El malvado Santa encandila en Sitges

Rare Exports: A Christmas Tale se lleva los premios gordos


No hay mejor reclamo que llegar a las pantallas galardón en mano. Y no uno, sino tres son los premios que se ha anotado en su palmarés Rare Exports: A Christmas Tale, de Jalmari Helander, que en esta 43 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges ha arrasado con los Premios de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Fotografía.

Sólo por lo extravagante de su argumento, adelantado aquí, el film finés ya apuntaba maneras. Ello, junto al exitazo de los dos cortos predecesores (Rare Exports Inc. y Rare Exports: Official Safety Instructions), vaticinaba un buen debut del director en su paso al largometraje. Un galardón que, sin duda, le viene como anillo al dedo en su próxima proyección en La Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, donde parece perfilarse como una de las firmes candidatas al triunfo. Desde luego, la cinta ya tiene asegurado mi trasero en la butaca.


Por su parte, la japonesa Thirteen Assasins, de Takashi Miike, consiguió seducir a los espectadores y se llevó el Premio del Público. Se trata de un remake sobre samuráis que ha levantado la polémica en el festival catalán por lo poco fantástico de la película. Muchos se cuestionan si realmente debería haber entrado a concurso, otros defienden que el director siempre ha sido enmarcado dentro del género. En mi opinión, por lo que he visto en el trailer y lo que he leído acerca de su argumento, no me resulta una obra que se pueda catalogar como fantástica, pero bueno, también se dice que Sexo en Nueva York es una comedia y a mí no me hizo ni puta gracia.

El Premio al Mejor Guión fue a parar a las argentinas manos de Nicolás Goldbart, por el film, que también dirige, Fase 7. Una parodia apocalíptica sobre la Gripe A que transcurre en un bloque de apartamentos en los que tendrá lugar una serie de situaciones de lo más cómico y absurdo. Una especie de Mis adorables vecinos con serios problemas de hipocondría.

Monsters
no se fue tampoco de vacío y en el bolsillo se metió el Premio a los Mejores Efectos Especiales. Puede que la prometedora película, al fin y al cabo, se quede en lo mismo que Elsa Pataky, un deleite visual pero un fracaso artístico.


Y no nos olvidemos de aquellos que ponen su mejor jeto de terror ante las cámaras. Patrick Fabian, protagonista de El último exorcismo, se llevó el Premio a Mejor Actor y Josie Ho el de Mejor Actriz por su papel en la hongkonesa Dream Home. Se trata de un curioso film muy gore que reduce el turbio asunto de Sean Connery y su choza de Marbella a una pequeña travesurilla sin importancia. La cinta se centra en la historia de una pluriempleada dispuesta a hacer cualquier cosa (y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa sangrienta con las herramientas de su difunto padre) para lograr pagar lo mínimo por la casa de sus sueños. He aquí las nefastas consecuencias de la burbuja inmobialiaria y la crisis, esto y Wall Street 2.

Otro año más, el festival catalán se despide dejando una sensación de controversia generalizada. Al margen del debate abierto por Thirteen Assasins, Rare Exports: A Christmas Tale también ha originado una discusión sobre quién ha de tener el poder de voto: El jurado o el público, que en muy raras ocasiones coincide con el primero. Yo, por mi parte, prefiero no pronunciarme y esperar a visionar la película finlandesa en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. Veremos si Santa nos trae regalitos.


Fuente: Página oficial del Festival De Sitges.

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3 COMENTARIOS:

Julen Alonso dijo...

Has visto ya monsters??es q casi tdas las criticas q leido la han puesto decepcionante y me da pereza...

Pablo de los Rios dijo...

no la veas Julen, hazme caso...

Pat Consigliere dijo...

No la he visto, pero sí, ha debido de dejar mucho que desear. He estado leyendo diferentes opiniones y dicen que el festival de Sitges ha sido en general algo decepcionante. Otros años se han podido ver cintas como Rec, Moon,... Comentan que se ha notado un descenso en la calidad. No he querido opinar porque no lo he vivido de cerca, como el Festival de San Sebastián o la Semana de cine fantástica y de terror que llega en nada y donde podré conocer de primera mano qué se cuece. Desde luego, la crisis debe de estar haciendo estragos en todos los sectores y los festivales nacionales parece que no están satisfaciendo a nadie. Otra de las críticas a Sitges de esta edición es que no ha caído ningún premio en manos españolas a pesar de haberse presentados films buenos.

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