Seguimiento de la 6ª temporada de Dexter

Un ¿renovado? ángel de la muerte


Cuando conocimos a un tipo tan peculiar como Dexter Morgan, jamás pensamos que sería capaz de compaginar su doble vida de forense y justiciero sangriento hasta obtener un sexto año en pantalla. Hablamos pues, de una serie con un inesperado largo recorrido que nos ha dejado momentos impagables (con la temporada 4 como punto álgido), y que también ha vivido momentos de experimentación (Lila y Ramón) hasta llegar al punto en el que nos encontramos. ¿Y cuál es exactamente ese punto? 

Por muy irónico que suene, en esta sexta temporada nos reencontramos con el Dexter más parecido al de aquel primer año. Un hombre que ha tenido que asistir al asesinato de todo aquel con el que ha querido estrechar lazos, y que ha tenido que atravesar un océano (también sangriento) de sufrimiento para entender que como mejor estaba era cuando no sentía esa necesidad de compartir sus más oscuros secretos. Es decir, solo e incomprendido. 

Pero esa vuelta a los orígenes trae más riesgo del que parece, ya que esta temporada corre el peligro de convertirse en un intento descarado por estirar la serie antes de ofrecernos la esperada conclusión para la historia de nuestro protagonista. Por no hablar del primer cambio de showrunner en la serie y cuyas consecuencias aún es pronto para aventurar. De momento, este 6x01 Those Kinds of Things ha sido un reencuentro digno. Su review, así como el seguimiento de la sexta temporada de Dexter, tras el salto.

6x01 - Those Kinds of Things - 2 de octubre - Nota: 7


Un año perfecto. Con esa frase Dexter Morgan nos deja claro desde la primera escena que tanto el asesinato de Rita como la marcha de Lumen ya son traumas del pasado, y que ahora nos encontramos ante un depredador sin preocupaciones que puede dar rienda suelta a trucos tan sorprendentes y efectivos como el que abre el episodio, y que seguro a más de uno le habrá dado un buen susto.

Y tras ese potente comienzo tiene lugar la escena más bochornosa del capítulo. Esa que se abre con unas notas de humor insinuando que Dex está saliendo con una adolescente. No tardamos en descubrir que se trata de la hermana de Ángel que trabaja como niñera tras la inexplicable desaparición de Sonya. ¿En serio Dexter va a permitir que la hermana de su jefe policía sepa exactamente qué noches sale de caza? Por no hablar de la jugada de Batista al comprar un apartamento junto al de Dexter en plan "hey colega, ¿Nos hacemos una sitcom?". Simplemente, dos malas ideas.


No tarda en comenzar la anunciada trama religiosa de la temporada. Dex y Debra acuden a un colegio católico para inscribir a Harrison en una escena que nos sirve para conocer la opinión de nuestro protagonista ante un tema tan elevado como es la creencia en un ser superior. Sin sorprender a nadie, Dexter no duda en asegurarle a la monja que no cree absolutamente en nada.  O más exactamente, "en una serie de principios para comportarme en el mundo y no acabar metido en líos". Olvidándose oportunamente de comentar nada sobre cierto código, claro.

Recuperamos a Laguerta en pleno ascenso a Capitana, por supuesto, por métodos ni tan honestos como debería ni tan deshonestos como en un principio parece. En la misma escena observamos como Quinn y Debra están algo tensos por la actitud huidiza de él. ¿En serio? ¿Otra vez con esas? No puede ser tan descarado...

El que nunca nos decepciona es Masuka, ahora metido a profesor universitario y con los alumnos siguiéndole como si hablaramos de alguien respetable. Esto si que es una evolución de personaje bien medida y nada ostentosa, como el segundo ascenso del capítulo, ahora a Batista, y que al igual que en el caso de su ex-mujer, supone la única forma de renovar el interés por dos personajes que literalmente lo dieron todo el pasado año en su particular telenovela cubana.


Pero volvamos a lo que interesa, que es un Dexter con el pasajero oscuro más despierto que nunca. Con una reunión de antiguos alumnos como excusa, nuestro protagonista planea el asesinato del antaño guayón de su clase y ahora convertido en parricida. Con su mejor traje y sonrisa, Dexter se presenta en la fiesta con un plan perfecto para conseguir la sangre de su objetivo y contrastarla con la encontrada en el cadaver de su mujer, pero termina con una herida en la mano y casi un ataque de agorafobia. Resulta que no estaba preparado para su renovado estatus en la escala social de su clase, y de no ser por Harry no hubiera aguantado más de 10 minutos rodeado de borregos que miran con envidia al que antes era el freak de la promoción.

Aunque quizás hubiera sido mejor una huida a tiempo antes que ese terrible baile que se marca en la pista y que recuerda bastante al que el propio Hall realiza al final de la cinta Gamer. Tipo robot con cortocircuito. Pero además de para descubrir el nulo talento como bailarín del forense y regalarnos una notas de humor que se agradecen, la noche también ha servido para comprobar lo terriblemente mal que miente el que no tardará en ocupar la mesa de Dexter.


Pero antes toca introducir al asesino de la temporada. "Asesinos" más bien. Este año tenemos a nada más y nada menos que a Adama dando órdenes al hijo de Tom Hanks en una especie de ritual sectario que termina con cadáveres rellenos de serpientes. Desde luego, que no se diga que los guionistas no intentan superar el mal rollo que daba Trinity.

