Ciclo Star Wars II: El Imperio Contraataca

El gran legado de Star Wars

Una semana más seguimos con el Ciclo Star Wars tras comenzar nuestra andadura con Una nueva Esperanza. Hoy, en cambio, nos aventuramos con la mejor película de la saga, que como todo fan sabrá, fue la que cambió todo el concepto de Star Wars no solo en lo que respecta al argumento, sino que también sentaría la base más solida y justificada para entender por qué a día de hoy el fenómeno sigue siendo una mina de oro. Una película que contiene todo lo que hace grande a la saga de George Lucas sin ninguna debilidad a la que puedan agarrarse los obstinados detractores. En definitiva, la mejor entrega de la saga. Su análisis, tras el salto.

Después  del arrollador e inesperado éxito que supuso Una nueva esperanza,  fue de obligado cumplimento tanto para las productoras como para el propio George Lucas otorgar a toda la vorágine marea fan de Star Wars unas secuelas que cerraran la trilogía como dios manda. El Imperio Contrataca fue estrenada el 21 de Mayo de 1980 ampliando la mitología de la serie hasta límites insospechados aunque en un principio Star Wars fue concebida como una franquicia autoconclusiva similar a la de Ian Flemming, James Bond. De hecho, fue a partir del Episodio V cuando toda la historia convergió en un desarrollo mayor de lo esperado, incluso para el propio Lucas.

En un principio, George Lucas contrató a la escritora Leight Brackett para el desarrollo del guión de la nueva película de La Guerra de las Galaxias. En aquel borrador, Darth Vader nunca revelaba a Luke ser su padre y de hecho, Lucas se sintió decepcionado con el trabajo de Brackett, que desgraciadamente más tarde moriría de cáncer. De modo que el director dio un nuevo rumbo en la historia al escribir ese giro de guión tan espectacular que muchos jamás lograremos borrar de nuestras retinas. A partir de entonces es cuando surgió el concepto de "episodios" y se redefinió las líneas argumentales según las conocemos conceptualizando a la nueva saga.

El guionista Lawrence Kasdam (quién junto con Steven Spielberg creó Indiana Jones) a seis manos con el ya fallecido director Irvin Kershner y el productor Gary Kurtz concibieron una nueva película con un tono mucho más sobrio y oscuro que su predecesora. Una producción  que como el propio Lucas afirmó, se tornó en estresante y costosa llegando al punto de que el director afirmase que nunca más volvería a hacer una película de Star Wars. Quizás hubiera sido lo mejor, ya que siempre que Lucas ha tenido el absoluto control del proyecto creativo, el resultado ha tornado en el fracaso más absoluto y de ahí cosas como La Amenaza Fantasma (a la que en dos entregas le daremos lo suyo).

El Imperio Contrataca supone el punto de inflexión, no ya solo argumentalmente, sino también en hacer que la saga Star Wars eleve su historia más allá del rescate de princesas en castillos inexpugnables gobernados por un señor oscuro. El Episodio V supuso el verdadero comienzo de una epopeya donde los personajes cobraban mayor relevancia en lo que era bastante más que una extraordinaria película de aventuras. Ya desde un principio la película cuenta con una impresionante  batalla entre el Imperio y la rebelión en el planeta Hoth en una huida trepidante donde los rebeldes escapan una vez más de la aniquilación más absoluta. Un enfrentamiento que dista mucho de la poca humanidad reflejada en las batallas de la nueva saga sobre todo debido a un emborrachamiento de efectos especiales con soldados de cartón piedra, por no hablar de los inútiles droides. La maravilla de lo artesanal de la vieja trilogía se ve recompensada con creces incluso hasta nuestros días consiguiendo una ambientación mucho más realista que el logrado por el denostado fondo  croma.

Pero si por algo destaca el Episodio V es por suponer el viaje definitivo del aprendiz de Jedi Luke Skywalker. En el inhóspito planeta Dagoba reside una de las criaturas más extraordinarias que el séptimo arte nos ha regalado, me estoy refiriendo claro  al maestro Jedi Yoda. Un personaje que dio vida el director y marionetista Frank Oz. El director británico fue el encargado de darle voz y movimiento al emblemático personaje, además de que muchas de las expresiones faciales se basaron en el propio director como afirmó después en numerosas entrevistas Sin embargo, fue la sabiduría de Yoda la que nos sedujo ( “El tamaño no importa. ¿Por mi tamaño me juzgas? ¿Hmm? Hmm. Pues hacerlo no deberías. Pues mi aliada es la Fuerza, y una poderosa aliada es”.) y nos apasionó desde un principio testando la paciencia y el corazón del desorientado Luke hasta un triste final donde se reflejaba el dolor de un exilio obligado de un gran guerrero. Un entrenamiento que supuso el descubrimiento de los poderes de los Jedi, reflejados en esta saga como personas extraordinarios que lejos quedan de aquellos superhombres  capaces de todo en la barra libre de insensateces que supuso la segunda trilogía. Pero bueno, eso es otra historia para más adelante.

A pesar de que la irregular El Retorno del Jedi nos regala uno de los momentos más vibrantes de toda la saga en cuanto a enfrentamientos con espada laser se refiere, sin duda, una de  las batallas más longevas en el recuerdo de la gran pantalla se produce en El imperio Contrataca. No solo por ese final tan espectacular con una revelación que dejó atónito a cualquier espectador, sino por como se desarrolla de principio a fin. Vader no hace sino llevar a el joven Skywalker constantemente a su terreno, jugar con él probando sus actitudes intentando que recorra la misma senda que el antaño conocido como Anakin Skywalker recorrió hacia el lado oscuro de la fuerza. Durante la batalla somos capaces de percibir todo un abanico de emociones que van desde el miedo, la frustración, la ira hasta llegar finalmente a la negación. Una batalla láser que dista mucho de las coreografías robotizadas de la nueva saga, espectaculares también, todo sea dicho, pero que no reflejan esa humanidad y extensión de la trama que sí hacían las de la vieja saga. 

El Episodio V, a pesar de estar considera, como decimos, la mejor de la saga, también tiene posiblemente el gran "pero" de la franquicia, que consiste en dejar un punto del film totalmente abierto, que no es otro que la captura del Capitán Solo. Sin embargo, los efectos, personajes y un tono mucho más oscuro suponen un enorme salto de calidad con respecto a Una nueva Esperanza en una saga que se cerraría momentaneamente con El retorno del Jedi, una obra menor respecto a sus antecesoras que sin embargo cierra la trilogía holgadamente. No obstante, El Imperio Contrataca supone una de esas obras de obligado visonado para cualquier amante del cine más allá de que su título venga precedido por el buque insignia del siempre cuestionable Geroge Lucas.

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