Espías como nosotros.
Ficha de la serie: IMDB.
Entre tanta ficción televisiva de pacotilla centrada en el mundo de los agentes secretos (My Own Worst Enemy, Dollhouse) y con el hueco cubierto gracias a las divertidas Chuck y Burn Notice ¿Qué hace atractiva a la nueva serie de espías del canal AMC? Varias cosas. Para empezar se nos ha vendido como un tratamiento maduro y pausado del género alejado de las rebuscadas escenas de acción y el lujo al que nos tienen acostumbrados agentes como James Bond o incluso Jason Bourne. Pero también parte con el objetivo de cerrar el podio del olimpo televisivo que ha conquistado la cadena gracias a sus series Mad Men y Breaking Bad. ¿Necesitas más?
La primera temporada constará de 12 episodios y aunque ya se podía ver en la red su piloto desde hace unas semanas el pasado domingo fue el estreno oficial logrando el mejor debut del canal con 2 millones de espectadores. Y dado el mimo con el que en AMC cuidan sus series podemos asegurar que Rubicon tiene todas las papeletas para convertirse en una fija en la parrilla. Pero, ¿Ha estado a la altura de las altas expectativas?
1x01 - Gone in the teeth - 1 de agosto - Nota: 7,5.
Este primer episodio es uno de esos pilotos hechos con el corazón en vez de con la cabeza. En la primera entrega de cualquier serie lo que nos solemos encontrar es lo que por aquí denominamos "un episodio tipo", es decir, una muestra concentrada de las principales características del producto para que el espectador pueda decidir con argumentos si se convierte en asiduo o por el contrato desecha el programa. Esta fórmula responde más a una función principal del marketing televisivo que en un panorama tan saturado y volátil se ha vuelto casi obligatoria para toda cadena que aspire al éxito.
Inlcuso Mad Men y Breaking Bad se sirvieron de esta técnica para después conquistar todas las ceremonias de premios y batir los records de audiencia de la cadena. Es lo que llamamos un piloto hecho con cabeza. En Rubicon sucede todo lo contrario. En los 45 minutos que dura este Gone in The Teeth -y que realmente saben a poco- apenas se puede intuir la trama en torno a la que girará la temporada y el retrato de los personajes no deja de ser un mero esbozo.
Nos presentan al tímido Will Travers, la mente más brillante de una división secreta del gobierno encargada de crear y descifrar códigos militares. Lejos de la grandilocuencia de otros ejemplos del cine como Windtalkers o incluso Enigma aquí los personajes tienen más pinta de funcionarios que de agentes secretos y su trabajo consiste en pasarse horas tras su escritorio con cientos de documentos delante. El ambiente laboral de Travers se asemeja más el de una oficina de papelería que el de la mismísima The Office, pero eso es hasta que por casualidad descubre un mensaje escondido en los crucigramas de varios periódicos.
Con el hallazgo aún caliente decide acudir al despacho de su supervisor y a la vez suegro David, el cual resta importancia al suceso. Mientras tanto vamos conociendo a los compañeros de Will en la agencia, los cuales no se diferencian del plantel habitual de cualquier lugar de trabajo. De hecho el personaje de Maggie roza en exceso el tópico como la modosita madre soltera que lucha por conseguir una cita con nuestro introspectivo protagonista. Más tarde y sin perder la calma David aconseja telefónicamente a Will huir de la ciudad, pero ante las preguntas de este deciden quedar en una cafetería para aclarar la situación.
David nunca llega a la cafetería y poco después descubrimos que ha sido víctima de un accidente de tren. Will no tarda en relacionarlo con su descubrimiento gracias al hallazgo del coche del difunto en la parcela número 13 de la estación, algo imposible dado que David era un supersticioso enfermizo. Sin pensarlo decide abandonar la agencia en el justo momento en el que el jefazo Ingram le ofrece el puesto de su fallecido suegro. Will no se ve capaz de asumir la responsabilidad, el dolor por el fallecimiento de su esposa e hija en el 11-S ha vuelto a despertar tras el asesinato de su mentor y su estado de ánimo se encuentra por los suelos.
De vuelta en la oficina recibe una llamada en el despacho de David con extrañas instrucciones sobre una partida de ajedrez. Resulta que David mantenía contacto con un antiguo agente al que Will acude con las terribles noticias. Sin embargo el anciano se muestra muy temeroso y tras intercambiar 3 palabras de pésame con el joven decide despacharlo sin revelar prenda.
La única opción que le queda a nuestro protagonista para descubrir la verdad sobre el asesinato de su mentor es aceptar el ascenso y poder así conocer los secretos de la agencia. Y así termina el piloto de Rubicon, con Will en la planta superior del edificio recibiendo sus nuevas acreditaciones, mientras en el despacho de una lujosa mansión varios hombres discuten sobre el suicidio de un millonario y las complicaciones que puede traer para sus planes. Uno de los integrantes de dicha reunión es Ingram, el nuevo supervisor de Will.
Como habréis podido observar apenas se han dado un par de pinceladas sobre el retrato del protagonista, uno de los personajes más introspectivos y callados en torno al que jamás haya girado una serie. Además la trama central arranca a velocidad de crucero mientras los espectadores podemos disfrutar del paisaje. El encanto de Rubicon reside en observar el proceso mental de Will al resolver los diferentes acertijos aunque estos se nos antojen en ocasiones demasiado enrevesados.
