Crítica de cine: En tierra hostil

Deja el cerebro en casa, esto es la guerra


Nota: 7

Lo mejor: Las escenas bélicas en general, y las explosiones en particular.
Lo peor: Carece de un argumento sólido, aunque quizás sea parte de su gracia.

Con 9 nominaciones a los Oscar y tropocientos premios esta temporada, En tierra hostil se está convirtiendo poco a poco en una de las cintas bélicas más aplaudidas de la historia, pero, ¿Es para tanto? Ni de lejos. Y es que lo que hizo grandes a, por ejemplo, Apocalypse Now o Salvar al soldado Ryan, era que contaban con una historia simple pero efectiva, en torno a la cual se desarrollan escenas bélicas de incuestionable perfección y belleza. En el caso de la cinta que nos ocupa sólamente se cumple lo segundo, un logro que en los tiempos que corren no es poco, pero si insuficiente para elevarla a los altares como se ha venido haciendo desde la prensa especializada.


El problema es que la película se compone de misiones sueltas de un comando de desactivadores durante su último mes de servicio en Irak sin que una trama central otorgue algo de coherencia a las dos horas y cuarto que dura la cinta. En tierra hostil podría ser fácilemente 2 capítulos pegados de la estupenda serie que nos regaló la cadena HBO el pasado año llamada Generation Kill y nadie habría dicho nada. Algo parecido a lo que le sucedió al Jarhead de Sam Mendes, pero con una dirección a la altura de Black Hawk Derribado. Y es que el cotarro lo dirige una inspiradísima Kathryn Bigelow (Le llaman Bodhi, K-19), que como diría Will Smith en Men in black, "hace que esto luzca".


De la mano de Bigelow (ex de James Cameron por cierto, ya tenemos morbillo para los Oscars) las explosiones brillan como nunca lo han hecho en una pantalla de cine. Es cierto que abusa de la cámara lenta y los planos pajilleros, pero, ¿No buscamos eso en una cinta bélica? Además, más allá de la tensión real que generan las escenas en las que el Sargento James (Jeremy Renner) intenta desactivar bombas y lo espectacular de dichas explosiones, las secuencias de tiroteos y reconocimientos parecen extraídas del mejor capítulo del Call of Duty (Modern Warfare para ser más exactos) y funcionan a la perfección. Si esta señora se llevará el próximo 7 de marzo la estatuilla a casa, nadie podría reprocharle nada.

El problema viene cuando intentamos buscarle un poco de miga al asunto. Nada de nada. Los personajes son tópicos andantes, donde desde el soldado cobarde hasta el frio como el hielo se mezclan con un protagonista que tiene una actitud de "rey del botellón de su barrio" bastante insoportable. Sólamente al final gana algo de profundidad en esa grandiosa escena final en la que SPOILER explica a su hijo que pocos juguetes le harán ilusión cuando sea mayor, "quizá uno o dos, a mi ya sólo me queda uno". Para después aparecer otra vez en el frente a punto de desactivar otra bomba, demostrando que ve su profesión como un juego, y que sólamente sigue vivo porque es bueno de narices en lo que hace FIN SPOILER.

 
 
Pero que el personaje sea un desastre no evita que su intérprete Jeremy Renner brille con luz propia. A pesar de que su descubrimiento ha llegado con esta película, el chaval (no tanto como parece ya que cuenta con 39 tacos) lleva 15 años regalándonos trabajos de calidad en cintas como 28 semanas después o El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, y la nominación al Oscar no podría venirle en un mejor y más merecido momento (aunque Jeff Bridges ya tenga hecho el hueco en la vitrina). Su desactivador muestra convincéntemente la personalidad de un gallito más duro que el colchón de Bud Spencer, que ha tenido la mala suerte de encontrar la vocación de su vida en medio de la guerra. Un actor que se come al resto del reparto sin dejar que nadie le pise ni un solo plano.


Como curiosidad, En tierra hostil cuenta con una serie de cameos de calidad a cada cual más sorprendente, siendo Guy Pearce (Memento, El conde de Montecristo) el primero en aparecer (y desaparecer), seguido por un Ralph Fiennes al que le clarea el cartón de forma alarmante, y terminando por la Kate de Perdidos que sale muy guapa y tal. Unos detalles que engrandecen a una película que de no ser por su directora estaría destinada a la fila baja de la estanteria del videoclub, junto a las cintas de guardaespaldas que protagoniza Dolph Lundgren.

Puro espectaculo y acción de calidad es lo que te vas a encontrar si decides dedicarle 132 minutos a la que, con toda probabilidad sea la película mejor dirigida del año. Pero si lo que quieres son personajes carismáticos y una historia que se te quede en la cabeza más de 5 minutos, siempre puedes revisionar cualquiera de los títulos bñelicos mencionados en esta reseña.

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3 COMENTARIOS:

Alexandra dijo...

vale, buena peli de accion, pero no entiendo porque tiene tantas nominaciones. Cerisimo argumento, superficial, y patetico (a mi gusto). Intentan darle profundidad en los 2 ultimos minutos, y por eso la nominan? como esta el cine. Una buena pelicula hace que sientas, que te identifiques, y entiendas. Aqui ni te identificas, ni sientes, ni na.
Simplemente es una buena peli de accion mas, no se merece mas que ese reconocimiento, ningun oscar ni nada, no esta a la altura sencillamente.

sonia dijo...

m gusto la peli y m encanto el actor (si, mas alla de su escena en gallumbos y la pelea sin camiseta) , todas las escenas de desactivado perfectas. m sobra kate.

Anónimo dijo...

Me parece que no entendéis nada de la peli. No es una película de acción, las misiones son solo un escenario, lo importante es lo que está pasando en la cabeza de ese hombre, de como llega a despreciar la vida, a ver normal el hecho de arriesgar su vida para quitar una bomba de un coche y salvar a personas que ni siquiera conoce... Pues eso, la veo mucho mas interesante que "otra peli de acción"

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