Seguimiento de la 3º temporada de Breaking bad

La cruz de Walter White.

3x01 - No más - 21 de marzo - Valoración: 8,5

Breaking Bad ha regresado respetando sus señas de identidad en un primer episodio que por desgracia sabe a -demasiado- poco. Nos encontramos apenas unas semanas después del brutal accidente de avión que cerraba la pasada temporada, un desastre provocado indirectamente por el asesinato de la novia drogadicta de Jesse a manos de Waltery cuyas 167 víctimas atormentan a ambos traficantes.

Tras una escena inicial a caballo entre el preciosismo y el misterio característico de los comienzos de temporadas anteriores nos reencontramos con un Walter que debe afrontar un divorcio propiciado por una Skyler que ha atado cabos descubriendo el "segundo trabajo" de su marido, pero que por respeto no dirá nada a las autoridades. El personaje principal está desmoralizado e intenta librarse de la culpa que le carcome por la muerte de los pasajeros de los aviones mientras se niega a sumir el fin de su matrimonio. El gerente de Pollo Rico le tienta con un trabajo valorado en 3 millones de dólares que este rechaza. Y es que aún conserva el medio millón que ganó con la última remesa de su particular producto sin saber realmente que hacer con tanto dinero más allá de intentar destruirlo.

Para Jesse las cosas tampoco están mucho mejor. El joven sale de rehabilitación también anímicamente hundido pero libre de drogas en su organismo y se va a vivir con Walter porque el uno es lo único que le queda al otro. Mientras, Walter Jr. muestra su enfado con su madre al no entender las razones del divorcio que ella ha propiciado y los tios Hank y Marie apenas hacen una aparición a modo de cameo confirmado que es imposible que los dos miembros de una pareja sean más bocazas.

En la otra cara del episodio nos encontramos con 2 misteriosos mexicanos que tras peregrinar hasta un extraño templo en el desierto emprenden un sangriento y silencioso camino hacía una meta que presuponemos será el paradero de Walter. No sabemos ni quiénes son ni qué es lo que quieren pero podemos suponer que son discípulos de un traficante rival que maquilla su empresa a modo de una secta con raices en el vudu, y que representan a los demonios que cada día están más cerca de cobrarle a Walter la deuda que está contrayendo con la sociedad. O puede que algo completamente diferente.

En Breaking Bad las cosas nunca han ido rápido y en este primer capítulo somos testigos de como los dos personajes principales intentan recomponer sus vidas hechaz pedazos al igual que los pasajeros de los dos 737 accidentados. Un dolor surgido de las consecuencias de unas elecciones equivocadas que situan a los protagonistas más lejos que nunca de volver a formar el rentable equipo de traficantes del que hemos disfrutado en las dos temporadas anteriores. Pero tranquilos, aún quedan 12 episodios hasta el 23 de mayo, día en el que en competición directa con el final de Perdidos concluirá esta 3º -y esperemos que no última- entrega de la delicatessen de la temporada (en ausencia de Dexter Morgan).

3x02 - Caballo sin nombre - 28 de marzo - Valoración: 9

Con uno de los mejores comienzos de toda la serie se abre un episodio que llena más que el anterior. Este 3x02 supone el ejemplo perfecto de lo que puede dar de si una fórmula que parece inagotable por la perfecta distribución de los golpes de humor, suspense y tensión. Por un lado tenemos a un Walter Jr. que se escapa de casa culpando a su madre y obligando al protagonista a doblar sus esfuerzos a la hora de suavizar las cosas con su mujer.

Lo que le sucede a Walt es que asume la culpa de Skylar y aumenta aún más el peso de una cruz sobrecargada por los cadaveres de la novia de Jesse y los pasajeros de los aviones. Por su parte Hank y Marie empiezan a sospechar que algo extraño ha propiciado el divorcio de sus cuñados, pero como todos sabemos, el agente necesita un plano hasta para atarse los cordones.

El que realmente presiona a Walter es el abogado Saul, que ante la negativa de este a continuar con el negocio contacta con Jesse, que no podria tener una idea más diferente en la cabeza. El chaval, ya recuperado de sus adicciones, decide utilizar el dinero para comprar la casa de sus padres arruinados y dejarles en la calle, todo eso tras intentar hacercarse a ellos ser rechazado varias veces. Por el momento no parece que ninguno siga interesado en la lucrativa empresa.

Pero Saul no pierde la esperanza y contacta con un matón para que vigile al mayor problema de Walter, su demasiado informada mujer. Y la curiosidad ha querido que el esbirro se cruce con los silenciosos y sádicos seguidores del culto a la Santa Muerte que persiguen a Walter, que un par de mensajes de móvil arriba y abajo, descubrimos que todo el mundo obedece al gerente de Pollo Rico. El que realmente no va a dejar pasar la mina de oro que es Walter White.

Un avance significativo de la trama contado con un sentido del ritmo que no deja de lado la intensidad de cada escena nos deja un episodio casi perfecto de Breaking Bad en la que una apetecible pizza ha sido testigo de la función desde un tejado.

3x03 - IFT - 4 de abril - Valoración: 9

 Un comienzo de temporada impresionante. Así se podrían definir los 3 primeros episodios de la tercera entrega de Breaking Bad, que en este IFT ya encauza todas sus tramas dejando espacio para golpes clásicos de la serie cargados de humor negro (y humo verde). Escenas como la que habre el episodio, realmente innecesaria, pero indudablemente divertida con un espectacular Danny Trejo en los instantes antes de que lo mataran y pusieran su cabeza sobre una tortuga en la pasada temporada.

