Durante la WonderCon el actor había prometido mostrar el look que lucirá en Drive Angry, una cinta de acción que le pondrá al volante de un bólido en un frenética persecución con los asesinos de su hija. Tras declarar que su intención era raparse y tatuarse la calva pero que el director no le ha dejado, ha justificado el resultado final diciendo que su personaje exigía un acercamiento a sus raices celtas (¡¿?!), pero más bien parece que le ha robado las extensiones a Mickey Rourke y se las ha teñido con el tinte que usa Guti.
El hombre que nos ha impedido ver al tatuado Cage, que seguramente hubiera sido mucho más impactante, bizarro, y por qué no, divertido, no es otro que el carnicero responsable de Un San Valentín sangriento, el cual promete altas dosis de gore y un 3D aplicado directamente en el rodaje, sin chapuzas en la postproducción como la de Furia de titanes. Coñas sobre el pelo aparte, ya sabéis que soy un defensor de Cage y más ahora que parece que gracias a Kick-Ass, El aprendiz de brujo y El año de la bruja la calidad vuelve a asomar en su filmografía.
Vía Las Horas Perdidas.
4 COMENTARIOS:
y tanto que nuevo look...
solo hay que darle la vuelta y igual que una fregona
El bueno de Cage, un tio capaz de reirse de si mismo
Le queda bien el rubio!!!
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