Pues qué queréis que os digamos, no es que las opciones que hay este año en la producción nacional sean muy alentadoras y es que no vemos entre las candidatas ni una sola cinta cuya calidad convenza lo suficiente como para competir a un nivel tan elevado como es la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa en los Oscars 2014, a falta de estrenarse, eso sí, alguna que otra, así que podemos depositar si acaso alguna esperanza en las mismas, repito, si acaso...
La cuatro películas preseleccionadas son 15 Años y un Día, de Gracia Querejeta, estrenada a primeros de junio sin mucho éxito entre público y crítica; Alacrán Enamorado, de Santiago A. Zannou, que vio la luz en abril y a pesar de su fuerte campaña promocional fue un fiasco en taquilla, sin recibir tampoco el apoyo de la prensa especializada; Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, una de las aspirantes a la Concha de Oro del Festival de San Sebastián que acaba de ser presentada en Toronto con una buena acogida por parte de los medios. Se estrenará el 11 de octubre. La última prseleccionada es La Gran Familia Española, de Daniel Sánchez Arévalo (Primos), que estará este fin de semana en nuestros cines y también ha sido bien recibida por la crítica.
El 25 de septiembre, la Academia anunciará la afortunada. Recemos por que no sea Alacrán Enamorado.
2 COMENTARIOS:
Yo ya no espero que lleven como candidata a los oscars una "Celda 211" o "No habrá paz para los malvados".
Mucho mejor llevar "Pa negre", "También la lluvia" o "The postguerra: Coixet´s Cut".
Una familia con miembro conflictivo (que originalidad, por Dios), una familia esperpéntica (bodas y fútbol, en fin), jóvenes problemáticos (con su correspondiente, supongo, dosis de escenas de sexo) y un caníbal.
En fin, quitando el caníbal (que personalmente despierta algo de mi interés), me parece que sólo falta una de Almodóvar y una con guerra civil de fondo y ya tendríamos el habitual plantel de tontadas propias de nuestra endémicamente en crisis industria cinematográfica.
¿Qué pasará? Lo de siempre, me temo. Se cumplirá el habitual resultado al enviar o bien bobadas ridículas (léase las idas de olla del inmensamente, en mi opinión, sobrevalorado Almodóvar) o los cansinos dramones familiares y/o de época (léase guerra civil). Que nada de nada, vamos.
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