Crítica de cine: 'The Master'

Philip Seymour Hoffman adopta un perro y lo saca a pasear durante 137 minutos


Nota: 6

Lo mejor: lo de Joaquin Phoenix en este filme es, simple y llanamente, historia del cine.
Lo peor: es menos incisiva y más limitada en su vision de lo esperado. Y no tiene ritmo, ni un poco.

The Master es una cabronada. Una película que te pone las cosas muy difíciles y que te obliga a bajar al fondo del pozo, a embarrarte hasta que el lodo se te meta por la garganta, para encontrar el petróleo. Aunque el hallazgo no se compone de los los litros y litros que emanaban literal y figuradamente en el anterior trabajo de Anderson, Pozos de Ambición, sino que como mucho, se pueden extraer un par de barriles con nombres propios, pero a qué precio, oiga. Y  es que hablar de The Master es casi tan difícil como ver la película. La sexta obra de Paul Thomas Anderson (Magnolia, Boogie Nights), con todo el formalismo con el que está rodada -que no montada-, es el trabajo más marciano del director de Embriagados de Amor. La prueba más evidente la encontramos en que casi ninguna de las escenas del tráiler han acabado formando parte del metraje final de la cinta (Anderson ya lo avisó), y lo verdaderamente importante es que no parece que su exclusión tenga ningún tipo de repercusión en el resultado final. Ese tipo de película es The Master, arbitraria y sin ningún redil para el talento que contiene (que es mucho).

A The Master se le pueden achacar -y le achacaremos- muchas cosas, pero no que le falta personalidad. Anderson logra crear, muy amparado por la banda sonora de Jonny Greenwood, una atmósfera propia y única para su última cinta, aunque eso no se traduce necesariamente en que dicho hábitat sea respirable para la raza humana. A pesar de que, durante gran parte del metraje, el espectador experimenta una curiosidad casi morbosa ante las aventuras del absoluto protagonista, un desarrapado Freddie Quell (Joaquin Phoenix), llega un punto en el que la aparente aleatoriedad con la que está narrado el relato mosquea a cualquiera. Eso sucede porque en The Master en realidad hay tres historias concentradas y, encima, es la menos apasionante la que termina por comerse al resto.

 

El primero de los relatos, llamémosles "potenciales", del filme coincide con su primer acto y nos narra el complicado proceso de readaptación a la sociedad de los soldados tras la guerra (en este caso, la Segunda Guerra Mundial). Nada que no hayamos visto antes, pero funciona. La falta de motivación de unos jóvenes sin estudios, la sensación de que un trabajo mundano no significa nada cuando has tenido en tu mano la vida de un hombre o el sentimiento de desarraigo que producen varios años exiliado son elementos que esta primera parte explota con acierto, sobre todo en la estremecedora y pelín divertida escena del centro comercial donde Freddie pierde los papeles ante un sudoroso cliente.

La segunda historia que engloba The Master es aún más interesante y trata sobre el proceso de creación de un nuevo culto, La Causa, con un parecido más que razonable con ya sabéis qué movimiento de moda. Tomando esta dirección, Anderson limita el alcance de su visión pero pone el foco hacia un tema de innegable atractivo al que el cine parece que le está quitando el miedo (las recientes Martha Marcy May Marlene y Sound of my Voice tocan un tema similar) y con las intenciones de realizar un retrato justo y racional de los dos tipos de individuo a cada lado de los movimientos religiosos susceptibles de ser calificados como sectas: el líder y, sobre todo, el adepto.

Por desgracia es el último vértice, mucho más recogido y personal, el que termina absorbiendo a los demás. The Master, en realidad, nos cuenta el perturbador vínculo entre dos hombres que por no parecerse, no se parecen ni en el blanco de los ojos (de hecho, los de Phoenix navegan entre el "rojo sangre" y "el amarillo hepàtico"), y que aún así desarrollan una relación tan indestructible como a su vez destructiva, parecida a la que se crea entre un hombre que se encuentra a un perro callejero rebuscando en su basura y que, en vez de reprenderle, le adopta y le enseña a comer en su cuenco. Poco importa que la comida pueda ser incluso peor que la de la propia basura, alguien ha convencido a ese animal de que eso es bueno y él ve su barriga llena, con lo que todos contentos. La auténtica historia que esconde The Master ni siquiera es el camino hacia el autodescubrimiento de "un desviado", como Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman) llama a Quell nada más conocerse, sino que es la de un romance platónico cercano a la adicción. De lejos, una explotación muchísimo más minimalista del contexto creado por el propio Anderson de la que esperábamos del responsable de ese abanico de emociones que fue Magnolia o esa radiografía de la base empresarial estadounidense, con Ciudadano Kane entre medias, llamada Pozos de Ambición.