Un recuerdo que no es casual, ya que el personaje de Hank sigue cobrando importancia con sus recurrentes ataques de pánico que resuelve con arrebatos de violencia, que por suerte no están centrados en las labores delictivas de Walter, de momento. 

Por parte del resto de la mafia mexicana, parece ser que todos responden al gerente de Pollos, y que el Cartel que respaldaba a Tuco está buscando venganza contra Walter y ha mandado a los primos, que no son otros que el par de matones adoradores de la Santa muerte. Mr. Pollos les pide que no se involucren con el protagonista hasta que hayan terminado todos los negocios que tienen juntos, y es que parece que aún alberga esperanzas de convencer a Walter para que acepte los 3 millones.

El que no tiene otra cosa que hacer además de cocinar es Jesse, que torturado por la muerte de su novia se encuentra en un punto muerto en el que se deja guiar hasta por el ser más despreciable de la serie, el abogado Saul. Cuando finalmente han cortado el servicio contestador de la chica que Jesse usaba para oir su voz ha sido la metáfora perfecta de que tiene que pasar página, pero parece que no le queda nada por lo que luchar.

Pero sin duda el lio gordo lo tiene Walter. Con Skyler rajando todo lo que sabe a su abogada y montando numeritos con la policía, el cabeza de familia ya no sabe que hacer. Finalmente decide tirar por el camino fácil. Le enseña el dinero a su mujer la que sorprendentemente le permite explicarse. Entonces ella en vez de pensárselo decide vengarse directamente. Skyler se acuesta con su jefe Ted y se lo suelta a Walter a muy mala leche. Walter White empieza a pagar sus deudas.

Un capítulo espectacular en el que todo comienza a estar en marcha. No dudamos que Jesse pronto requerirá los esfuerzos de Walter, que poco a poco esperemos que logre integrar su trabajo de narcotraficante en su vida diaria. Aunque a saber con cuantos tios se acostaría Skyler entonces.

3x04 - Green Ligth - 11 de abril - Valoración: 9,5

Este ha sido un episodio atípico en la corta historia de Breaking Bad. Por fin la historia avanza en todas las tramas a la vez consolidando la que desde ya es la mejor temporada de la serie. A un lado quedan las escenas cargadas de belleza y misterio para dejar paso sólamente a la belleza atando todos los cabos.

El episodio comienza con Jesse demostrando por qué Mr. Pollos no se fia de él. Y es que el joven se atreve a intercambiar su producto con la dependienta de una gasolinera al ver que no le queda dinero en la cartera. Y todo con una cámara de vigilancia delante y un policía a 2 metros. Por suerte consigue salirse con la suya para ir a visitar a un Walter que de una vez por todas ha perdido su trabajo en el instituto por insinuarse a su jefa. Todo en un intento a la desesperada por pagarle a Skyler con su misma moneda que acaba saliendo como casi todos los actos impulsivos de Walter: de la peor forma posible.

Algo parecido sucede cuando White acude al trabajo de su esposa dispuesto a enfrentarse a Ted. Una escena que aunque parezca demasiado típica para esta serie ha estado rodada con tal maestria que la impotencia de Walter se ha hecho visible en todo instante. Por momentos como el rebote de la maceta en la cristalera sin romperla esta serie merece diferenciarse de todos y cada uno de los productos audiovisuales que nos llegan en pleno siglo XXI. 

La visita de Jesse es para conseguir el número de Mr. Pollos para venderle una remesa que ha elaborado el chaval en solitario bajo la fórmula de Walter. Lejos de ayudarle, nuestro desquiciado protagonista se indigna ante la baja calidad del producto como si de un artista ante una mala imitación se tratara y acaba peleándose con su antiguo pupilo. Quién ni corto ni perezoso no duda en hacerle una visita a Saul. El hombre de las respuestas.

El repelente abogado (que parece sacado del Grand Theft Auto más bizarro) le traslada la oferta  Mr. Pollos por medio del matón multiusos pero inicialmente la rechaza para después pensárselo mejor. Su idea es pagarle a Jesse la mitad y hacerle llegar el resto a Walter digamos que en concepto de "derechos de autor". En realidad forma parte de una brillante estrategia para traer a Heisenberg de vuelta por una doble vía: mediante la presión que comenzará a ejercer Jesse sobre Walter al ver que sólo es capaz de conseguir la mitad del efectivo y  picando en la codicia del ahora desempleado profesor a la vez que le transmite su respeto. Y no me cabe duda de que nuestro "Obama traficante" se saldrá con la suya.

Por otro lado, este episodio ha supuesto el de mayor protagonismo para el cada vez más interesante Hank. El cuñado de Walter se resiste a volver a El Paso traumado por la explosión de Tortuga y utiliza como excusa el caso de la droga azul para permanecer en su comisaria. Sean por las razones que sean, el caso es que Hank saca al mejor policía que lleva dentro y consigue un importante avance en su búsqueda de Heisenberg logrando identificar la famosa caravana/laboratorio. Todo por culpa de Jesse y la droga que dejó en la gasolinera.

El pobre Walter me recuerda a Dexter Morgan en esta 3º temporada. Se multiplican por momentos los ojos puestos en su segundo empleo (ahora primero y único) y no me cabe ninguna duda de que en esta temporada tendrá que enfrentarse por lo menos a alguno de ellos. Supongo que se decantarán por cerrar la trama de los seguidores de La santa muerte y dejarán a Hank como la Debra de la serie del forense: siempre a un paso de atrapar a su hermano (brother in law en este caso).

