Un biopic producido por él mismo sobre un francotirador de la armada estadounidense
El protagonista de Resacón se ha convertido en uno de los actores de moda del panorama cinematográfico, gracias en su mayor parte a su atractivo que a sus dotes interpretativas, a falta de verle, eso sí, en proyectos más serios -Sin Límite no cuenta-, lo cual llegará inminentemente con el drama The Words, la cinta Serena junto a Jennifer Lawrence y la de David O. Russell (The Fighter), The Silver Linings Playbook. Su trayectoria seguiría una estela brillante si además de hacerlo bien en mentados estrenos lidera una película con una premisa tan interesante como es la biografía de uno de los más letales francotiradores de la historia de la Navy Seal, Chris Kyle, toda una leyenda de la armada norteamericana al que los iraquís apodaban como "El diablo".y que registró un récord de más de 150 muertes. El tipo aprendió a disparar en su infancia cuando salía de caza con su padre y cuenta en su trayectoria como soldado con unas cuantas hazañas bélicas, aunque dicho comportamiento militar fue algo que Kyle no supo separar de su vida familiar. Produce el propia Cooper y guioniza el de American Playboy, Jason Dean Hall, autor también de la futura Paranoia (Robert Luketic), con Harrison Ford, Liam Hemsworth y Gary Oldman.
Vía Collider
3 COMENTARIOS:
Por favor, el prota de Enemigos a las puertas acertaría a su careto incluso sin mirilla!
Siento estar en desacuerdo Patricia. No me lo tomes a mal. Pero.... premisa interesante...
Esto tiene toda la pinta de americanada superpatriotera, de esas que les encantan a los americanos, y que solo sirve para que se enrolen en el ejército chavales del estilo de Trombley, el de Generation Kill. Y, ahora saltaréis todos con pelis como Blackhawk Derrivado, que sí, que como pelis de acción están bien desarrolladas y te mantienen en tensión y tal, pero que son lo más patriotero y propagandístico después de la filmografía del sacrosanto y difunto John Wayne.
Tranquilo, Anónimo, no me lo tomo mal para nada. Claro que tienen ese punto de patriotismo, no sólo películas del estilo que se presume en esta futura o de Black Hawk, el propio Capitán América destila patriotismo, o las recientes cintas de invasiones extraterrestres. pero yo creo que tampoco riñe con la calidad de un film, siempre siendo conscientes de ese punto patriótico sobrante, eso está claro. Los espectadores no somos autómatas y la mayoría sabe lo que va a asociado a un metraje de puro entretenimiento venido del otro lado del charco. Tenemos la mala o buena fortuna, según se mire, de habitar en un mundo de contaminación norteamericana, globalización, y así como sus hamburguesas hipercalóricas y franquicias fast-food han traspasado las fronteras, también su cine, el formato perfecto para mostrar orgullo por la patria, algo en lo que muchos directores reconocidos han caído en mayor o menor medida, pero repito que no me parece incompatible con una buena película palomitera. Sabemos a lo que vamos.
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