Segundo asalto de la nueva vida "popular" de Dexter. En esta ocasión se trata de un partido de fútbol, una situación mucho más propicia para conseguir la casi innecesaria muestra de sangre de Joe. Tras confirmar a su objetivo, Dex comienza a mostrar curiosidad por el mundo espiritual y le pregunta a Batista por qué es importante que los niños sean educados dentro de un catecismo. A lo que el ahora Teniente responde apelando a la fe, otro de esos sentimientos inaccesibles para nuestro protagonista. Demasiado protagonismo le están dando a David Zayas, que incluso tiene una interminable escena a solas con su hermana en la ficción en un restaurante donde no duda en volver a intentar un segmento de humor basado en el machismo y los estereótipos raciales.


Y volvemos a la fiesta de antiguos alumnos. Pero espera, ¿No había sido hace unos días? Parece que en Estados Unidos estos eventos duran lo necesario hasta que la chica cañón de turno cumpla todas sus fantasías, siendo una de ellas un trabajo de laboratio con Dexter. Como el tipo no pierde una ocasión, Dex aprovecha el encuentro para robarle el móvil a Trisha y tenderle una trampa a Joe, que ofrece más resistencia de la esperada gracias a sus reflejos de atleta.

Lo que sigue a continuación es una de las puestas en escena más memorables de la serie, con el marcador del gimnasio como mesa de operaciones y Dexter con la careta de la mascota del equipo. En su habitual charla con sus víctimas, nuestro asesino se interesa por la fe de Joe, evidente en un tatuaje de Jesús. La charla concluye con la reflexión de que Dios te perdona cualquier cosa siempre que te arrepientas. Demasiado simple e injusto para la mentalidad de nuestro protagonista.
Y llegamos al momento pastel del capítulo, ese que nos temíamos desde que llegamos a la conclusión de que la actitud de Quinn era demasiado evidente como para estar fundada en lo más obvio. El policía le pide matrimonio a Deb en la dosis de merengue que ya se ha convertido en habitual en Dexter, y que por lo menos finaliza con un tiroteo que seguro hará famosa a Deb si atendemos a la cantidad de móviles que graban a la detective en acción.


El episodio termina con dos escenas intercaladas. En una vemos a la amenazante pareja de asesinos hablando de sus cosas y a punto de ir a comprarse papel de aluminio para hacerse sombreros, y en la otra a Dex dejando a Harrison en su nuevo colegio mientras el padre reflexiona sobre si su hijo cuando crezca será una persona que piense en "ese tipo de cosas". 

Lo que me viene a mí a la cabeza ahora mismo es la poca sutileza con la que están incrustando el tema de la religión, haciendo pasar a Dexter, supuesto maestro del engaño, como un niño de 6 años que ve una cruz por primera vez. De todas formas, no hay que olvidar que las premieres de Dexter nunca han destacado por encima del resto de capítulos, ya que estamos ante una de esas series que articulan su trama en los cimientos básicos del thriller aumentando gradualmente la tensión hasta niveles insostenibles. Y de momento, más que tensión o mal rollo, lo que transmiten los asesinos principales de esta temporada es curiosidad. Curiosidad por conocer mejor sus motivaciones y la relación entre ambos en una trama que esperemos que funcione mejor que la del anecdótico Jordan Chase. Aún no tenemos suficiente para juzgar esa importante cuestión, pero nadie puede decir que este 6x01 no ha ofrecido una dosis semanal cargada de buenos momentos basados en la acción y sobre todo el humor ya no tan negro. Que no es poco.

6x02 - Once Upon a Time - 9 de octubre - Nota: 7,5


Tras una apertura de temporada que no fue todo lo buena que los seguidores de Dexter desearíamos, la serie de Showtime parece volver por el camino adecuado dejando el irritante tono jocoso del primer capítulo. No obstante, no quiere decir que no sigamos en situación de peligro ya que la sensación de que la serie está siendo estirada innecesariamente aún no se ha disipado. De todas formas, quizás debiéramos dar un poquito de margen a un programa cuya capacidad para sorprender ya ha sido demostrada infinidad de veces.


En Once Upon a Time recuperamos a Dex en medio de su ritual favorito: bañar y acostar a Harrison. Pero esta noche nuestro protagonista va a tener un sobresalto ya que su vástago empieza a mostrar interés por el que parece el juguete favorito de Dexter: "la caja de papi". Por su parte, Quinn pone en marcha el plan B para declararse a Deb, que incluye un desayuno deluxe y la proposición más torpe que te puedas echar a la cara. Y si decimos que Debra se lo toma con educación estamos siendo benévolos ya que la detective rechaza la propuesta pidiendo más tiempo. Menos mal que a esta trama romántica le quedan dos telediarios...


En comisaria solo Dex tiene claro que el cadáver relleno de serpientes es obra de otro psicópata mientras que sus compañeros prefieren atribuirlo a peleas de bandas. Esta escena nos sirve como excusa para conocer al Hermano Sam (Mos Def), un ex-convicto que regenta un taller en el que además de arreglar coches se encarga de poner a punto las almas de todos los descarriados que caigan entre sus brazos.

Como ya avanzábamos en la pasada review, el tiroteo grabado que protagonió Deb trae consecuencias. Aunque nunca hubiéramos imaginado que serían tan beneficiosas para la pequeña de los Morgan ya que Matthews considera ese acto de heroísmo suficiente excusa para privar del puesto de teniente a Batista, cuya relación con Laguerta sigue pasándole factura por mucho que se hayan divorciado. Este ascenso nos devuelve a la reflexión que hacíamos la semana pasada sobre la utilización de este tipo de recursos argumentales para dotar de interés a personajes agotados, y nos lleva a preguntarnos si uno de los principales personajes de la serie también adolece de ese cansancio. SPOILER LIBROS No hay que olvidar que en los libros de Jeff Lindsay Debra hace tiempo que descubrió el secreto de su hermano. FIN SPOILER.