Si en el anterior episodio la maquinaria se ponía en marcha en este ya trabaja a pleno rendimiento construyendo la mejor entrega televisiva del año a expensas del final de Perdidos y el retorno del ya mencionado Dexter Morgan. Una serie que apareció justo para coger el relevo a Tony Soprano y que es absolutamente capaz de heredar sus cotas de genialidad y pulso cinematográfico. Como véis, no puedo ser más optimista con Breaking Bad.

3x05 - Mas - 18 de abril - Valoración: 8,5

Un capítulo simple pero no por ello menos magistral que sus compañeros de temporada. El mismo día en el que conocemos que la serie tendrá una cuarta entrega asistimos a la decisión final de Walter de entrar de lleno en el mundo del narcotráfico. Y las cosas no podrían pintar mejor de no ser por un Hank que esta demasiado cerca de Jeese, nuevo rival de Heisenberg tras su conflictiva separación.

Mr. Pollos ha logrado finalmente convencer a Walter consolidando una unión que se promete altamente fructífera. Un acuerdo perfecto de no ser por la fecha de caducidad de los 3 meses, tras los cuales los primos adoradores de La Santa Muerte tendrán vía libre para cobrarse su venganza. Pero por el momento ya hemos conocido el nuevo lugar de trabajo de Heisenberg. Un laboratorio situado en el sótano de una lavanderia con todo el equipamiento necesario para producir la mejor muestra. Lo de la lavanderia como tapadera cuadra con la entrada de productos químicos y salida de gases en un brillante detalle de los guionistas que son capaces de hacernos creer que esta historia podría asemejarse a la realidad. 

Jeese por su parte sigue un poco niñato y lloriquea al abogado para que Walter no le ponga problemas a la hora de usar su fórmula. Pero Walter está más equilibrado que nunca y le deja por los suelos al contarle su nueva posición. El ex drogadicto responde con un típico ataque de ira (no le ha tirado al coche un cajero porque pesan demasiado) y se torna como rival del protagonista en un giro que puede terminar de varias formas.

Y es que Jeese es el principal sospechoso de un Hank más aplicado que nunca, que llega hasta la casa del colega de Jeese al que compró la autocaravana y encuentra una fotografía con el joven protagonista. Un final de capítulo que nos aventura preguntas complicadas para el siguiente episodio y la posibilidad de que la mierda no salpique a Walt usando a Jeese como cabeza de turco. 

Hank sigue robando escenas como el divertido momento voyeaur, que podría pasarle a cualquier protagonista de una cinta de acción pero que nunca nos cuentan. La parte dramática de su personaje también se expande con esa bien interpretada escena en la ducha en la que comprobamos que su irritante esposa ha sido relegada al plano de comparsa del policía. 

Otra muestra del equilibrio de Walter es que por fin se libra de Skyler y le firma el divorcio. Justo cuando ella está empezando a entender que su extendida venganza no tiene demasiada razón de ser. Pero Walter está cansado de seguir en la misma posición y mueve ficha aceptando las palabras de Mr. Pollos y creyendo que cumple con su deber. Y digo "creyendo" ya que no me ha terminado de gustar que el protagonista se vea tan influido por el hombre de negocios que ya nos ha demostrado que únicamente vela por sus propios intereses.

En definitiva se mantiene la que a este ritmo será la mejor temporada de la serie pero no puedo evitar sentir que han pisado el acelerador en los dos últimos capítulos en todos los frentes a la vez y me da miedo que no sepan mantener la velocidad y caigan en lo que podría ser un próximo capítulo intrascendente y lastrado por las expectativas. Pero si hay que tener fe en alguna serie es en Breaking Bad.

Y menudas fiestas que se monta el amigo Jeese:

 

3x06 - Sunset - 25 de abril - Valoración: 9

Tras varios capítulos sin aparecer por la serie, ya desde el comienzo de este 3x06 nos han querido dejar claro que los primos han vuelto.  Pero antes de llegar a ellos vemos como Walt sigue a rajatabla el discurso de Mr. Pollos sobre que un hombre tiene que abastecer a su familia aunque esta no le respete. Tras una conversación con una Skyler que ha pasado a segundo plano y la compra de una nueva casa por parte de un arrogante Walt asistimos al primer día en su nuevo trabajo (bolsita para el almuerzo inlcuida).

El ambiente en el laboratorio resulta ser de lo más tranquilo y amistoso imaginable. El nuevo compañero de Walt, Gale, es un empollón de la vieja escuela que no tarda ni 5 segundos en ganarse la simpatía de nuestro protagonista gracias a un cafe casero en una escena realmente divertida. De echo, todo lo que acontece en el laboratorio en este episodio es absolutamente magistral. Con dos hombres trabajando en lo que tranquilamente podría ser una bebida energética o líquido de frenos entre partidas de ajedrez y conversaciones sobre la división de partículas. Quizás se hayan puesto demasiado pedantes cuando Gale ha recitado el poema. Pero sin duda ha sido todo un acierto introducir en la trama ese nuevo entorno con ese personaje.

Tanta escena rozando la perfección hace que te olvides de que Hank está siguiendo a Jeese como si fuera su sombra. Justo cuando parece que el policía está estancado su mujer Marie (por fin secundona de verdad) le recuerda que Walt le "compró Marihuana" a Jeese hace meses y que podría saber algo. Hank decide llamar a Walter poniéndole sobre aviso y dándole un tiempo precioso para deshacerse de las pruebas, es decir, la autocaravana.

