Mad men despedidos: los ricos también lloran.
Nota: 5
Lo mejor: claramente, el reparto.
Lo mejor: claramente, el reparto.
Lo peor: el mensaje es como de una película de Disney.
“Voy a ganar porque tengo fe, valentía y entusiasmo” es la frase que les hacen repetir a los protagonistas en una reunión de autoayuda para que aprendan a superar sus despidos laborales. Y esto también es lo que debió de pensar John Wells (Urgencias, 1994, Shameless, 2010) cuando se le ocurrió escribir y dirigir esta película. El problema es que en la vida real con esas tres cualidades no suele ser suficiente para conseguir un trabajo…Y a Wells tampoco le han bastado para triunfar, al menos en el celuloide. En plena crisis financiera mundial en la que el desempleo impera debido a una recesión brutal, la reducción general de los salarios y la burbuja inmobiliaria provocan que la gente no de abasto con los créditos y las hipotecas, los norteamericanos bajan de su pedestal de primera potencia para darnos su punto de vista sobre el tema relatando los apuros económicos de tres familias adineradas de clase media-alta que viven en un barrio acomodado de alguna ciudad de los Estados Unidos.
Dentro de lo poco que se arriesga, el filme acierta describiendo la política capitalista de los despidos colectivos llevada a cabo por las empresas como medida de urgencia, pero se cae en todo lo demás que intenta vendernos. Falla al no adoptar un punto de vista irónico presentando una situación alejada de la realidad social ya que su intención ciertamente es la de provocar lástima en el espectador exponiendo a la familia protagonista a las graves consecuencias de la crisis, a la pérdida imprevista y repentina del empleo del progenitor: lamentándose terriblemente porque se ven obligados a vender el Porsche y la mansión de tres plantas, desapuntarse del club de golf, dejar de acudir a costosas cenas en restaurantes maravillosos, empeñar la Xbox, o dejar aparcado por una vez el avión privado para ir de compras. Inevitablemente, toda probabilidad de identificación con los personajes se extingue.
Lo único que puedo destacar de esta cinta es el reparto, que es fabuloso. Todavía no me explico el poder de convocatoria de Wells al reunir a actores como Tommy Lee Jones (El cielo y la tierra, 1993, Asesinos natos, 1994), Kevin Costner (Bailando con lobos, 1990), Maria Bello (Una historia de violencia, 2005) o Chris Cooper (Adaptation, el ladrón de orquídeas, 2002), será por la crisis. Excluyendo a Ben Affleck, que se dedica casi todo el metraje a ensayar muecas de amargura mientras batalla con su vorágine de sentimientos contradictorios; el resto hace un trabajo excelente: Tommy Lee Jones, en el papel de uno de los desafortunados que pierde su trabajo y se ve en la disyuntiva de confesárselo a su mujer y permitir que su fachada de opulencia se desmorone; o Chris Cooper interpretando a otro de los personajes despedidos que muestra la dificultad añadida a la que se ven sometidos los hombres obligados a competir en el mundo laboral con gente más joven y mejor cualificada; hasta Kevin Costner, como representante de la clase más humilde la sociedad y finalmente Maria Bello como una de las “culpables” que vendría a formar parte de este sistema que recurre al despido. Incluso Rosemarie DeWitt (la hermana “cuerda” de Tara en United States of Tara) destaca interpretando a la mujer de Affleck con un actitud más sensata que él. Es gracias al reparto que la historia se sostiene a pesar de su poco fuste.
Una vez más se nos vende el sueño americano (mejor dicho, estadounidense) como algo factible, como la ideología imprescindible para conseguir cualquier cosa, la plegaria milagrosa a repetir mentalmente que nos allanará el camino al éxito; aunque esta vez especificando que en tiempos de crisis, sólo es alcanzable para algunos pocos - Kevin Costner sigue trabajando de obrero mientras que Ben Affleck consigue recobrarse del susto que le ha dado el destino. The Company Men propone una historia ridícula e insostenible que en ningún momento se plantea una crítica al sistema y es por ello que no logra su cometido dramático, aunque eso sí, distrae.
“Voy a ganar porque tengo fe, valentía y entusiasmo” es la frase que les hacen repetir a los protagonistas en una reunión de autoayuda para que aprendan a superar sus despidos laborales. Y esto también es lo que debió de pensar John Wells (Urgencias, 1994, Shameless, 2010) cuando se le ocurrió escribir y dirigir esta película. El problema es que en la vida real con esas tres cualidades no suele ser suficiente para conseguir un trabajo…Y a Wells tampoco le han bastado para triunfar, al menos en el celuloide. En plena crisis financiera mundial en la que el desempleo impera debido a una recesión brutal, la reducción general de los salarios y la burbuja inmobiliaria provocan que la gente no de abasto con los créditos y las hipotecas, los norteamericanos bajan de su pedestal de primera potencia para darnos su punto de vista sobre el tema relatando los apuros económicos de tres familias adineradas de clase media-alta que viven en un barrio acomodado de alguna ciudad de los Estados Unidos.