Ahora toca conocer mejor al hermano Sam, para lo que Dex aboya "accidentalmente" su coche para ir al taller con la excusa apropiada. Resulta que el tipo no tiene tapujos en contar su historia al primero con el que intercambia 3 frases, e incluso reconoce a las primeras de cambio que su pasajero oscuro sigue vivo, solo que bajo control. ¿Otro predicador embustero como Jordan Chase o un verdadero hombre arrepentido? Como Dex tampoco lo tiene claro decide seguir al mecánico para observar minutos después como este "secuestra" a un hombre. Dispuesto a confirmar su próxima víctima sobre la mesa, Dexter se adentra en el taller sin contar con el perro guardián de Sam, que descubre a nuestro protagonista y arroja algo de luz sobre la situación. Resulta que Sam estaba rescatando a un compañero drogadicto con unos métodos poco ortodoxos, pero lejos del inento de homicidio.

Pero los problemas solo acaban de empezar ya que una pintoresca cuadrilla de mafiosetes irrumpe en el establecimiento creando un lazo de unión entre los dos asesinos. Con un talante tan frío que ha conseguido congelarle los pelos de la nuca al gangster bocazas, Dex se libra de ellos ganándose la simpatía de Sam y de paso el sustituto ideal para satisfacer a su pasajero y darnos nuestra ración de justicia semanal.


Como decíamos al comienzo, este ha sido un episodio de calentamiento marca de la casa que nos ha servido para conocer a uno de los nuevos personajes, el hermano Sam. Un auténtico creyente en la bondad del ser humano y cuya fe ciega contrasta con el escepticismo de Dexter a pesar de estar ambos bautizados en sangre. También hemos asistido a varias secuencias tétricas de Adama y compañía aún a modo de introducción como en su día hicieron con Trinity, y aunque nos ha quedado bastante claro que ambos están más sonados que un silbato, lo cierto es que aún no atisbamos una amenaza real ni un reto para nuestro protagonista.

La que si se ha visto reforzada tras este episodio es la trama religiosa. En él hemos estado ante un Dexter que comienza a referirse a Harrison como su "cordero" en un claro paralelismo con los otros dos pastores de la temporada, Sam y el profesor Gellar. Cada uno con su particular forma de entender el camino de la redención y que seguro aportarán algo al particular viacrucis que tendrá que afrontar nuestro protagonista el día en el que decida hacer frente a sus pecados.

6x03 - Smokey and the Bandit - 16 de octubre - Nota: 8

Con la colaboración de Julen Alonso.


Este capítulo, sin ser nada del otro mundo, ha supuesto el primer punto de inflexión de la temporada no solo  por el excéntrico final que comentaremos más adelante y que será lo más recordado del episodio, sino porque en esta ocasión, Dexter se ha enfrentado a uno de sus iconos personales, un asesino en serie caracterizado por guardar los dientes de sus víctimas como trofeos. Obviando -de momento- el paralelismo entre ambos asesinos, lo interesante ha sido descubrir como desde su más tierna infancia Dexter guardaba un album con noticias recortables sobre los serial-killers más mediáticos, y este "Ratoncito Pérez" (Hada de los Dientes, realmente) era uno de sus preferidos.

Solo Dex parece reconocer su obra en el nuevo cadaver aparecido en la festiva Miami. La cuestión es que nuestro protagonista es consciente de que en la actualidad su hombre debería tener por los menos setenta años de edad, y no resulta del todo creíble la facilidad con la que da con él visitando de buenas a primeras la residencia en la que se aloja. Al fin y al cabo, estamos hablando de un tipo que lleva 3 décadas huyendo de la justicia.



Por otro lado, vemos a la nueva Teniente Debra Morgan en su primer y estresante día en el cargo. Obviamente, la hija de Harry no había tenido en consideración que el puesto requeriría de más habilidades burocráticas que talento a la hora de llevar a cabo una investigación criminal. No obstante, con la ayuda de Batista vemos que logra salir al paso muy a pesar de la manipuladora Laguerta, cuyo rol en la serie empieza a asomarse a la sombra de la caricatura. Como quién no quiere la cosa también conocemos a la última incorporación de peso de la temporada, Mike Anderson (Billy Brown, de Ligths Out), el nuevo detective de homicidios escogido por Deb ante la opisición de su jefa y que esperemos no se convierta en el nuevo interés amoroso de la pequeña de los Morgan tras su en apariencia definitiva ruptura con "me-lo-tiro-todo" Quinn.

Dex en cambio sigue con su dinámica de siempre: seguir el código de Harry hasta tener la certeza de la culpabilidad del sospechoso antes de sacar a relucir al pasajero oscuro. Y a pesar de que hemos tenido momentos divertidos con el cascarrabias del anciano, también hay que advertir que la situación en la que ambos establecen su relación llega a tener una falta absoluta de naturalidad, con lo que en determinado punto no resulta para nada sorprendente que la víctima se haya dado cuenta de los planes de Dexter horas antes de su último encuentro.


Por su parte, Masuka sigue edulcorándonos con sus clásicas dosis de humor acompañadas de la sugerente estudiante que el salidete se ha agenciado. Curiosamente, la becaria encuentra un interés poco usual con respecto a todo lo relevante al asesino del hielo (ya sabéis, el hermano biológico de Dexter que nos entusiasmó durante la primera temporada). Su fascinación llega hasta tal punto que, ni corta ni perezosa acaba sustrayendo una de las famosas manos de maniquí cuyos dedos estaban pintados de colores llamativos, ¿Derivará esto en alguna línea argumental interesante o solo rellenarán minutos con una groupie de asesinos en serie?