Con la ayuda de los nuevamente reclutados colegas de Jeese, Walt lleva el vehículo hasta un desguace para su destrucción. Justo en ese instante llega el joven avisado por sus secuaces trayendo a Hank consigo. Lo que sigue es una escena en la que la tensión llega a unos cotas tal altas que parecía el mismísimo final de temporada. Es una lástima que no hayan sabido jugar del todo bien con este acelerón de la historia y que todo se resuelva de la forma tan floja como lo ha hecho. Walt llama a Saul el cual obliga a su secretaria a llamar a Hank para que le mienta sobre un supuesto accidente que ha tenido su mujer y vaya así al hospital.

Este sería probablemente el mejor capítulo de toda la serie de no ser por una resolución tan patosa del clonficto, ya que si Hank es tan buen policía, ¿Cómo ni siquiera piensa en esa posibilidad e intenta llamar al teléfono móvil de su mujer?

Volviendo a los primos, estos se están convirtiendo en un serio problema para Mr. Pollos hasta el punto en el que este se ve obligado a ofrecer una muestra de respeto a los asesinos: les permitirá asesinar a Hank (ya que fue realmente quien disparó a Tuco) si dejan en paz a Walter. Una solución que complica las cosas dado el trabajo en la DEA de Hank pero que sin duda puede solucionar de un plumazo todos los conflictos que acechan a un Walt más feliz que nunca. Pero recordad que aún no estamos ni a mitad de temporada y todo parece estar demasiado orientado a un mismo final. ¿Con qué nos sorprenderán la semana que viene?

3x07 - One minute - 2 de mayo - Valoración:10

Que Breaking Bad tenía potencial para ser la sucesora de la absolutamente magistral Los Soprano lo sabíamos todos los seguidores de ambas series,pero con este 3x07 la teoria se confirma. En el canal ACM no solo saben crear unos guiones soberbios al servicio de los personajes junto a una realización cinematográfica, sino que además nos acaban de demostrar que manejan mejor que nadie la tensión y la épica de las escenas de acción (si, este no es el primer tiroteo, pero es sin duda el mejor).

El episodio ha comenzado con un extraño flashback centrado en la dura educación que recibieron los primos de Tuco por parte de tio antes de estar lisiado. Una escena que podría parecer innecesaria -aunque impecablemente rodada- y que coge una trascendencia especial con la muerte de los sicarios al final del episodio. Todos queríamos saber algo más sobre ellos y así nos lo han pagado. Pero no adelantemos acontecimientos.

Tras la burda jugarreta que le jugaron Walter y Jeese a Hank en el anterior episodio el policía decide tomarse la justicia por su mano y le mete una paliza al joven ex-drogadicto como las que le suelo dar yo a mi compañero Julen (Womak) al Tekken. En vez de intentar escurrir el bulto, Hank es consciente de que ha sido una acción poco meditada y fruto de la rabia y decide no mentir en su declaración demostrando que ante todo es un tio con honor. 

En un par de escenas observamos al grandullón derrumbarse frente a su esposa mientras le confiesa que se ha quedado muy tocado tras los tiroteos que ha tenido que afrontar ultimamente y que tras esta explosión ya está preparado para afrontar las consecuencias de sus actos. Esto es evolución de personajes y no cambiar la expresión de angustia por la de pasota (apúntatelo Jack Shepard).

Por su parte Aaron Paul nos regala su mejor escena como Jeese cuando le descubrimos totalmente desfigurado en el hospital. El joven está sediento de venganza y culpa a Walter de lo sucedido confesándole que en el caso de que le capturen cambiará su libertad por la cabeza del gran Heisenberg. Es entonces cuando la reticencia de Walter a tenerle como compañero desaparece, y es que donde va a estar más seguro que a su lado. El ex-profesor acude con normalidad al trabajo y se muestra hostil con Gale en otra muestra de automanipulación a la que el cincuentón nos tiene acostumbrados. El siguiente paso es convencer a Mr. Pollos de que Jeese es necesario y ofrecerle el trabajo, que tras un par de gritos acepta cegado por la pasta.

Esta estrategia de Walter solo puede calificarse tanto de brillante como de desesperada, y aunque me ha encantado la forma en la que nos la han planteado no puedo evitar lamentarme al ver que la relación entre ambos personajes se aleja de la rivalidad que tanto prometía para acercarse más a los orígenes de la serie.

Tras una escena típica de los primos con el traficante de armas (a quien no haya pensado que el tipo estaba muerto le regalo una bolsa de chuches) llegamos a uno de los mejores climax jamás vistos en la televisión. Con su nuevo trabajo Jeese decide retirar la denuncia contra Hank. Una noticia que el policía recibe como la recompensa a su nueva actitud ante la vida. Más feliz que Sawyer el día que logró acostarse con Kate el alopécico agente compra unas flores y se pone rumbo a su hogar para contarle las buenas noticias a su esposa.

Una situación tan idílica olía a kilómetros que estaba a punto de estallar. Pero los guionistas nos han vuelto a demostrar que no toman por tontos a los espectadores y logran anular esa previsibilidad con una tensión generada por una llamada anónima (¿Mr. Pollos?) que le advierte del inminente ataque de los primos exactamente dentro de un minuto. Justo cuando Hank va a sufrir otro ataque de pánico los sicarios entran en escena y comienza una de las mejores escenas de acción que un servidor ha tenido la oportunidad de ver.