Dentro de lo poco que se arriesga, el filme acierta describiendo la política capitalista de los despidos colectivos llevada a cabo por las empresas como medida de urgencia, pero se cae en todo lo demás que intenta vendernos. Falla al no adoptar un punto de vista irónico presentando una situación alejada de la realidad social ya que su intención ciertamente es la de provocar lástima en el espectador exponiendo a la familia protagonista a las graves consecuencias de la crisis, a la pérdida imprevista y repentina del empleo del progenitor: lamentándose terriblemente porque se ven obligados a vender el Porsche y la mansión de tres plantas, desapuntarse del club de golf, dejar de acudir a costosas cenas en restaurantes maravillosos, empeñar la Xbox, o dejar aparcado por una vez el avión privado para ir de compras. Inevitablemente, toda probabilidad de identificación con los personajes se extingue.
Lo único que puedo destacar de esta cinta es el reparto, que es fabuloso. Todavía no me explico el poder de convocatoria de Wells al reunir a actores como Tommy Lee Jones (El cielo y la tierra, 1993, Asesinos natos, 1994), Kevin Costner (Bailando con lobos, 1990), Maria Bello (Una historia de violencia, 2005) o Chris Cooper (Adaptation, el ladrón de orquídeas, 2002), será por la crisis. Excluyendo a Ben Affleck, que se dedica casi todo el metraje a ensayar muecas de amargura mientras batalla con su vorágine de sentimientos contradictorios; el resto hace un trabajo excelente: Tommy Lee Jones, en el papel de uno de los desafortunados que pierde su trabajo y se ve en la disyuntiva de confesárselo a su mujer y permitir que su fachada de opulencia se desmorone; o Chris Cooper interpretando a otro de los personajes despedidos que muestra la dificultad añadida a la que se ven sometidos los hombres obligados a competir en el mundo laboral con gente más joven y mejor cualificada; hasta Kevin Costner, como representante de la clase más humilde la sociedad y finalmente Maria Bello como una de las “culpables” que vendría a formar parte de este sistema que recurre al despido. Incluso Rosemarie DeWitt (la hermana “cuerda” de Tara en United States of Tara) destaca interpretando a la mujer de Affleck con un actitud más sensata que él. Es gracias al reparto que la historia se sostiene a pesar de su poco fuste.
Una vez más se nos vende el sueño americano (mejor dicho, estadounidense) como algo factible, como la ideología imprescindible para conseguir cualquier cosa, la plegaria milagrosa a repetir mentalmente que nos allanará el camino al éxito; aunque esta vez especificando que en tiempos de crisis, sólo es alcanzable para algunos pocos - Kevin Costner sigue trabajando de obrero mientras que Ben Affleck consigue recobrarse del susto que le ha dado el destino. The Company Men propone una historia ridícula e insostenible que en ningún momento se plantea una crítica al sistema y es por ello que no logra su cometido dramático, aunque eso sí, distrae.
13 COMENTARIOS:
no se lee nada
ha sido un problema del color de la letra. Solucionado.
Por cierto, que poster mas horroroso con un Costner que parece Michael Keaton, con lo chulo que es su homenajeador poster americano...
jasjaaj ya te digo keaton total!
vamos que perdida de tiempo con este cartelazo no???una lástima, lo cierto es que el tema es recurrente, pero no has comentado si la película es comedia o solo drama?
dramón¡
puffff pues entonces menuda mierda, si tuviera un aire ligero a up in the air, o quizas in good company, ni tan mal, pero vender este dramon puffff
pues si julen, pienso exactamente lo mismo. Aún así caerá que es el perfil perfecto de peli que le pondré a mis padres jaja
Bueno, ya que nadie insulta ya me presto yo:
¿Cómo que un '5'? Señorita Lazcano, usted no tiene ni idea de cine y menos sobre economía. Yo se mucho más que usted y en ningún caso voy a rebajarme a discutir mis razones.
pd1: Debe de ser usted una secuaz de ZParo o una de esas 'Batasortus-Bilduetas'.
pd2: ¡Perra del infierno!
Es que estoy de vacaciones.
Gracias Paulo, ya lo empezaba a echar de menos.
yo ya paso de ponerle peliculas al mio: le puse el otro día "el caso slevin" y no le gustó, le puse "origen" y se quedó dormido antes de media hora!!. Eso si, que no echen alguna de indios y vaqueros que se queda toda la tarde. Nunca lo entenderé xD
Pesima Critica de esta pelicula. Creo que el critico mira demasiado desde su optica por lo que empaña el real sentido de la pelicula. Creo que la simpleza con la que se reseña viene por parte del critico que no supo entender la tematica, y se queda en la forma y no en el fondo de los personajes y el momento retratado. Mala critica
Para que disfruten de una tarde con una buena serie Mad Men con Jon Hamm con una excelente actuación, esta serie es una estupenda opción.
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