Finalmente, Dexter tiene ya todo dispuesto para posar a uno de sus mitos sobre su camilla antes de apuñalarle el corazón. Sin embargo, esta muerte tiene mayor carga argumental que cualquier otra de las que convierten a Dexter, en el fondo, en una serie procedimental. Nos encontramos ante una de esas pocas ocasiones en las que nuestro protagonista ve cierto reflejo en su objetivo, y, como ya ha hecho en otras ocasiones, decide negar la evidencia privando a su víctima de su último deseo, que en este caso era ser recordado como el famoso asesino en serie que fue. Exactamente lo contrario de lo que nuestro protagonista espera que suceda tras su muerte.


Para finalizar nos muestran otra pequeña muestra de lo que Edward James Olmos y Colin Hanks pueden llegar a aportar esta temporada. Sin duda, la imagen final es de las que te dejan pegado a la pantalla a pesar de su brevedad. Lo que parecen varios cuerpos cosidos entre si avanzan por la ciudad sujetos a caballos en una representación macabra de los Jinetes del Apocalipsis. O lo que es lo mismo: una muestra de estilo contundente por parte del nuevo asesino en serie de la ciudad, que ya hacía falta.

En definitiva, un episodio de calma de esos que preceden a la tormenta y que a pesar de alguna licencia argumental logra mantener en línea ascedente el nivel de esta temporada. La trama religiosa va cuajando poco a poco ya que aunque en este episodio se ha abordado más colateralmente que en los dos anteriores, si hemos visto a Dexter continuar con las preguntas trascedentales mirando hacía su futuro y pensando en su propia muerte. Tan solo hay que echar un vistazo a su expresión descorazonadora tras tirar accidentalmente sus trofeos al suelo.


6x04 - A Horse of a Different Color - 23 de octubre - Nota 8,5


No se me ocurre mejor actividad que un bautizo para comenzar el episodio que nos mete de lleno en la trama religiosa de la temporada tras tres capítulos algo tímidos. Dex asiste impasible ante la conversión de uno de los "hijos" del hermano Sam mientras se pregunta por qué la ciencia no ha dejado obsoleta aún a la religión. Aunque lo que realmente está haciendo es darse cuenta poco a poco de que la fe, intangible y abstracta, puede ser un elemento con la fuerza suficiente para cambiar y completar a un ser humano. Pero, ¿Y a un monstruo?

El hermano Sam ha tenido en este episodio mucho más protagonismo permitiéndonos conocer un poco de su pasado y disfrutar del mejor trabajo interpretativo de la temporada a cargo de Mos Def. Lo cierto es que sus diálogos filosóficos no quedan todo lo forzados que en un principio podría parecer, y al contar la historia de como su padre le llevó por el mal camino hasta que tuvo una revelación se ha disipado cualquier duda sobre si tanta bondad es fingida. Más que un sospechoso, Sam se está convirtiendo poco a poco en el guía espiritual de Dex, y quién sabe si no tardará en ser su confesor.



Durante sus conversaciones con Dexter, la mayoría en el hospital por culpa de una apendicitis de Harrison, le hemos visto ayudar a nuestro protagonista a entender el poder de la fe, y como algunos se escudan en ella para hacer locuras sin que por ello su fe sea menos real. En una de esas secuencias el pastor le ha preguntado a Dexter de dónde había logrado sacar fuerzas en algún momento de flaqueza, y este a respondido que de Harry evidenciando que el fantasma de su padre producto de la locura de nuestro protagonista es lo más parecido que tiene a un dios.

Los que acabarán purgando sus pecados tarde o temprano son Travis y guellar, a cuya última obra asiste Dex con una cara de fascinación que es toda una delicia. Los caballos adornados con piezas de cadáveres simulando ser los Jinetes del Apocalipsis se pasean por la escena del crimen mientras Debra maldice su primera semana como teniente, y solo el tipo de Chicago, David ReDoakes, parece darse cuenta de la obvia referencia religiosa en la puesta en escena.


De vuelta en el laboratorio, nuestro protagonista hace un interesante descubrimiento en el ojo de la víctima, un número. Como no hay nadie capaz de ponerse más rápido en la mente de un asesino en serio, Dex no tarda en deducir que hay otra pista en el anterior cadáver, o más bien entre sus intestinos. Al parecer, se trata de un conteo que finalizará supuestamente el día del juicio final. ¡Pues sí que falta!

Ahora es momento para que Debra haga frente a esa parte del trabajo de teniente que tanto le gustaba a Laguerta: las ruedas de prensa. Matthews prohibe a la capitana encargarse de ello, no sabemos si por fastidiar o esperando lo mejor de la hija de Harry. El caso es que Deb, a pesar del traje y los tacones (esos andares impagables), termina siendo más Deb que nunca, fuck incluído, y sorprendentemente el público responde positivamente.


Por su parte, el resto de chicos de la comisaria se encuentran haciendo avances en la investigación. Entre sus tonteos con la ayudante a la que no volveremos a ver (adios, subtrama estúpida), Masuka ha descubierto que los cortes de la última víctima han sido realizados con un hierro muy antiguo. Por su parte, Batista y Quinn se emparejan para ir a interrogar a los expertos en el apocalipsis más eminentes de Miami, y aprovechando una dirección errónea matan el tiempo fumando un poco de hierba en la primera escena realmente divertida de la temporada con Batista, y no será porque no lo han intentado. A pesar del colocón, el detective y el sargento descubren que la espada de Juan el Evangelista fue robada por Gellar hace 3 años, justo el tiempo que lleva desaparecido. Todo conectado.

Pero antes de comentar la escena con más carga iconográfica de la temporada, vamos a detenernos en la relación entre los dos asesinos de la temporada. Durante este capítulo Travis ha demostrado las ganas de distanciarse de Guellar y hacer vida normal, salir a tomar algo y ligar con chicas. Sin embargo, su mentor no piensa permitírselo y utiliza a su última conquista como la última pieza de su museo sangriento. Y ahora es cuando entramos en tierra de posible spoilers comentando una teoría que ya circula por Internet.