Cuando todo parece perdido para el grandullón el destino le vuelve a recompensar: la bala que el traficante regaló a uno de los primos se cae de su bolsillo y va a parar junto a un herido Hank, que en el último minuto logra cargar su pistola y asesinar al prepotente primo superviviente. ¿Logrará Hank

3x08 - I see you - 9 de mayo - Valoración: 8

A su salida del hospital Jeese coincide con la ambulancia que trae a Hank, que tras el atropello sufrido por parte de Desmond esperemos que haya recordado su paso por la isla. El joven ex drogadicto se queda alucinado tras la coincidencia y durante un momento se propone desvelar la raíz de todas esas extrañas casualidad y resolver todos los misterios relativos a Jacob y la isla y...ah no espera, que por momentos Perdidos se ha apoderado de Breaking Bad, aunque tanto la reacción de Jeese al coincidir con Hank y su posterior satisfacción son mucho más creibles que los comportamientos de los losties.

Una vez en el laboratorio vemos por última vez al pobre Gale pedir explicaciones a Walter. Un discurso que casi cuela de no ser porque llega el nuevo ayudante -perdón, compañero- desplegando su inigualable carisma. Tras la marcha del despedido para ir corriendo a llorar sobre su oso de peluche Jeese da la noticia a Walter del tiroteo de Hank. El cocinero jefe tiene que abandonar el laboratorio dejando solo a ese peligro andante que es su nuevo socio el primer día de colaboración.

Una vez en el hospital el episodio se dilata demasiado dando excesivo protagonismo a la siempre histérica y desproporcionada Marie y dejando el estado de Hank en un misterio y suspenso apenas revelado durante todo el capítulo. Walter intenta cumplir como cabeza de familia pero Jeese la está liando en el lugar de trabajo llamando la atención del vigilante Gus en un divertido contraste con la forma de trabajo de Gale. Está claro que los protagonistas no volverán a beber el mejor café del mundo.

Pero Mr Pollos tiene un buen día. No sólo es uno de los principales benefactores de la DEA sino que además se presenta en el hospital reventando las excusas de Walter y cediendo ante el retraso en la próxima entrega que le propone nuestro protagonista. Una contrariedad aceptable teniendo en cuenta que la situación con los primos de Tuco ha salido de la mejor forma posible y encima la policía está cargando contra el origen de todos sus problemas: el cartel mexicano que le suministraba la droga. 

Con su principal competidor abatido Walter goza de la mejor posición bajo el ala de Mr. Pollos trabajando bajo sus propias condiciones y con menos amenazas que nunca. Ahora el problema será controlar a su compañero y lograr cumplir los plazos. Hank tardará un tiempo en recuperarse y la investigación policial de momento está estancada.

En este tipo de episodios de transición donde realmente no pasan grandes cosas porque sino la intensidad del ritmo seria imposible de mantener entre episodios (un hecho logrado en la segunda parte de la cuarta temporada de Dexter) es cuando las series demuestran su calidad con momentos como el último ataque del gemelo o la redada en casa del traficante Juan con Mr Pollos al teléfono. Y aún quedan 5 episodios de temporada.

3x09 - Kafkaesque - 16 de mayo - Valoración: 8,5

Tras un brillante comienzo que ensalza la faceta de negociante de Mr. Pollos en una graciosa comparación de su negocio legal con el ilegal comienza uno de esos episodios de transición que toda serie necesita para que descansemos entre los momentos fuertes de la temporada. Pero a estas alturas todos sabemos que BB no es como cualquier otra serie e incluso en capítulos de este tipo la genialidad se hace patente en cada escena.

Walter y Jesse ya han recuperado su habitual estilo de trabajo y funcionan a la perfección en el laboratorio secreto, pero la ambición del joven es más grande de lo que todos pensábamos y no tarda en exigir más dinero. Ante la negativa -lógica- de Walter el chaval se queda con la mosca detrás de la oreja y se va a terapia. Aunque no parece que le sirva de mucho.

Nuestro protagonista vuelve al hospital donde Hank que evoluciona favorablemente e incluso está recuperando su sentido del humor. El policía confiesa que está vivo gracias a que alguien le avisó y Walt empieza a atar cabos en torno a Mr Pollos. Por su parte Marie sigue demostrando porque tiene se lleva de calle el título del personaje más insufrible de la serie y todo a su alrededor son follones. Ahora resulta que la cobertura sanitaria de su seguro no le parece adecuada y necesita una gran cantidad de dinero para pagarle a su marido una rehabilitación de lujo. Un dinero que su hermana puede conseguirle.

Por otro lado Saul introduce a Jesse en el blanqueo profesional de dinero montándole un salón de belleza que no parece interesarle mucho a ex drogadicto, ya que al sentirse ofendido por el alto interés que le piensa cobrar en comparación con el que ha negociado con Walter se larga sin pensárselo dos veces En ese mismo instante Walter y Mr Pollos están reunidos. El cocinero se muestra sincero ante su nuevo jefe y le confiesa que no sabe qué pasará tras los 3 meses de "contrato", a lo que Mr. Pollos responde alargándoselo hasta el año completo, lo que supondrán 15 millones de dólares para nuestro protagonistas.

La cifra marea a Walter que sufre el típico ataque de "complejo de dios" al volante de su coche. En ese mismo momento Jesse está abriéndose a su grupo de terapia con una historia jodidamente real que ejemplifica el infierno en el que estaba metido cuando consumía drogas. Ante tal arranque de sinceridad parecía que el joven se encontraba finalmente a gusto en las sesiones pero tras volver a reunir a su antigua pandilla no tarda en introducirlos en el programa para aprovecharse del resto de enfermos ansiosos de cualquier tipo de sustancia.

