Tim Robbins nunca se ha tomado demasiado en serio su carrera como realizador. Haciendo gala de una de las poses más intelectualoides de Hollywood, el actor se ha servido de esos vehículos para volcar su ideología -con buena mano, eso sí- más que para contarnos grandes historias. Desde que en la década de 1990 probara suerte tras las cámaras con Bob Roberts (una especie de Los Idus de Marzo en clave documental), lo intentó dos veces más con las algo reconocidas Dead Man Walking y Abajo el Telón. Desde entonces, el intérprete no ha vuelto a posar su trasero en la silla de la dirección.
Tras 13 años, aunque con algunos trabajitos en televisión como ciertos episodios de Treme y una versión teatral de 1984, el actor quiere volver a explotar esa faceta en la gran pantalla y regresa a la realización con City of Lies, la adaptación de una historia corta de Arthur Philips que versa sobre el romance entre dos espías en Praga con misiones completamente distintas. El libreto corre a cargo de los scripters de Capitán América, Christopher Markus y Stephen McFeely, y no se atisba crítica social por el camino.
Tras 13 años, aunque con algunos trabajitos en televisión como ciertos episodios de Treme y una versión teatral de 1984, el actor quiere volver a explotar esa faceta en la gran pantalla y regresa a la realización con City of Lies, la adaptación de una historia corta de Arthur Philips que versa sobre el romance entre dos espías en Praga con misiones completamente distintas. El libreto corre a cargo de los scripters de Capitán América, Christopher Markus y Stephen McFeely, y no se atisba crítica social por el camino.
Vía THR
1 COMENTARIOS:
Yo ví esa obra de teatro y me quería arrancar los ojos. La película de John Hurt tampoco es buena. 1984 es inadaptable.
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