Seguimiento de la 8ª temporada de El Séquito

Acompaña al Hollywood Gang en su última temporada 


Con un pequeño retraso debido a las vacaciones, recuperamos una de las secciones más visitadas del año pasado, el seguimiento veraniego de Entourage a cargo de nuestro colaborador Piscis. Pero este año los análisis vendrán cargados de nostalgia ya que los chicos de Queens se despiden tras 8 años en HBO con una última temporada de ocho episodios que podría continuar en una película. Pero como esas promesas ya nos suenan demasiado oídas tratándose sobre todo de series de la cadena estrella del cable americano, lo mejor va a ser que nos centremos en lo que tenemos entre manos, es decir, en los episodios en orden de emisión de la última temporada de El Séquito. Tras el salto tenéis el análisis del 8x01 y esta misma semana incorporaremos los del 8x02 y 8x03 para ponernos a su ritmo de emisión. 

8x01 - 24 de julio - Home Sweet Home - Nota: 6,5    

 

Oh yeah! Es oir la sintonía de Jane´s Adiction y una sensación de buen rollo invade tu cuerpo, te vienen a la cabeza los grandes momentos de la serie, sus constantes cameos y las fiestas; esas grandes noches de alcohol, mujeres y lagunas mentales que tantas veces han sufrido nuestros protagonistas. Hagamos un pequeño flashback para recordar cómo se quedaron las cosas.

Erik ha empezado su propio negocio de representantes junto a su colega Scott Lavin y va viento en popa, sin embargo, su relación con Sloan no tanto, ya que aunque éste le pidió matrimonio y ella aceptó, su futuro suegro quería que firmara un acuerdo prematrimonial, debido a que la chica está forrada, sin embargo esto lo le gustó un pelo al irlandés. Por otro lado, Tortuga empezó el negocio de distribución del tequila Avion, pero se da cuenta que la empresa no es tan fácil como parecía. Por otro lado, Drama encuentra al fin su sitio de la forma menos esperada: una serie de animación en la que él es el protagonista. Se trata de un gorila bobalicón demasiado humanizado para su gusto. Y finalmente Vince, el bueno de Vince, que entró en un torrente de adrenalina, emociones fuertes y una conocida actriz porno como novia que le llevó a resbalar y acabar cayendo en el mundo de las drogas y en el hospital gracias a una paliza propinada por el rapero Eminem, por no mencionar el arresto por posesión que sufrió en dicho centro.


Pero hoy es el día D. Meses han pasado (exactamente tres) desde que dejamos a nuestra estrella tocando fondo y no podía estar en mejor forma, totalmente recuperado y con ganas de reiniciar su carrera cuanto antes, asistimos a su última reunión como interno en una de esas clínicas de desintoxicación de L.A. que parecen un paraíso vacacional.

Todos están comprometidos a ayudar a Vince a reinsertarse en la sociedad, especialmente su hermano Drama que, de una manera casi obsesiva, está dejando la casa como una patena, libre de cualquier tipo de sustancia que pueda afectar a la fuerza de volutad de Vince (jarabe de la tos incluído). 

El pequeño irlandes no está pasando por su mejor momento sentimental. Si le dejamos a punto de subir al altar, ahora comprobamos que su relación parece rota definitivamente. Y es que devolver un anillo de compromiso de 30.000 pavos por correo sin certificar, dice mucho del poco aprecio que la chica chica guarda por E.


Erik y su socio Scott intentan amarrar a un nuevo pez para su estanque y no es otro que Johnny Galecki, conocido por interpretar al compañero de piso del insufrible Sheldon en la sitcom “The Big Bang Theory”, que al conocer que Sloane está soltera muestra su interés para desgracia de Erik y mofa de Scott. Una vez Galecki sale de la reunión, entra la ayudante. Ari está al teléfono y quiere saber si irá toda la pandilla junta a recoger a Vince. El cabreo de Erik aumenta exponencialmente. No sólo no ha sido el primero al que su mejor amigo le ha llamado para ir a recogerle, sino que probablemente no sea ni el último.

Ari sufre las consecuencias de su maltrecho matrimonio. Como su caprichosa mujer le ha echado de casa, su relación con sus hijos escasea, por eso uno de sus retoños se salta sus clases para ir a ver a papá al trabajo. Y es que las cosas en casa de los Gold no podrían estar más frias, a pesar de las visitas de Ari y sus constantes intentos por mejorar la mala situación matrimonial, su mujer no sólo no parece estar por la labor de arreglar las cosas, sino más bien todo lo contrario, ya que le comunica a su todavía marido que hay terceras personas. 


