiezo a preguntarme qué sentido tiene elaborar unas psicologías tan complejas y ricas para ponerlas al servicio de una trama que por momentos parece ausente. ¿Ya tenéis la mano en la mal disimulada funda de vuestro cinturón? Tranquilos, que tenemos por delante toda una review para entendernos.
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