No sé si os habréis fijado en una cuestión bastante desconcertante en la escena en la que el joven despierta y descubre lo que Guellar tiene preparado: ella en ningún momento mira al profesor. Es más, se tira toda la escena evitando su mirada como si, atención, el personaje solo existiera en la mente perturbada de Travis. Si repasamos el resto de capítulos la teoría se sigue sosteniendo, ya que Guellar no interactúa con ningún otro personaje y el propio Batista nos ha confirmado que lleva 3 años desaparecido. ¿O quizás asesinado? De estar en lo cierto, el paralelismo entre el batizado como Doomsday Killer y Dexter sería más que evidente y reforzaría esa reflexión que hacíamos párrafos atrás sobre lo que representa Harry para el forense.

De vuelta a los hechos del episodio, la escena de cierre ha superado en contundencia a la del episodio de la semana pasada con dos golpes de efecto con forma de plaga voladora y ángel caído al más puro estilo Saw. Desde luego, el nuevo asesino (o asesinos) tiene un modus operandi muy bien definido y creativo que de momento está sirviendo de forma inmejorable para mantener el interés de la temporada. Aunque la precipitación de los segundos finales con Dexter sospechando de Travis simplemente por verle parado frente a la escena del crimen nos haga intuir que la temporada ha codigo un ritmo incluso demasiado acelerado.


6x05 - The Angel of Death - 30 de octubre - Nota: 8,5
  
La imagen de Dexter estudiando las alas que fueron utilizadas de atrezo en el último crimen del Doomsday Killer es la justificación de toda la trama religiosa en su esencia más plástica. Como ya nos avanzaba la campaña promocional, en una serie con una puesta en escena tan cuidada como Dexter eran de esperar este tipo de encuadres con el epic mode activado, y de momento no nos están decepcionando.

Durante el análisis, Dex descubre un pegamento lo suficientemente extraño como para que localizar a su comprador sea una probabilidad mas que factible. Un descubrimiento que, por supuesto, se guarda para su oscuro pasajero sin revelarselo a sus compañeros. En este punto empezamos a notar ciertas similitudes con el caso Trinity, en el que nuestro protagonista y el departamento seguian caminos paralelos en la busqueda del asesino hasta que Dexter cogía ventaja. Como acaba de suceder.

Ya en la segunda escena nos llega la primera pista en favor de la teorí­a sobre Gellar que exponíamos la semana pasada. Durante sus habituales oraciones sectarias, Travis tiene una especie de alucinación con sangre en la frente de su mentor. ¿O realmente es un recuerdo del día en el que acabo con su vida? Lo que está claro es que los guionistas siguen apostando  por mantener en la realidad al personaje. Un esfuerzo que incluso llama la atención por excesivo en secuencias como la del informe de Deb en comisaría, en el que Dex corrige para sus adentros a su hermana refiriéndose a "dos sospechosos".

Esa reunión también nos sirve para conocer al nuevo ayudante de Masuka, Louis Greene,  que ofrece el dato clave sobre la cuenta atrás que aparece en todos los cadáveres: en teoría, esta será hasta el numero mas repetido en el Apocalipsis, el 1260, para la que solamente faltan quince días. De paso, el chico nuevo quizás pueda hacer algo con el problemilla de Masuka con la mano perdida de la sala de pruebas. Eso sí­, de Amazonas ligeras de ropa no tiene ni idea.


De camino al museo en el que trabajaba la última víctima, Dex se encuentra de sopetón con Sam, que se autoinvita a tomar algo en casa de Dexter mas tarde. ¿No os sigue llamando la atencion como un asesino de sangre fría es incapaz de quedar mal ante alguien que no esté sobre su mesa? Una vez en el museo asistimos a otra escena bastante divertida con nuestro protagonista compartiendo con unos chavales el visionado de documental Troy McClure style. Pero las risas terminan pronto ya que en un afortunado -y oportunamente nítido- segundo plano del vídeo descubrimos a Travis, que automáticamente es fichado por nuestro protagonista como su principal sospechoso.

Y no es para menos, ya que la siguiente vez que vemos al chaval, este se encuentra junto a Gellar (con una taza) en una discoteca buscando a un nuevo objetivo capaz de representar a "La puta de Babilonia". Eso es porque no conocen a Laguerta... Sus planes no tardan en truncarse al ver un periódico con la cara del profesor en primer plano. Y en este punto me surgen dos dudas: ¿Cómo han llegado hasta ahí si el muy reconocible rostro de Gellar esta por todas partes?, y ¿En qué discoteca normal hay máquinas de periódicos?


Llega la hora de la cita y Sam se presenta puntual y cargado de regalos: un peluche para Harrison y cervezas para los adultos. Una vez el crío está acostando, los nuevos amigos se embarcan en otra de sus charlas trascendentales. En esta ocasión sobre Harrison, esa luz en la vida del forense capaz de iluminar su oscuridad, según Sam, claro. Que este diálogo se desarrolle en el porche de Dex no es nada casual, ya que ese ha sido el principal escenario de las conversaciones entre nuestro protagonista y la persona en la que más confía, Deb. Al ver a Dexter abrirse ante Sam relatando su traumática experiencia no podemos evitar sentir cierta familiaridad con el personaje a pesar de que sea un recién llegado a la serie. Un sentimiento reforzado con esa despedida con forma de promesa que jamás veremos cumplida: "tenemos que repetir esto".