Y es que el plan de Jesse es robar poco a poco a Walter en el laboratorio sin que este se de cuenta. Pero no nos cabe duda de que Mr Pollos no lo pasará por alto. Por su parte en el hospital Skyler despierta de la estupidez congénita de la que ha hecho gala durante toda la serie e inventa una rocambolesca historia en la que su marido es una especie de Rain Man cuenta-cartas para justificar el dinero que le van a prestar a Marie y Hank. Pero que sea capaz de cubrirle el culo a su marido no significa que haya enterrado el hacha de guerra, ya que la rubia sospecha -no sin razón- que Walter tiene parte de culpa en lo que le ha sucedido al policía.

Entre las largas que le ha dado a Ted y la pedazo de historia que se ha inventado para justificar el dinero Skyler ha ganado varios puntos de cara a la audiencia pero también parece más predispuesta que nunca a ir en contra de Walter, aunque por lo menos sea acojonándole psicológicamente. Sin duda el mejor momento de un episodio que podríamos considerar como de los más flojos de esta increible temporada. (¿Se echa de menos a los primos eh?)

3x10 - Fly - 23 de mayo - Valoración: 7

 A estas alturas utilizar un capítulo entero para mostrarnos el complicado momento que atraviesa la cordura de Walter White es a todas luces innecesario. Pero esto es Breaking Bad, y aquí lograrían colarnos hasta un paseo por el parque. Y este que todos los problemas de nuestro protagonista se focalizan en una pequeña mosca que "contamina" su laboratorio.  A lo largo de 45 minutos el cocinero se dedicará a intentar cazarla junto a su ayudante, el veradero parásito que se intenta defender torpemente de las acusaciones de robo. 

Cuando Jesse llega al laboratorio para comenzar una jornada de trabajo Walter se encuentra histérico intentando cazar una mosca. A partir de aquí el episodio se vuelve una tremenda metáfora sobre los problemas de Walter centrados en el único lugar que hasta hace poco era perfecto, su burbuja laboratorio. El científico ha estado haciendo cuentas y no le cuadran las pequeñas pérdidas que Jesse intenta justificar de modos incromprensiblemente ridículos. 

Pero antes de acusar a su compañero, al que precisamente prefiere tener cerca para controlarle mejor, nuestro protagonista vuelve a tener un episodio de enajenación de esos de los que hace gala desde el primer capítulo y decide que su tarea prioritaria es cazar una mosca que contamina el espacio de trabajo. Así 45 minutos. 

Tras hilarantes escenas propias de una serie de dibujos animados, los científicos salen del laboratorio y es entonces cuando Walter advierte a Jesse que no podrá protegerle si Mr. Pollos se entera de que alguien está robando material. Jesse obviamente no admite nada y a parece ser que tampoco tiene pensado reducir el ritmo de trapicheo. ¿Llegará el momento en el que Walter se vea obligado a aplastar a su socio como si de una mosca se tarara?

3x11 - Abiquiu - 30 de mayo - Valoración: 9

En el tercio final de la temporada asistimos a la cimentación del negocio criminal de Walter White. Aunque este no es el mejor capítulo de esta granciosa tercera entrega, en él si que tiene lugar un hecho clave que reconfigura por completo la vida de nuestro protagonista. Y todo parece indicar que las cosas van por el buen camino, pero claro, es complicado atar todos los cabos con la misma fuerza.

Uno de esos nudos que se deshilacha poco a poco es Jesse, que abre el episodio con una enternecedora escena en la que se nos muestra lo feliz que es capaz de ser el chaval cuando está enamorado. Pasan los títulos y nos encontramos a Hank colgado. Literalmente. El policía se encuentra en pleno proceso de rehabilitación y su humor no podría estar más en consonancia con el terrible dolor que tiene que estar padeciendo. Marie aprovecha que Skyler se pasa a saludar para entregarle la primera factura de la costosa recuperación que el matrimonio prometió pagar con los beneficios de "las partidas de cartas".

Mientras tanto Jesse sigue intentando poner a flote su negocio paralelo pero parece que sus compinches, infiltrados en la terapia que recuperó al joven protagonista, no logran vender el producto. Jesse elige a una chica como objetivo y se dispone a realizar la tarea él mismo. En casa de Walter se vive la primera cena en familia desde hace mucho tiempo, es entonces cuando Skyler aprovecha y le da la factura a Walter. Es en ese momento cuando la contable acostumbrada al fraude que lleva dentro sale a la luz y se interesa por el origen del efectivo.

Asistimos ahora a una hilarante escena con Walt presentando a su mujer al abogado Saul, ese personaje que parece salido del GTA Vice city, y que no convence para nada a la administrativa con su tapadera de Laser Tag. La rubia va ganando puntos. El que también espabila de golpe es Jesse cuando se entera de que la chica tiene un hijo. Se olvida entonces de la droga y se sumerje en una extraña relación con el crío y la madre ante la desaprobación de la abuela.

Por su parte Skyler lo tiene claro y abre los ojos de Walter llevándole al lavadero de coches donde el hombre trabajó durante 4 años. Esa es la opción más lógica a la hora de utilizar una tapadera para lavar dinero. Walter conoce el negocio y nadie sospecharía pero como rápidamente les recuerda Saul, en este lugar no tienen a un gerente que sepa llevar el negocio y haga la vista gorda. Lo que parecía la idea del siglo se desinfla en el acto. ¿O no? Pues no, ya que la rubia se ofrece para llevar el negocio en un giro que la sitúa como cómplice directa de su marido. Ya que ella también utiliza el dinero por qué no contribuir a su blanqueo. Sin duda una estrategia brillante que cubre muchos huecos en el creciente imperio de nuestro protagonista.