 

La relación del filme con la cienciología no es definitiva pero sí apreciable. El propio realizador ha querido echar algún balón fuera afirmando que simplemente se ha inspirado en el fundador del club de Tom Cruise y John Travolta, el escritor de ciencia ficción y "na-na-na Lí-der" L. Ron Hubbard, para desarrollar el personaje de Dodd, un rol que ocupa un lugar secundario en la cinta. Y esa es la clave; que la película no pone el foco de forma contundente en ese encantador de serpientes, en cómo empezó su estafa y cuál fue el momento en el que hizo de ello un modo de vida sin perder el sueño por las noches, con lo que poco importa que realmente su apellido sea Hubbard o Dodd. Tampoco estamos pidiendo un diálogo final al estilo de "¿Y si cambiamos el nombre de la secta?, ¿Por cuál?, ¿Qué tal... la Cienciología? -¡Chan CHANNNN! y fundido en negro-", pero tal y como está planteada la película que nos ha llegado a las carteleras, algo más de riesgo en ese sentido hubiera servido como un salvavidas para aquellos que no encuentran en la tragedia personal del protagonista esa gran historia que se nos había prometido.

Eso no quita para que la obra, vista en conjunto y sin reparar en el montaje a machete con los ojos vendados Malick style, contenga un análisis menor, sí, pero valido. The Master es una película que, ambientándose en los años 40 y 50, expone un engaño social muy reivindicado hoy en día. "Si encuentras una forma de vivir en la que no trabajes para nadie, no te olvides de avisarme" sentencia Lancaster Dodd frente a Quell en el momento en el que su relación atraviesa el punto más álgido. Y es que ya sea para mantener una familia, un estatus social o incluso por el mero hecho de pagar los impuestos, nos estamos convirtiendo en siervos. Es la propia estructura que hemos adoptado la que anula el principio de libertad en el que se basa la cualidad que nos separa del mundo animal: el libre albredio. Freddie Quell, desde el momento en el que elige despojarse de lo poco que le queda, se convierte en la peor de las bestias. Para Freddie, la influencia de Dodd no se traduce en ese perfeccionamiento del potencial humano ni en la mayor productividad laboral que anuncian los panfletos de La Causa. La fe ciega en el líder sólo se convierte en el sustituto del alcohol como esa fuerza irrefrenable capaz de transformar su carácter y justificar su comportamiento animal. La pregunta que plantea la película es si Freddie siempre fue así y La Causa sólo es su última excusa o si es su progresivo sometimiento el que deteriora aún más su comportamiento, concluyendo con que la religiosidad es una opción tan válida como cualquier otra para enriquecer una vida, pero también que la devoción irracional siempre es perjudicial para el desarrollo personal.


Seguramente, consciente de dónde descansan los pilares de su película, Anderson no podría haber escogido mejor a sus intérpretes. Desde las presencias muy secundarias de las todoterreno Amy Adans a Laura Dern, hasta otro brillante trabajo a manos de Philip Seymour Hoffman, es aquí donde se esconde la verdadera riqueza de The Master. Y luego está Joaquin Phoenix. La interpretacion del ex rapero ocasional impresiona. Es visceral, desgarradora y bestial, pero en el sentido mas animalistico del termino. Se trata de un trabajo fuera de serie de esos que se pueden ver cada mucho, mucho tiempo. Su recreación del traumatizado, alcohólico, salido y violento Freddie es uno de esos trabajos actorales tan descarnados que, atendiendo a la tumultuosa época que esta cinta parece haber finiquitado en la vida personal y laboral del intérprete, no sería descabellado preguntarse cuanto de verdadera interpretación hay en el personaje y qué grado de locura real es necesario para llegar a semejante nivel de realismo. Con sus ojos de hombre en torno a los cuarenta años, Phoenix transmite la mirada de uno de 70 y su cuerpo arqueado y consumido se asemeja al de una gárgola que busca la cornisa ideal en la que descansar definitivamente.

