Crítica de cine: Corazón Rebelde

Sacudiendo el polvo del country más profundo. 


Nota: 8

Lo mejor: Como era de esperar, Jeff Bridges y la selección musical.
Lo peor: Que no te cuele lo de que no se trata de una cinta lenta, sino "contemplativa", ni pausada, sino "crepuscular". Y que no te guste el country.
La suma: Gran Torino + En la cuerda floja = Corazón Rebelde

Muchos acusan a Corazón rebelde de ser un vehículo de lucimiento para su actor protagonista sin alejarse del esquema de artista confilctivo que tendrá que aprender una valiosa lección de la vida. Y tienen razón, pero cuando el tópico es retratado de la mejor forma posible, con los actores indicados y un director involucrado en la historia, el resultado no merecería ser ignorado por no aportar nada nuevo a un panorama saturado de remakes, secuelas y sagas sobre juguetes de acción.


Corazón Rebelde no deja de ser la historia de una antigua leyenda de la música -del country en este caso- que malvive arrastrándo su alcholismo por los escenarios más patéticos de la américa profunda hasta que una mujer se cruza por su camino y cuestiona su forma de vida. La diferencia de esta trama con biopics como Ray o En la cuerda floja radica en que no está basada en hechos reales, y conocer a su protagonista es casi más importante que la evolución de la historia.

De ahí que la labor de Jeff Bridges tenga más mérito que la de la mimésis con un cantante conocido. Su Bad Blake refleja el juguete roto que aún conserva el talento que le hizo merecedor del éxito, pero al que su elección de vida autodestructiva le lleva a tocar todos los fondos posibles. Un personaje al que sólo le falta lo mismo que han encontrado este año los miebros de la Academia de Hollywood para darle un Oscar a Jeff Bridges: un motivo.

 

Y esa razón no es otra que la deslumbrante Maggie Gyllenhaal, mucho mejor actriz que su hermano y que aquí sorprende por encontrar el tono perfecto con la inmensa interpretación de su compañero, erigiendose como una rival con posibilidades ante la imparable Mo´nique en la categoría de mejor actriz de reparto. Un nivel interpretativo de altura que sólo baja cuando aparece Colin Farrell en pantalla, al que no hay que dejar de reconocerle el subidón de calidad que está alcazando su filmografía en un camino que le llevará a ser otro actorazo como el también presente e inmortal Robert Duvall.

Que la película entre de lleno en la etiqueta de "lenta" no es un aspecto negativo cuando el tiempo se gasta en dar libertad a unos actores en estado de gracia para que desarrollen sus personajes. El director, guionista, productor y alma de este proyecto, Scott Cooper, es consciente de ello y refuerza el cuadro con un marco que engrandece a todo el conjunto gracias a un trabajo artesanal rematado con una selección musical que despertará tu interés por el género. Una labor más de acompañamiento que de lucimiento que se podría comparar a la del maestro Eastwood en Invictus, pero con un personaje al que el Walt Kowalski de Gran Torino no le rechazaría un trago.


A Bridges sólo le faltaría haber resurgido de una mala racha para que su  Corazón Rebelde quedara situado junto a El luchador de Mickey Rourke. Y es que este personaje es el regalo a una carrera llena de proyectos de calidad que han desembocado en esta oportunidad para dejarnos a todos pasmados. Sólo por comprobarlo merece la pena ver esta película. Si además eres fan de la música country y de la historias crepusculares, estas de enhorabuena.

Noticias relacionadas



blog comments powered by Disqus

0 COMENTARIOS:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, que somos pocos y cobardes...

 
Ir Arriba