Pero es entonces cuando tiene lugar la escena extraña del episodio. Mr Pollos invita a Walter a cenar a casa y nunca llegas a saber realmente si el jefe sabe lo de Jesse o no. Tras un intercambio de filosofías, el anfitrión aconseja a Walter que nunca cometa el mismo error dos veces. ¿Se refiere a confiar en su ayudante? Podría ser que si, ya que Mr Pollos ante todo es diplomacia pura y es una situación que tiene controlada y apenas le repercute pérdidas. 

Pero Jesse ya se empieza a hacer una idea de que vive en un mundo extraño y peligroso cuando descubre en la que probablemente sea la escena más desgarradora de toda la serie que el niño que asesinó a su vendedor hace unos meses es el hermano de diez años de su nueva novia. ¿Redención a la vista? Quizás sea demasiado tarde.

3x12 - Half measures - 6 de junio - Valoración:9,5

Ya sé que estáis ansiosos por comentar el final del episodio, seguramente la mejor conclusión individual de las 3 temporadas de Breaking Bad, pero aunque sea difícil recordar lo que sucede antes de ese espectacular enfrentamiento conviene recordar como ha llegado la situación a un punto tan extremo y desesperado. Todo ha comenzado con una puta. 

En otra magistral apertura de capítulo en la mejor línea de la serie nos es mostrado el día a día de una prostituta barata. Uno de esos personajes melancólicos y humanos que pululan por el universo de Breaking Bad y cuyo peso en la trama nos será revelado más adelante. De momento Walter tiene suficiente con las pegas de Skyler sobre el blanqueo de dinero. La señora está empeñada en ser la nueva gerente del lavado de coches y Walter parece que poco a poco va entrando por el aro. Pero el científico tiene problemas más actuales de los que ocuparse.

Jesse se ha quedado impactado al descubrir que la organización para la que trabaja utilizó a un niño para asesinar a su antiguo camello y se ha propuesto eliminar a los dos esbirros de Mr. Pollos que se encargaron de organizarlo todo. En un intento desesperado intenta convencer a Walter para que le ayude pero nuestro protagonista le aconseja fervientemente que desista de su empeño. Y aquí entra en juego la puta del principio. El plan del joven es envenenar la comida que la chica de compañía lleva todos los días a los camellos y así librarse de esa lacra, y ni su compañero ni el abogado Saul van a conseguir que desista de su empeño.

El que suena algo más convincente es el esbirro preferido de Mr. Pollos al que a partir de ahora llamaremos Hitman. El matón alopécico le hace una pequeña visita a Walter para contarle una "bonita" historia. El mensaje viene a ser que no está dispuesto a dejar ningún cabo suelto y que no van a dejar que Jesse se salga de rositas. Es un gran acierto dar más peso a un personaje que aún habiendo salido poco y seguir siendo misterioso es capaz de llenar la pantalla con un gesto amenazador o un arqueo de cejas.

Cuando parece que todo está en su sitio para cometer el asesinato doble Hitman aparece por sorpresa y se lleva a Jesse en una de las escenas más tensas que recuerdo. El camino se hace largo pero la tranquilidad se hace presente cuando el joven ve el coche de Walter aparcado fuera del almacén al que le están llevando. En su interior tiene lugar otro ejercicio de diplomacia de ese hombre de negocios del año que es Mr. Pollos. Lo que pretende el jefe es convencer a Jesse para que desista de su misión obligándole a hacer las paces con los traficantes. La condición es que no utilicen más niños para sus chanchullos. Todo solucionado. Demasiado fácil, ¿Verdad?

Mientras tanto Hank sigue qujándose en el hospital. Esta es la parte del episodio que sirve para relajar la tensión y que en efecto funciona gracias a un ingenioso chiste de la hermana de Skyler preguntandole a Walter Jr. si su padre le ha enseñado a jugar a las cartas y a los poco ortodoxos -aunque evidentemente efectivos- métodos para devolver a su marido a casa. Pero cuando parece que todo ha vuelto a su sitio Jesse recibe la noticia de que el niño que originó todo ha muerto, seguramente asesinado por sus antiguos jefes. El niño no era un chaval cualquiera, era el hermano de su nueva novia y representa el tope de atrocidades que Jesse está dispuesto a aguantar. Ya ni Mr. Pollos va a impedir que ejecute a los raperos.

Por su parte Walter escucha la noticia en casa y tarda unos minutos en reaccionar. Ante la duda sobre la implicación de su ayudante en el asunto no duda en salir escopetado (ya no tiene que inventarse excusas para su mujer). Mientras tanto vemos a Jesse totalmente colocado a punto de hacer una estupidez. Es entonces cuando tiene lugar otro de esos duelos de ese oeste moderno que han convertido en distintivo de la serie y donde el chaval tiene toda las de perder. Cuando ya nos habíamos olvidado de Walter este irrumpe con su coche híbrido y atropella a los traficantes. Sin dudarlo un instante se baja del coche y remata a uno de ellos con su propia pistola. "Corre", es lo único que sale de su boca, y nosotros somos incapaces de cerrar las nuestras. ¿Y ahora qué?

