Nota: 8,5
Lo mejor: pocas películas dejan una sensación tan "buenrollera" al terminar.
Lo peor: un desaprovechado Harvey Keitel.
Siempre que uno acude a una sala de cine a ver una película
de Wes Anderson es norma obligatoria
ser consciente de ante qué tipo de cineasta estás exponiendo tu tiempo y
dinero. Anderson pertenece a ese elenco de directores que generan las llamadas películas de autor, un grupo
de visionarios (Paul Thomas Anderson, Terrence Malick, Tarantino… ) en cuyas
obras quedan reflejadas ciertas características que forman sus sellos personales
con unas excentricidades en ocasiones fantásticas, y en otras no tanto. Sin duda,
Wes Anderson ha dejado plasmada esta
etiqueta en toda su filmografía, ya sea a lo largo de la grandiosa The Royal Tenenbaums, en la más reciente Fantastico Mr.Fox, o en una Life
Acuatic que quizás se pase de marciana. De todas formas, Moonrise
Kingdom supone ya su séptima película (sin contar el fantástico corto Hotel Chevalier) y qué duda cabe que el
aroma del director americano se inhala por doquier. No obstante, quizás estemos
ante su obra menos pretenciosa, más directa al corazón y que sin dejar de usar el lenguaje
propio de Anderson consigue conectar con todo tipo de espectadores gracias a su brutal belleza.
En esta ocasión, el realizador
nos traslada a una fábula de amor preadolescente en el verano de 1965 en una
pequeña y peculiar isla de Nueva Inglaterra. El protagonista es Sam (Jared Gilman), un huérfano inadaptado que no encuentra su sitio, incapaz de empatizar con los demás chicos del campamento y ni
mucho menos con sus tutores. En cambio, Suzy
(Kara Hayward) vive rodeada de sus
tres hermanos pequeños y sus padres, cuya tormentosa vida conyugal es uno de los
muchos problemas de los que
quiere evadirse, ya sea mediante la fantasía que le otorga la literatura, gracias a un
secreto, a la promesa de una aventura o, por supuesto, a sus adorados prismáticos.
Tras un breve encuentro de la joven pareja, ambos deciden preparar la fuga de sus
respectivas vidas, un viaje cuya finalidad no es otra que olvidar todo lo
intrascendente que les rodea, todos los problemas de la estupidez humana de los
que irremediablemente todos llegamos a
ser parte. Simplemente, nos encontramos a dos niños buscando la felicidad en el
sentido más puro de la palabra en un rinconcito del mundo llamado Moonrise Kingdom. Todo ello provocará
la desesperante búsqueda de los prófugos generando una tormenta de emociones
que precederá a la calma que todos pretendemos encontrar.
El universo de Wes
Anderson siempre abarca familias desarboladas lejos de cualquier estereotipo
americano que no pocos odiamos (como Los
Brady o cualquier otra familia perfecta alejada
de cualquier semejanza con la realidad), consecuencia también de la complejidad
de las relaciones interpersonales y las disfunciones de estas, las
frustraciones del tiempo, de la pérdida de ilusión, de la pertenencia a un
engranaje donde nuestra única labor es realizar lo que se espera de nosotros.
La infelicidad tiene muchas formas, y todas ellas se hacen visibles a medida que el
corazón humano gana en emociones y en complejidad. Lo que logra Anderson es trasladar la simpleza de un
sentimiento generalizado en cualquier lugar del planeta a la dulce fuga de unos pequeños que
desgraciadamente ven el mundo tal cual es antes de tiempo.
También espectacular es sin duda la química existente
entre la debutante pareja protagonista. Un trabajo sin reparos que también se
traslada a los actores con más tablas como Bruce
Willis (este hombre siempre ha tenido un don para la comedia), Francis McDormand, o Bill Murray. La ridiculización de las
atmósferas a las que Anderson nos tiene acostumbrados
contrasta en este caso con la madurez de los infantes que componen el largo, quizás, por la
simplicidad con la que observan la vida. El trío amoroso encarnado por McDormand, Murray y Willis es retratado
con tonos burlescos no sin poder dejar de sentir compasión por cada personaje
ante las heridas infligidas por unos y otros hasta llegar al punto de no retorno. Es por todo ello que uno no puede impedir dejarse
arrastrar ante la fuga de la joven pareja, ante el viaje hacia esa utopía necesaria la
cual todos hemos anhelado en muchos momentos de nuestra vida. Al final, la vida
acaba siendo más compleja que en el campamento de los Boy
Scouts, los factores aumentan y la ecuación pierde la sencillez
dificultando el poder despejar la x.
