Zinemaldi 2013: 'Pelo Malo', de Mariana Rondón, gana la Concha de Oro entre abucheos

Jim Broadbent, la actriz Marian Álvarez y el director Fernando Eimbcke, también galardonados


Menuda la que se ha liado en la recién finalizada 61 edición del Festival de San Sebastián, aunque nadie puede decir que no se viera venir. Y es que este año, el nivel de las películas que competían en Sección Oficial ha dejado una sensación extraña, como de una ausencia en la programación de una cinta redonda que realmente se merezca el dorado por decisión generalizada, como fue, por citar un ejemplo, la pasada vencedora, Dans la Maison de François Ozon. Unánime aseguran que ha sido la votación del jurado en esta ocasión al coronar a la venezolana Pelo Malo, un film dirigido por Mariana Rondón, quien recogió su Concha de Oro con un desagradable coro de abucheos por parte del público asistente, menos sonoro que en la posterior sala de prensa, donde los aplausos primaron. 

El reportaje de clausura, palmarés incluido, tras el salto.

"Gracias por elegir una película tan chiquita, que hice para librarme de la angustia de tanta intolerancia", señaló la premiada al tomar su galardón por su tercera obra, que narra la historia de un crío de 9 años que quiere alisarse el pelo para la foto de la escuela, lo que creará un enfrentamiento con su madre, quien a pesar de los intentos del niño, se irá alejando cada vez más de él, hasta que el pequeño tomará una dolorosa determinación.

Así pues, un premio en el que las diferencias de opinión entre la audiencia han desatado la polémica, porque parece ser que en esta ocasión no se ha reconocido al mejor largometraje, sino al menos malo.

Más satisfacción ha habido con el resto de galardones. La Concha de Plata al Mejor Actor ha caído en las veteranas y merecedoras manos de un entrañable Jim Broadbent, estrella de Le Week-end, de Roger Michell, una divertida comedia romántica que protagoniza junto a Lindsay Duncan y que nos lleva a conocer a un matrimonio tratando de recuperar su amor en unas atropelladas vacaciones en París. La de Mejor Actriz se la ha llevado la fantástica Marian Álvarez por su rol principal en La Herida, el debut de Fernando Franco, sobre una conductora de ambulancia que sufre un Trastorno Límite de la Personalidad, pero lo ignora. Dicha producción se ha alzado asimismo con el Premio Especial del Jurado.

El mexicano Fernando Eimbcke se hizo con la Concha de Plata al Mejor Director por Club Sándwich, un premio muy discutible también por un film que sólo adquiere el suficiente valor en su acto final y que no es comparable a otros trabajos de la filmografía del cineasta como Temporada de Patos. Club Sándwich se centra en la estrecha relación entre una madre y su hijo adolescente, quien conoce a una chica durante unas vacaciones y se enamora de ella, lo que conduce a la progenitora a tener que aceptar que su "polluelo" empieza a volar solo.

El Premio del Jurado al Mejor Guión se ganó, por el contrario, la simpatía del público al ser dedicado a la última obra del reconocido realizador francés Bertrand Tavernier, Quai D'Orsey, una mordaz sátira política que nos introduce en el corazón del despacho del ministro de Asuntos Exteriores a través de un tipo corriente que es contratado para redactar los discursos del susodicho.

Otra que también se llevó galardón fue la protagonizada por Antonio de la Torre, Caníbal, en la que recayó el Premio del Jurado a la Mejor Fotografía. La película de Manuel Martín Cuenca narra la historia de un sastre al que, como su título indica, no le va la carne de cerdo, precisamente.

Por último, los Premios del Público, los más sabios, fueron a parar, en primer lugar, a la última propuesta del japonés Hirokazu Kore-eda, Like Father, Like Son, una historia genialmente confeccionada y sin excesos dramáticos sobre dos familias asiáticas que descubren que hace siete años sus bebés fueron intercambiados y ahora tienen que enfrentar la difícil decisión de optar por su hijo genético o adoptivo. En segundo lugar, el que otorga la audiencia a la Mejor Película Europea fue para la británica About Time (Una Cuestión de Tiempo), de Richard Curtis, una simpática comedia con enseñanza incluida protagonizada por  Domhnall Gleeson, Rachel McAdams y Bill Nighy, entre otros, que relata la aventura de un joven con el interesante y peligroso poder de viajar en el tiempo.


Así, podemos afirmar que la austera 61 edición del Festival de San Sebastián, con pocas sorpresas y estrellas -Hugh Jackman la más destacada-, se ha despedido dejando una sensación agridulce entre crítica y público, con unas propuestas que se han traducido en una multitud de sensaciones contrapuestas entre los espectadores y que se han caracterizado por la heterogeneidad. El punto interesante lo han tenido que poner la Sección Perlas o cintas que no competían a falta de "joyitas" en la Oficial, con títulos como Dallas Buyers Club, con un Matthew McConaughey y un Jared Leto increíbles, Jeune et Jolie, con la que Ozon continúa mostrando su talento, la desternillante Las Brujas de Zugarramurdi de De la Iglesia o la espectacular Gravity de Cuarón.

Decimos adiós entonces al Zinemaldi 2013, que ha brillado menos que la cita pasada, pero que ha logrado algo que no consiguió en el 2012, la siempre necesaria diferencia de opiniones, que hace bonito el cine.

El palmarés al completo en la Página Oficial del Festival de San Sebastián

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