Crítica de cine; Insidious

Refrito de tópicos al servicio de una propuesta original


Nota: 5,5

Lo mejor: que intenta innovar en el género.
Lo peor: que no lo intenta con demasiada fuerza.

Cuando en el cartel de una cinta se puede leer "del creador de Saw", es normal que el primer pensamiento que te venga a la cabeza combine multitud de miembros desparramados por el suelo y un guión más tramposo que las promos de audiencias de Telecinco, de ahí que llame poderosamente la atención que no podamos encontrar ningúno de esos dos elementos en Insidious. De hecho, la quinta película de James Wan (Saw 1, Sentencia de Muerte) huye del gore más que Phillip Seymour Hoffman de los yogures bajos en grasas y nos trae la propuesta fantasmagórica más original de los últimos años. Pero como suele suceder con este tipo de films, el riesgo es mínimo y los tan traidos tópicos de las cintas con casa encantada terminan haciendo acto de escena conduciendo al desastre lo que en algún punto estuvo destinado a ser un soplo de aire fresco en el género.


Desde el póster ya se encargan de reventarnos la primera buena sorpresa del film, "No es la casa la que está encantada" sino el niño gigante que ocupa el 80% del cartel. ¿Otra de posesiones? Por fortuna no, y si quieres disfrutar mínimamente la cinta no sigas leyendo. Resulta que el chaval tiene la capacidad de realizar viajes astrales, aunque como solo suceden por la noche siempre ha pensado que se trataba de sueños. Pero tras una escapada para ver El Gato al Agua (sus padres se lo tienen prohibido) el pequeño no regresa entrando en un aparente estado de coma. El tiempo pasa y extrañas presencias comienzan a manifestarse cerca del crío. Lo que intentan es volver a la vida ocupando el "recipiente vacío" mientras asustan por el camino a los sufridos progenitores, pero la verdadera pregunta es, ¿Dónde está realmente su hijo?

Una vez que Wan logra asentar esa premisa novedosa en lo que parecía la típica cinta de poltergeist, en su afán por resultar original no consigue cerrar del todo bien esa nueva imaginería creada en torno a los viajes astrales. Parece que al final no hay normas, que todo tiene que hacerse de esta forma porque lo dice la medium de turno que como tiene 120 años y cara de arpía seguro que sabe de lo que habla. Para que nos entendamos, incluso en el mundo de Freddy Krueger hay unas leyes de las que nadie se escapa: dentro de los sueños Freddy tiene el poder pero fuera es vulnerable. En Insidious no, basta un juego de luces y mucha niebla para crear un climax totalmente complaciente que tira por tierra todo el trabajo realizado.


Y da lástima porque más allá de esa premisa novedosa, los que se acerquen a Insidious también encontraran la ración de sustos efectivos de rigor e incluso a un villano (una especie de jefe fantasma) recreado con ciertas dosis de carisma, como una espeluznante máscara roja y un extraño fetiche con la costura. Tampoco resulta ningún aliciente su reparto capitaneado por Patrick Wilson (Watchmen) y Rose Byrne (Muere Otro Día), que compiten por ser la pareja más aburrida encerrada en una casa desde la última edición de Gran Hermano. Aún así, Insidious funcionará para los que busquen terror sin complicaciones pero dejará bastante frío al espectador más exigente.

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1 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

Pues si, y mira que la idea molaba.

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