Sin duda, Freddie Quell es uno de los grandes personajes trágicos de la historia del séptimo arte y Phoenix se merece todos los premios del año, pero no hay nada más en The Master por lo que merezca ser una película recordada o incluso destacada dentro de la escueta filmogragía de Anderson. Aún así, que no os quepan dudas de que aparecerá gente defendiendo la película con un fervor y una pasión poco antes vistas, seguramente amparados no sólo en el impecable trabajo del reparto sino en las cuestiones filosóficas y existenciales que trata la cinta y en las que cada espectador puede verse reflejado de un modo u otro. Al fin y al cabo, ¿acaso no es ese debate el hábitat en el que se mueve la religión hoy en día?

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15 COMENTARIOS:

Pedro dijo...

Esta es la película del año, no me gustaría pasar ni un segundo de mi vida con phoenix, le tengo absoluto pánico, muy buena crítica por cierto, alguna vez teníais que acertar.

Anónimo dijo...

¿Aciertan cuando coinciden con lo que tu piensas?

Anónimo dijo...

Pedro ha vuelto jaajajaja

Pedro dijo...

No me insultes anónimo, aciertan cuando consiguen profundizar de esta forma en las características film, y saben valorar cada una de sus interpretaciones, de manera genérica y sin revelar más de la cuenta, sabiendo mostrar en mi opinión justo lo que vas a encontrarte luego en pantalla, aciertan cuando pese ha haberte leído la crítica más de tres veces, no consigues ver errores, y si muchos aciertos. Si tú no puedes ver más allá trata de no hacérnoslo saber de una forma tan alarmante.

Anónimo dijo...

Que tu no consigas ver errores, no significa que no los haya ;)

Paulo Kortazar B. dijo...

Coincido plenamente. La película lo tiene todo (música, actuación, estética, etc.) pero no cuenta nada. Una decepción: por el aura que tenía y por cómo su director ha hechado balones fuera respecto a la cienciología. Muy buena crítica, aunque un poco larga, Pablo.

Alexandra dijo...

Muy buena critica Pablo, desde luego mil veces mejor que la pelicula. Es un toston que lo unico que la salva son las interpretaciones. Increible Joaquin Phoenix.

Paco Callado dijo...

Película mediocre que ves sin pestañear por la actuación de Philip Seymour Hoffman y Amy Adams y menos por un pasado Phoenix. Muy buena fotografía.

Anónimo dijo...

Gracias por la crítica , creí que era el único que pensaba que era confusa, eso lo que pasa por ir a verla solo.....

Yo creo que el director ha querido ser demasiado sutil y no logra conectar las diferentes partes de la película para envolver al espectador en la historia de la peli y conectarla con su propia historia personal(sus dudas, su fe , etc etc).

El tío Joaquin ha sido increíble, de lo mejor que he visto en mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Joaquin se merece el oscar pero Daniel ha sido excesivamente publicitado por la prensa por Lincol,es una pena seguro gana Daniel pero Joaquin se lo merece mas creo un personaje que pooocos podrian hacerlo........Es de esos actores que estan en extincion que la prensa no da notoriedad ,

Arantza dijo...

Terminando de ver la película, me pongo a buscar críticas para ver quién comparte mi opinión. En este caso te he encontrado a ti pero yo voy a ser más directa.
The Master es una película prepotente incluida a éste género fílmico tan de moda que yo llamo el "quiero y a ver si puedo" o el "quiero y a ver si se lo tragan". Agarra un tema controvertido, haz una película como mínimo difícil de seguir, mejor si además no cuentas con una secuencia de escenas lógica, una historia definida o un guión claro, haz un montaje bonito, con bonitos fondos azules de mar sin sentido y una banda sonora enrevesada y listo. "Constrúyelo y ellos vendrán"...
En seguida la vas a ver rodeada de "culturetas" (aunque yo más bien me referiría a ellos como incultos pomposos) que la van a analizar de pies a cabeza buscando millones de significados que nuestro querido señor director ni se había planteado. A todas estas ese mismísimo señor director se encuentra en su enorme casa, nadando como Pato Mc Pato entre sus millones recaudados y muerto de risa viendo las invenciones de la gente.
Con suerte (para nuestro señor director) los "culturetas" la catalogaran de ¡obra maestra! Y con más suerte aún a la gente "común" (que no se molesta en ponerse analizar películas que no entiende, prefiere mearse de risa viendo "American Pie" sin usar sus cabecitas)les llegará la opinión de nuestros "culturetas" y sin analizarla la tomarán por válida. Y ¡tachán!, ya tenemos la de obra maestra, (obviamente siempre sobrevalorada) nuestro "quiero y tragaron así que sí pude".
Ahora bien, no voy a negar que la actuación de Joaquin Phoenix ha sido impecable, al fin y al cabo, ¿qué culpa tiene el pobre de que la película sea un bodrio?
PD: Cabe aclarar que, llegados a este punto, nuestro querido director Paul está bailando el gangnam style sobre una pila de billetes de 500 del tamaño de una ballena blanca :D