3x13 - Full Measures - 13 de junio - Valoración: 9

Ya está. Nos hemos quedado oficialmente huérfanos esta temporada. Pero ojalá todas las despedidas fueran así de dulces. Las expectativas ante el final de la 3º entrega de Breaking Bad estaban enormemente altas, que es lo que sucede cuando toda serie llega a su punto máximo de calidad tras una carrera de fondo. Ya podemos hablar de esta serie como del mejor producto televisivo de los últimos años, pero aún así no puedo evitar tener ciertos peros, como un desarrollo algo precipitado de los acontecimientos de esta final o una sensación de poca globalidad en el conjunto de la temporada. Aún así la principal queja es que quedan 9 meses para descubrir qué sucede con nuestros protagonistas.

El comiendo del episodio nos ha mostrado a unos jóvenes Walter y Skyler llenos de ilusiones durante la compra de su casa. No creo haber sido el único que se ha inquietado ante el rotundo optimismo de nuestro protagonista pensando en los hechos que cerraron el último capítulo y que sin duda tendrán una repercusión en la vida de la pareja que cambiará todo para siempre. No nos quieren dejar con la tensión todo el episodio ya que estaríamos ante un climax continuo capaz de agotar a cualquier espectador así que deciden zanjar rápido el destino de Walter Heisenberg.

Observamos al científico inquieto en su vehículo. Parece que ha decidido entregarse a su jefe y mostrar todas las cartas sobre la mesa. Walter se pone su sombrero, se agarra los machos y sale del vehículo dispuesto a afrontar su destino, pero ya no es Walter White, sino Heisenberg, y su instinto de supervivencia logra convencer a Mr. Pollos para que mire hacia otro lado, eso sí, con la condición de readmitir a Gale de por medio. Una tregua aparente, ya que a nadie se le escapa que lo único que pretenden ambos bandos en ganar tiempo mientras consigue poner a salvo a Jesse uno y se hace con la fórmula de la droga el otro. 

Y aquí empieza la mejor escena de toda la serie y seguramente de todo el año en la pequeña pantalla. A ritmo de una música típica de Shaft, Hitman hace honor a su apellido y vacía un almacén de matones al más puro estilo Tarantino (zapato incluido). Desde el incio con los globos al final obligando al asiático herido a recoger el zapato esta secuencia es absolutamente perfecta por todos lados. Resulta que dicho almacén es uno de los principales suministradores de productos químicos de Mr. Pollos y llevaban varios días sin contestar a sus llamadas secuestrados por el vengativo cartel.

Mientras Hitman se encarga de los trapos sucios Mr. Pollos se marca otra visita casera en la mejor línea de Bree Van de Kamp con Gale. El jefe le muestra al empleado su intención de que un futuro cercano este suceda a Heisenberg como cocinero principal, y es que nuestro protagonista ya se ha convertido oficialmente en un foco de conflicto para el empresario del año, es decir, en un problema que hay que eliminar. Y ya sabemos que Mr. Pollos no es de los que se andan con chiquitas.

Por su parte Hitman emprende ahora la búsqueda de Jesse, y como conoce su trabajo perfectamente comienza por interrogar al pérfido abogado. Contra todo pronóstico Saul aguanta más de lo esperado antes de largar la dirección donde se esconde el fugitivo....que resulta ser inventida y encima ni existe. Al final va a resultar que no hizo pira en todas las clases de Ética en la universidad. Una vez que se ha librado del matón queda con Heisenberg y Jesse en su negocio de Laser Tag para actualizar la situación. ¿En resumen? Están jodidos.

Al final deciden que su mejor opción es conservar la única ventaja que tienen, es decir, la fórmula de la droga azul que tantos beneficios le está generando al empresario. Y para salvaguardar dicho secreto sólo tienen que eliminar al único aparte de ellos que conoce la fórmula: el pobre Gale. El mismo Heisenberg se va a encargar del asunto haciendo que parezca un accidente, pero justo cuando sale de su casa dispuesto a cometer otro asesinato Hitman interviene. Con la excusa de una fuga en su laboratorio se dispone a asesinar a nuestro protagonista. En este punto Heisenberg vuelve a dejar paso a Walter y este comienza a lloriquear prometiendo el paradero de Jesse si le perdonan la vida. Le permiten llamar a su compañero para quedar con él y tenderle una emboscada pero el que se la ha jugado es Heisenberg, que ha fingido la bajada de pantalones para jugar su última carta: que sea Jesse el que asesine a Gale. Y con esa ejecución mostrada como si la bala fuera directa a nuestro cerebro termina la 3º temporada de Breaking Bad

Dejando a un lado las imperiosas ganas de MÁS que nos ha dejado a todos este final, tampoco creo que ningún fan haya pasado por alto la escasa sensación de conjunto que ha desprendido la temporada. Con un comienzo muy bien definido con la amenaza mexicana como principal problema a resolver, la trama ha ido evolucionando hasta introducir a los protagonistas de lleno en el entramado criminal de Mr. Pollos. Pero si os fijáis, esta historia no deja de ser la versión ampliada de lo sucedido con Tuco. Y es que como viene siendo habitual Walter y Jesse no suelen terminar bien con sus socios externos.

Por tanto sólo podemos acusar a esta temporada de engrandecer en todos los sentidos a los elementos con los que ya contábamos, y esa sensación de vacío que sentimos una vez ha terminado se debe simplemente a que sólo hemos asistido a otra piedra en el titánico camino de Heisenberg en el mundo de los traficantes, y no a la conclusión de una etapa. Los ciclos en Breaking Bad son tan sutiles gracias a ese perfecto sentido de la evolución de los personajes y las tramas de la que hacen gala sus guionistas conformando una globalidad en constante ascenso hasta la cima de la calidad. Queda Breaking Bad para rato.

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