Tras un intento de secuestro fallido, Travis jamás sopecharía que tiene a Dexter encima. Más concretamente, nuestro protagonista se encuentra registrando su casa, en la que no tarda en descubrir la biblia cuya numeración es recortada y colocada en los cádaveres para simular la cuenta atrás. A pesar de ese respeto supremo que le tiene nuestro protagonista al código de Harry, la comprobación en comisaría de las páginas me ha parecido bastante prescindible, por no hablar de lo poco lógico de llevar encima la única prueba contra el Doomsday Killer entre agentes desesperados por darle caza.


Y ahora volvemos con una nueva entrega de la extraña pareja de policías Quinn y Batista. Tras reencontrarnos con ellos discutiendo sobre límites de velocidad (este Quinn, que es un rebelde) no tardamos en conocer a la ayudante de Gellar, que no solo confiesa haber tenido una relación con el profesor, sino también una fama de mujeriego bastante sorprendente con la que pretenden reforzar el aspecto más manipulador del personaje. Pero el ex de la Teniente no piensa quedarse en el interrogatorio superficial y termina con un examen en profundidad en el apartamento de ella.

Temprano y con cara de llevar meses sin saludar a una mujer por las mañanas aparece Batista para llevarse a Quinn a la comisaría dando lugar a un avance en la trama bastante forzado. El sargento descubre entre las cosas de Gellar que aún conserva la chica un cuaderno en el que se detallan cada uno de los crímenes cometidos. Pero más allá de ese descubrimiento, lo que me ha llamado la atención es el excesivo protagonismo de la ayudante de Gellar. ¿Tendrá algo que esconder?


Recuperamos a Deb afrontando finalmente la entrevista con la psicóloga, y como era de esperar, la teniente apenas pierde un par de minutos antes de estallar para terminar deduciendo ella solita que lo que necesita es un piso nuevo. Menos mal que oportunamente Dex y Anderson han resuelto un caso en una casa con muy buena pinta y mejor alquiler -chantaje de por medio-. Problema solucionado y nuevo topicazo para un personaje quemado como Deb tras su ascenso: una mudanza.

Y de golpe y porrazo nos colocamos a nivel argumental en lo que tranquilamente podría ser el final de temporada. Dex no tiene dudas y asalta a Travis en su propio coche dispuesto a terminar con su vida. Pero contra toda lógica y sin realizarle un interrogatorio sobre Gellar, nuestro protagonista decide soltarle al comprobar que el joven no es más que una marioneta en las manos de Gellar, ¿Y ahora cómo piensa encontrarle?


Pero los guionistas nos tienen reservado otro golpe dramático. Aprovechando el creciente peso de Sam en la vida de Dexter y con el consiguiente impacto emocional que eso acarrea, vemos como un pandillero (eso suponemos) termina con su vida. Una escena tan inesperada como triste y cuyo resultado deja a nuestro protagonista sin su principal consejero. Ahora Dexter tendrá que recorrer solo su propio viaje espiritual mientras por el camino encauza a esos corderos descarriados que asesinan en nombre de dios.

En definitiva, un episodio con los niveles de tensión por encima de la media pero con una conclusión a punto de caer en lo descafeinado de no ser por ese golpe de efecto con la muerte del hermano Sam. En él también hemos asistido a la primera conversación cara a cara entre Dexter y uno de los asesinos de la temporada. A partir de aquí tenemos dos posibilidades: 1- que la temporada se centre en la búsqueda de Gellar y su captura, o 2- que la temporada se centre en la búsqueda de Gellar hasta que se descubra que no existe y Dex maldiga no haber detenido a Travis cuando tuvo la oportunidad. ¿Por cuál apostáis?

6x06 - Just Let Go - 6 de noviembre - Nota: 8



A pesar de que la escena de cierre del último capítulo invitaba a pensar lo contrario, una llamada de Debra a su hermano nos revela que Sam sigue vivo aunque malherido. Parece que la estrecha vigilancia a la que esta sometiendo Dexter a Travis tras dejarle ir con un aviso tendrá que esperar. ¿Mal momento para ausentarse o nueva entrega de ese juego de despiste que los guionistas tienen -supuestamente- con Gellar? Porque es irse nuestro protagonista y aparecer el profesor al lado de Travis dándole órdenes como de costumbre y sin que nadie repare en su presencia a pesar de que su cara está en todos los medios. Esta escena pretende reflejar el distanciamiento entre el maestro y el discí­pulo, ya que los remordimientos del joven son vistos como una debilidad por Gellar, pero teniendo en cuenta la teoria predominante (que situa a Gellar como el  "Harry" de Travis), lo que supondría realmente esta secuencia es la lucha interna de un buen hombre contra su propia locura. ¿Os suena?

Y ahora comienza la trama autoconclusiva del episodio, que en esta ocasión tiene el aliciente añadido de una mayor labor detectivesca por parte de nuestro protagonista al no saber quién es el que le ha disparado a su nuevo mejor amigo. Dexter comienza analizando la escena del crimen con su particular eficiencia y sentido del despiste por parte de los guionistas: " seguramente haya sido el reemplazo de Julio en su ritual de aceptación" ¿Seguro? Tanto como la hipótesis de los dos asesinos del Juicio Final...


La cosa se vuelve aún mas personal cuando Dex escucha a Anderson decir que el ataque ha sido una venganza por la desaparición del gangster Julio, al que él mismo ajustició hace unas semanas lo que le convierte en el principal responsable. La siguiente parada en la investigación es una vigilia en honor de Sam en la que nos arrojan una pista canina sobre la identidad del asesino, aunque el forense solo está interesado en la direccion de Leo Hernandez, el nuevo jefe de los Locos.