El director de Texas no solo nos invita a disfrutar de una
fábula con la que poder desconectar, sino que nos traslada a una aventura donde
el drama y la comedia confluyen constantemente sin que el espectador pueda
dejar en ningún momento de esbozar una sonrisa. Porque el cine de Anderson nunca busca la carcajada pero siempre nos traslada a un punto tan trascendental en el que termina siendo el único recurso porque de lo
contrario estaríamos perdidos. Todo ello en 94 minutos
perfectamente equilibrados crean la película más ágil que Anderson haya filmado hasta la fecha,
no solo por unos diálogos afinadísimos que se dejan llevar principalmente por la
sucesión de los hechos, sino también por la recreación de un nuevo universo
reconocible de la mano de autor y una banda sonora excepcional del compositor
de otras obras como The
Ghost Writer, Alexandre Desplat.
En conclusión, estamos ante una obra tremendamente recomendable que solo necesita de un ligero preaviso sobre su director, aunque, como ya hemos comentado, estemos ante el Wes
Anderson menos bizarro. De todas formas, la universalidad del mensaje de Moonrise Kingdom debería ser capaz de llegar a todo tipo de cinéfilos. Una historia donde la estupidez humana queda
constantemente retratada por los habitantes de un microcosmos donde también brillan
un acertadísimo Edward Norton y el actor fetiche de Anderson, Jason Schwartzman (Bored toDeath, Scott Pilgrim vs The World). Sin duda, una de las mejores películas de lo que llevamos de 2012, sino la mejor.
11 COMENTARIOS:
bueno, bueno, que entusiasmo. Yo a ver cuando saco un rato para ir a verla porque le tengo unas ganas brutales. Por lo que dices, parece que el Anderson de Los Tenenbaun ha vuelto, y yo eso no me lo pierdo.
Mi ranking Anderson, por cierto:
1-Tenenbaum (para mi es un 10, tal cual)
2- Mr, Fox.
3- Life Acuatic (gafapastismo puro, lo sé, pero me maravilla su diseño de producción)
4- Rushmore
5- Darjeeling
6- Bottle Rocket (la pillé hace años empezada en la tele y no pude verla entera)
Por lo que comentas tiene muy buena pinta!
La verdad es que cada vez que estrena este director siempre me entra el gusanillo de verla en cine ,es uno de mis directores favoritos precisamente por lo que comentas ,su manera de explicar las cosas a su manera y en su universo único y personal ,me recuerda mucho también a Michel gondry o Charlie Kaufman con sus historias tan personales ,saludos!
Me ha encantado la peli. Estuve con una sonrisa tonta en la cara de principio a fin por que, como dice Julen, transmite mucho "buenrollismo".
Ahora toca ver el resto de pelis de Anderson, ya que he visto algunas, pero en general las he visto de pasada en la tele, o siendo demasiado pequeño.
Pues Moonrise Kingdom mola todo lo que cabía esperar, no me ha decepcionado nada. Lo único que me ha pillado quizás de sorpresa es que Bill Murray está como desaprovechado, para mí sale poco... Por lo demás, me gusta todo: la bso, la estética (quiero el vestido de la niña¡¡), la historia, los personajes, las actuaciones... Es una peli muy bonita para ver, yo la pondría en el top 3 entre Los Tenebaum y Mr Fox. Da gusto ir al cine a ver estas cosas.
PD. Y de familia perfecta los Brady, poco eh. Estaban totalmente desquiciados. Incesto entre los hermanos mayores, la del medio tenía brotes psicóticos, y los pequeños eran un poco retras. Si eran los parias del barrio¡
La vi ayer y si es la mejor de Anderson. Peliculon como pocos aunque Edward Norton no tiene ni puta gracia a diferencia de Willis.
Bueno, bueno! Creo q es la nota más alta q he visto poner a una peli en está web, no me la pierdo!!!
Mas te vale Maria :)
La he visto hoy y que jodida maravilla. Me he emocionado en muchísimos momentos y aunque me da pena que los adultos casi no aparezcan, los niños lo hacen tan bien que da igual. Esta peli es un lujo y una gozada.
Cine en estado puro http://j.mp/S2Ukl7
Me quedo en simplemente buena; entre el sueño, el ensueño y la nostalgia de la sencillez de la infancia sin necesidad de pretensiones, ¿quien no quisiera haber tenido esa plena soltura y profundidad de acción a esa edad? y la realidad propia de lo adulto, lo que cargamos y que inevitablemente somos.
Excelente fábula contemporánea en la que los amantes no sufren como los jóvenes, sino disfrutan como un par de ancianos sus andanzas.
No dejé de pensar en el cine de Godard o Trufault o incluso aquel video de Sigur Ross "hoppipolla"
Me quedo en simplemente buena; entre el sueño, el ensueño y la nostalgia de la sencillez de la infancia sin necesidad de pretensiones, ¿quien no quisiera haber tenido esa plena soltura y profundidad de acción a esa edad? y la realidad propia de lo adulto, lo que cargamos y que inevitablemente somos.
Excelente fábula contemporánea en la que los amantes no sufren como los jóvenes, sino disfrutan como un par de ancianos sus andanzas.
No dejé de pensar en el cine de Godard o Trufault o incluso aquel video de Sigur Ross "hoppipolla"
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