Vince abandona la clínica como la estrella que es, con decenas de fans fuera de los muros, gritando y con pancartas de apoyo. Lo primero es lo primero y toca debatir como reinsertar al recién salido de nuevo en la gran pantalla. Ari tiene un proyecto cerrado para dentro de unos meses, sin embargo Vince quiere ponerse de inmediato tras las cámaras y que mejor que con una experiencia personal. Los meses que ha estado encerrado sin contacto con el mundo más allá de los muros de la clínica le han hecho sentir la soledad, la incomunicación y se siente preparado para dirigir su particular visión del confinamiento que sufrieron unos mineros rumanos meses atrás, con él como protagonista y un perro labrador dispuestos a rescatar a los supervivientes. A pesar de que absolutamente todos piensan que la idea es pura basura (no hay más que ver la cara de desesperación de Ari), se sienten obligados a seguirle el rollo y animarle, ya que sería muy duro para Vince enfretarse a la verdad en su primer día en el exterior.

La pandilla llega a casa y Vince les comenta su necesidad inmediata: una buena fiesta. Propone unos cuantos clubs de moda, sin embargo sus amigos le convencen para montar una fiesta en casa con la intención de poder controlar más fácilmente a su amigo. Dicho y hecho, un par de llamadas y la gente va llegando. El director y amigo de Vince, Billy Walsh entra en escena para apoyar a su colega, ya que él también ha pasado por una situación similar debido a sus no pocas adiciones y ahora, aunque mentalmente sigue un poco jodido, se podría decir que lleva una vida sana y sobria. Sin embargo, Billy no llega sólo, sino que trae su particular “séquito”; un autobús lleno de pibones para la fiesta de su amigo y lo más sorprendente de todo es que según van entrando por la puerta las nombra a cada una de ellas como si las conociera de toda la vida. Cosas de Hollywood. 

La fiesta va avanzando. Por un lado Ari llega totalmente desesperado por un trago, difícil de conseguir en una fiesta sin alcohol, por otro lado Erik y Vince ponen al fin las cartas sobre la mesa y deciden tener esa conversación pendiente que se debían desde hacía horas. Vince le comenta el problema que durante temporadas ha ido tensando el hilo entre los dos amigos y ha sido la frontera entre los negocios y la amistad, una línea difícil de distinguir y más cuando tu mejor amigo es también tu agente. Al oir ésto, Erik se sincera con Vince y le hace ver que su idea no era tan buena como el actor pensaba en un principio.


Vince necesita meditar, así como sus amigos, que siguen preocupados por el comportamiento del recién ex-adicto. Una chica irrumpe en la habitación gritando que Vince está sufriendo un ataque por haber tomado cocaína. Todos salen como alma que lleva el diablo hasta llegar a la habitación de Vince, quien está tumbado tranquilamente sobre su cama. Les explica que necesitaba traerles para contarles que su intención no es la de volver a recaer y que sólamente quiere que todo vuelva a ser como antes y que sean sinceros con él. Pero no todo va bien. Drama les pregunta si no huelen a humo y comprobamos como gracias a Tortuga, una parte de la mansión arde en llamas mientras los bomberos hacen esfuerzos por extinguirlas. Y así como la casa, asistimos a la redención de Vince, que cual ave fénix renace de sus cenizas. 

Personalmente, he echado en falta alguna escena en la clínica de desintoxicación, con algún cameo tipo Lindsay Lohan buscando un camello o Charlie Sheen en su reunión anual, por lo que se hace evidente que estamos ante el ocaso de la serie y tienen prisa por cerrarla. Esperemos que de ser así tenga una buena traca final con escenas como la mítica de Ari despidiendo a base de bolazos de paintball. Por el momento, sentemonos y disfrutemos mientras dure.

8x02 - 31 de julio - Out With a Bang - Nota:              



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2 COMENTARIOS:

Tximinoman dijo...

Lo peor del comienzo de la serie es que esperaba que esta temporada se volviese algo más dramatica. Toda una temporada para que Vince toque fondo y al final ha quedado todo en un "bueno, tome drogas, jodi mi carrera, pero ya está, no volveremos a hablar del tema. NUNCA".

Vale que siempre ha sido una serie ligera, pero House también y al menos dedicó un capitulo de una hora (de los mejores de House) para su versión de "alguien voló sobre el nido del cuco" particular cuando al prota se le fue la olla. Joder es que es lo minimo, esto ha sido demasiado "venga coño, que ya está bien todo, vamos a seguir".

piscis dijo...

Creo que unos capitulos de tránsito en la clínica de desintoxicación hubieran dado juego, pero por lo que tengo entendido, la temporada final sólo tiene 8 capítulos. Además, ésta no es una serie de personajes como "Lost". Pisan el acelerador.

(Dios, lo que me ha costado pulsar las teclas).

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