De vuelta en comisaría, las cosas se complican para Quinn, que acaba de descubrir la participación de su último ligue en anteriores recreaciones artísticas de Gellar a modo de preludio de los actuales acontecimientos. Toca interrogarla de nuevo y como Deb la teniente -y la exnovia- descubra el escarceo, está jodido.

Ya en casa, Dexter intenta sin éxito disimular su disgusto por el estado de Sam. Tiene que ser Harry el que le haga reconocer que el pastor era una especie de compañero de viaje con un camino muy diferente al suyo. Un hombre que ha sido capaz de ver la luz en el interior del asesino como nunca hizo su propio padre.


La siguiente escena ofrece un brillo de realismo entre los constantes avances de Dexter en solitario frente al cuerpo policial de Miami, ya que vemos a Anderson capturar a Leo antes que nuestro protagonista. Entre sus posesiones encuentran la grabación del garaje de Sam, en la que Dex observa que el perro no está ladrando, algo que solo Nick es capaz de lograr y que un casquillo encontrado en su casa confirma. Bingo.

Recuperamos a Travis sacándose sangre como el buen lunático que es mientras sigue mostrando compasión por su víctima y normalidad ante su hermana, que sabemos que existe por los chavales a los que da clase, ya que su constante alegría y apoyo parecen tan ficticios como la maldad pura de la que hace gala Gellar.


Y los peores temores de Quinn se confirman. Lejos de revelar ningún dato esclarecedor, la testigo se limita a poner en conocimiento de Deb su noche loca con "Joey", y ante la reprimenda de la teniente, este solo es capaz de contestar con chistes malos o argumentos baratos.

Convenientemente una vez Dex ha descubierto la identidad de tirador y el suspense ha desaparecido, Sam despierta y confirma la identidad de su atacante para inmediatamente después pedirle a Dexter misericordia para el descarriado, no por Nick, sino para que esa oscuridad que habita en su interior comience a desaparecer.


Finiquitando el episodio llegamos a la fiesta de Deb, donde la anfitriona aprovecha para hacer las paces con Batista y Jamie mientras disfruta de su nueva casa. Hasta que llega Quinn con más alcohol en el cuerpo que la sección de colonias de El Corte Ingles, pero eso sí, con una de las modelos de cualquiera de los carteles de perfume que allí podemos encontrar. La chica no tarda en irse convirtiendo a Jamie en el blanco para los piropos made in Hasselhoff del detective. Mala idea, sobre todo con Ángel cerca.

Y llega la hora de Sam. El pastor muere encomendándole a Dexter una de las tareas mas complicadas a las que jamás se ha enfrentado: ponerle freno al oscuro pasajero a pesar de los consejos inversos de Harry. Nada más salir del hospital coincide con Nick, al que invita a dar un paseo por la playa en la que se bautizó y que nos hace esperar un final para el personaje similar a su renacer.  Así es, desoyendo los consejos de Sam y con la carcajada histérica de quien se siente impune en los oídos, Dexter comete uno de sus pocos asesinatos libres de ritual. Al aire libre. A plena vista. Eso si, la aparición final de la proyección de su hermano de verdad, el asesino del camión de hielo, no se la esperaba nadie. Ahora entendemos la subtrama con la primera ayudante de Masuka, una simple excusa para refrescarnos al personaje.


Este nuevo fantasma viene a representar el lado mas salvaje del oscuro pasajero de nuestro protagonista, tan poderoso como para saltarse los últimos deseos de lo más parecido a un hermano que ha tenido Dex últimamente. Un recurso excelente que no habían aprovechado hasta ahora y que puede dar mucho juego junto a Harry, como si representaran los dos tipos de conciencias bajo las que es capaz de funcionar Dexter.

La trama de relleno del capitulo nos ha mostrado a Deb sufriendo aún mas en su nuevo puesto, con el que parece haberse creado un muro que separa a la teniente de sus antiguos compañeros, ahora subalternos. Por si fuera poco, la pequeña de los Morgan tiene a Laguerta acechando tras su nuca para recordarle las desventajas que lleva consigo el aumento de sueldo. Pero lo que de verdad está trastocando su mundo es lo complicado que le resulta ver ultimamente a su hermano, y que hagan hincapié en este distanciamiento me lleva a esperar que no falta mucho para que la hermana conozca el famoso secreto de Dexter, cosa que tendría que haber sucedido el año pasado.




6x07 - Nebraska - 13 de noviembre - Nota: 9



¿Cómo son las vacaciones de un asesino en serie? Según nos ha contado el propio Dexter Morgan, la mayoría acuden al abrigo del sol de Miami, el estado norteamericano con menor tasa de capturas de este tipo de criminales. Pero, ¿Y cuando el asesino ya vive allí? Entonces Nebraska puede ser un lugar tan bueno como cualquier otro.