Por otro lado las escenas sobre el suicidio del anciano aún no se pueden relacionar directamente con el entorno de Travers pero se toman su tiempo para dar sus cuotas de pantalla a la viuda. Una Baronesa Tyssen Miranda Richardson que por culpa de un desastroso cirujano ha perdido la belleza y el talento de antaño. Lo que está claro es que ambas tramas acabarán colisionando en lo que se nos presenta como una clara apuesta por el futuro. Una historia sólida y bien distribuida que escatima en detalles en favor del mejor suspense que debe ofrecer el género de principio a fin. Un piloto hecho con el corazón, que sin embargo será la cabeza del nuevo thriller de culto de la televisión estadounidense
1x02 - The First Day of School - 1 de agosto - Nota: 7
El segundo episodio de la nueva apuesta de AMC por los dramas maduros continúa calentando a fuego lento lo que se promete como una historia apasionante. Es cierto que el ritmo es inusualmente lento incluso para la cadena de Breaking Bad pero tan sólo estamos ante la segunda ración de Rubicon y ya sabemos que los productos de este canal suelen ser gustos adquiridos. De momento conservamos la fe.
Retomamos a nuestro protagonista más alicaído que nunca. De hecho se encuentra al borde del suicidio en una azotea. No es para menos tras perder a su jefe y a la vez el padre de su esposa fallecida. Vamos un dramón. Sólo el deseo de resolver la conspiración que envuelve a su agencia le disuade de cometer una estupidez.
Una vez en la oficina vemos como la novata del equipo llega con resaca ante la sorpresa de la recatada Maggie. No es un buen día para despistarse ya que que Will recibe el primer encargo del jefazo del edificio. Travers tendrá que coordinar a su equipo para conseguir información sobre los sujetos que aparecen en unas fotografías partiendo sólo de su rostro. Y además en 24 horas.
Mientras la viuda del millonario va a conocer el piso secreto que le dejó su marido en el testamento. El destino de esta trama es aún una incógnita para el espectador y sólo la extraña reunión entre el supervisor de Will, Ingram, y el mejor amigo de la viuda mantiene la conexión.
Will pide ayuda disimuladamente a un compañero para seguir investigando el tema de los crucigramas. Siguen apareciendo mensajes camuflados pero ni el patrón ni la autoría del código están claros. Tras mirar nostálgico fotos de su familia perdida, el espía encuentra unos códigos entre las cosas de David. Sólo su antiguo y anciano compañero Barry puede conocer la respuesta.
Una vez en casa del jubilado este le asegura que los códigos se pueden leer encontrando el libro de coordenadas correcto. Pero son decenas los utilizados para dicho cometido. Will se pone manos a ello. Y parece que encuentra algo. De paso aprovecha para meter algo de presión a su equipo con el tema de la identificación de los sujetos de la foto. No hay que olvidar que su trabajo real no puede resentirse por culpa de su investigación y mañana a primera hora tiene que dar cuentas al jefe. Parece que lo de hacerse obedecer no es lo suyo.
En su camino a casa parece que alguien le sigue. Asistimos a lo que se está volviendo un clásico en la serie. Escenas de persecuciones jugando con la paranoia de nuestro personaje. Pero su preocupación no tiene nada de exagerado. De hecho Ingram se está reuniendo con Maggie en ese momento para obtener todo tipo de información al respecto de Will. Parece que el interés amoroso de ella es real. Pero a la vez está siendo completamente manipulada por el villano.
Nuevo nexo de unión entre las dos tramas. Katherine descubre un trebol de cuatro hojas en el piso secreto de su marido mientras su supuesto mejor amigo mantiene otra reunión perturbadora con un pez gordo. Para mi gusto están siendo demasiado lentos en coordinar ambos ejes argumentales o por lo menos en darnos más pistas al respecto. Conservaremos la calma un par de capítulos más.
Al final del día Will está exhausto. Avanza demasiado lento en su investigación personal y sus empleados no consiguen progresos con las fotografías. Nuestro protagonista termina estallando en la sala de reuniones y les carga las pilas a grito pelado. Tras ese episodio de agresividad inusual en él sube de nuevo a la azotea. Pero está vez está demasiado enfadado para pensar en tirarse. Y no es para menos. Unos hombres le vigilan desde el edificio de enfrente. Sus descubrimientos están teniendo más éxito del que se piensa.
El principal problema para que Rubicon pase de ser una serie notable a convertirse en imprescindible es que apenas aporta novedades al género más allá de un tratamiento pausado, demasiado. Los personajes de la oficina siguen resultando algo tópicos y sólo el buen hacer tras las cámaras consigue elevar sobre la media lo que por el momento es un argumento a medio gas. Por lo menos nuestro protagonista parece evolucionar hacía derroteros más activos aunque su investigación avance a pasos de hormiga.
1x03 - Keep The Ends Out - 15 de agosto - Nota: 6,5
1x04 - The Outsider - 22 de agosto - Nota:
Próximamente.
3 COMENTARIOS:
Hostias, ya se ha estrenado?? Me descargué el preair en su momento y aún no lo he visto... tendré que ponerme las pilas.
Ess una gran serie que toma mucho vuelo a contar del capitulo 5. En el Antro la comentamos, somos un grupo pequeño, pero fascinados con la serie. Me alegre mucho al encontrar estos reviews. Los publicare citando su fuente. Saludos.
la serie no tiene pies ni cabeza está en la línea de la tomadura de pelo. tramas mucho más tramposas que en damages pero sin personajes tan buenos y sin escenarios creibles. cuando la he visto me he acordado de los absurdos giros de la primera temporada de 24. he terminado de verla para ver cómo (mal)ataban tanto cabo suelto. es un alivio que no tenga segunda temporada.
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