Anónimo dijo...

es posible que joaquin se merezca todos los premios pq su actuacion esta a la altura de los mejores.viniendo de joaquin phonix que mas alla de ser buen actor la gente lo concidera eso o menos,si se merece cualquier premio,pero vi mucho plagio al motor actoral que tiene daniel day lois y estoy seguro que quisieron plagiar la estetica de lois pq no pudieron conseguirlo para hacer esta peli ya que firmo exclusividad con spilbergo para lincoln.pero seamos realistas..daniel day lois es la elite actoral y no hay una sola pelicula en su haber que no se vea por el y en la que no brille..sin dudas esta entre los mejores actoes de la historia del cine

Anónimo dijo...

Has mencionado 2 veces que PTA tiene mucho dinero, te jode que tenga mucho dinero? Si lo tiene pues bien por el no? No creo que ese sea un argumento válido para desacreditar al director y mucho menos a la película. En cuanto a The Master, es una gran cinta justamente por eso que tu mencionas y desprecias: porque se presta a varias interpretaciones, porque te deja pensando en temas profundos y no se queda en la cómoda superficie de la mayoría de películas.

Adrià Ruiz dijo...

the master habla de muchas más cosas de lo q parece. El cine es, como todo el mundo dice, el séptimo arte. I por lo tanto si el cine es arte, también es una forma de expresarse. Quién ha dicho q el cine tenga q estar ordenado o tenga q tener una secuencia lógica??¿?¿?¿? Muchas veces el cine es emoción, es un vehículo para transmitir emociones y sensaciones de manera que si está contada sin orden es por algo. Si hay el mar tambié. Tranquila arantza que PTA sabe perfectamente porqué sale el mar.

Además PTA tiene una creatividad elevadísima de manera q es capaz de inventarse un plano tan excelente como el q está dividido en dos por las columnas del barco y a la izq vemos el barco y su gente i a la derecha el mar. genial y genuino. yo le llamaría a este nuevo género q tu dices: "quiero, puedo y q la gente piense lo q le dé la gana".

Los q pensáis q no cuenta nada es porqué aún no veis más allá de lo q os muestran. PTA lo cuenta todo entre líneas.

Os suena el subtexto? pues es ésto. pueden hablar i hablar phoenix i hoffman, pero lo importante del film son las RELACIONES HUMANAS. como en la mayoría de sus películas.

por cierto me llamo Adrià y soy de Barcelona, lo digo porqué internet ya es suficientemente anónimo como para q la gente quiera esconderse aún más... y más aún si van de listillos y pedantes q se creen superiores a los demás y se esconden tras sus pantallas para escribir la primera tontería q se le pase por la cabeza como el señor/a q ha escrito el segundo comentario (ejemplo perfecto q define al personaje en cuestión) de esta entrada.

otra cosa mariposa...

arantza, entiendo q no te guste la película porqué para gustos > colores. Es una peli difícil, oscura (metafóricamente), grotesca, aberrante, complicada, grosera etc etc etc. ¿¿¿¿Pero no es así Freddy Quell (el personaje de phoenix)???? ¿¿¿¿no son éstas las sensaciones que el personaje tiene??? ¿¿¿no es así su mente de manera que nos transmite con mayor eficacia sus emociones i sensaciones???
no puedes decir q es una peli mala, pero sí puedes decir q no te gusta y porqué no te gusta. gustos>colores

y última cosa, no puedes ir diciendo q los "culturetas" (como llamas a la gente q le gusta esta película) son unos pringaos blablabla blablabla. yo he visto tu perfil i me parece mas el de una cultureta q el de cualquier otra cosa. es más... la sensación q me da es q eres tú esta "cultureta" i q además va de "outsider" y estilo "underground" q se cree superior a estos culturetas con lo q te convierte en una supercultureta. xD vaya, lo q últimamente se denomina como hipster. a todo esto buen rollo eh!! defiéndeme por qué no te gusta y me lo creeré más, porqué lo único q has hecho ha sido despotricar gratuitamente sin justificarte.

que vaya bien y salud!!!!

Unknown dijo...

Amén, Adrià...

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