El episodio comienza prácticamente donde lo dejamos la semana pasada. Han obviado enseñarnos una escena tan peliaguda como esa en la que Dex debe cargar con el cuerpo de Nick desde la playa a su coche, ya que nos los encontramos deshaciéndose del cadáver mientras "se pone al día" con Brian, al que desde el primer momento nos presentan como un ayudante muy real para Dexter viendo como es él y no su hermano (única persona real sobre el barco) el que tira la última bolsa al mar.
Un asesinato sorprendente le da la excusa a nuestro protagonista para tomarse "un día libre". Resulta que la familia Mitchell ha sido encontrada muerta bajo el modus operandi de Trinity, y solo Jonah ha sobrevivido al ataque. Dexter no duda en abusar de la confianza de Debra tomando la muerte de Sam como excusa para emprender un viaje de varios días hasta el corazón de Estados Unidos: Nebraska, actual hogar de residencia de los Mitchell.
Dex y Brian no tardan en planear el viaje, y comprobamos como la nueva presencia es una clara metáfora del lado más salvaje del oscuro pasajero del protagonista. También nos sirve para varias escenas cómicas en las que el humor negro se muestra arrollador, como esa en la que Brian afirma que es raro ver a Dexter con un crío. Ese tono está presente durante todo el capítulo, reforzado por el contrapunto entre lo realmente perturbadora que es la nueva alucinación de Dexter y esa música dicharachera que utilizan en la serie para reflejar los contrastes.
Dicho lado salvaje no implica solamente asesinatos improvisados, sino que es gracias a Brian que nuestro protagonista consigue ligar con una dependienta de muy buen ver para después robar su pistola. Aunque la verdadera catarsis se produce cuando se pone a disparar como un loco por la autopista a la vez que se desata por completo.
Tras el "hello, Dexter Morgan" de rigor, el encuentro entre Dexter y el joven asesino no podría estar más cargado de mentiras y engaños. En dicha escena, asistimos a una de esas conversaciones con las que Dex podría ganar fácilmente un Oscar. Jonah, sin embargo, parece que tiene prisa por contar su versión con todo detalle, como si estuviera preocupado por no resultar creíble. Nada más asegurar que vio a Trinity con sus propios ojos todo cobra sentido para nuestro asesino, aunque lo que ha estado realmente bien ha sido la forma en la que los guionistas han hilado el fallecimiento de Rita y su consiguiente repercusión en los medios con el silencio de los Mitchell ante el descubrimiento del nombre real de Kyle Butler.
De vuelta en comisaría, el interrogatorio a la rehén liberada por Travis sirve para que Debra confirme que se trata de dos asesinos. Es decir, que según la teoría predominante sobre Gellar, Travis pone voces al más puro estilo Norman Bates. Lo que también crece es el mosqueo de la teniente con su hermano por tomarse unas vacaciones mientras que su sentimiento de soledad se hace cada vez más profundo. Incluso Brian se permite alentar a Dexter para que pase aún más de ella.

En esta ocasión, el relleno por excelencia ha llegado de manos de un recepcionista al que le ha podido su propia curiosidad. Desde el momento en el que el tipo descubre los cuchillos de Dexter, el espectador ya sabe que no va a llegar vivo al final del episodio. Al fin y a cabo, se trata de un cabo suelto demasiado gordo incluso para un asesino en serie acostumbrado a quedar impune SIEMPRE. La escena del chantaje pistola en mano ha sido tan inevitable como finalmente sorprendente, ya que ha sido la mano de Brian la que ha guiado a nuestro protagonista en un juego visual que seguro volveremos a ver esta temporada con Travis y Gellar. Por no hablar del guiño diabólico "tridente" en mano.


Tras esta muerte, hemos visto como Brian intenta sacar lo peor de su hermano afirmando que este no despierta a sus víctimas ya atadas para que se enfrenten a sus pecados, sino que lo hace para ver como se apaga su luz interior. Lo que realmente logra Brian en esta escena es remarcar la faceta más psicopática de un protagonista al que todos hemos asumido bajo el rol de justiciero, pero que no deja de estar tan loco como todos esos serial killers que han calentado su mesa de operaciones.

Una vez tiene sus cuchillos de vuelta (robados por el recepcionista), Dex acude a casa de Jonah para se pillado infraganti. En ese momento asistimos a una doble confesión en la que el chaval admite que la muerte de su hermana fue un suicidio provocado por una madre aún enamorada de Trinity, y es cuando Dexter se pregunta qué haría si Jonah fuera su propio hijo. Abrumado por la situación decide no matar al joven. En cambio, le da un consejo que aprendió de Sam: "Perdónate", a la vez que entiende que no necesita para nada la presencia de Brian para saber por qué camino seguir, el de la luz, aunque no sepa cómo demonios se llega.


Lo que ha resultado un poco hilarante en este episodios han sido las visitas de Gellar a la casa de Travis, en las que los guionistas convierten al profesor en una especie de acosador acechante solo para mantener el juego de despiste con el personaje haciendo que no coincida con la hermana. El único momento del episodio en el que este antagonista ha tenido algo de protagonismo ha sido cuando Travis se ha enfrentado al profesor reclamando libertad, es decir, pidiendo exactamente lo mismo que ha hecho Dexter cuando finalmente ha dejado subir a Harry en el coche: elegir.

Pero a pesar de la emoción que destila la nota de la review, este redactor no puede negar el carácter de absoluto relleno del episodio. Es más. No hemos visto ni un solo avance en la trama del Doomsday Killer, pero, ¿Es esa la auténtica trama de la temporada? Quizás, lo más revelador del episodio ha sido la aceptación tardía por parte de Dex de consejo de Sam. El pequeño de los Mitchell sigue vivo a pesar de haber asesinado a su madre. Y todo se lo debe a un mecánico d coches al que nunca tendrá la oportunidad de conocer. Con este acto, nuestro protagonista nos demuestra que empieza a ver esa luz en su interior de la que hablaba el hermano Sam, y puede que solo sea cuestión de tiempo que termine por aceptarla. ¿Perdonando a Travis quizás?

6x08 - Sins of Omission - 20 de noviembre - Nota: 7,5


 
Llegamos al último tercio de la temporada con un episodio muy en la línea de lo que nos esta ofreciendo este sexto año. Un capítulo de avance lento pero seguro que casi se agradece tras el cambio de aires de la pasada semana, y que otorga además gran parte del protagonismo a la persona que hay tras el Doomsday Killer. ¿Has dicho persona? ¿En singular? ¿Otra vez con la teoria de marras? Sí, es más, a lo largo de esta review nos atrevemos a aventurar no solo el golpe de efecto de la temporada -sobre el que ya hemos discutido en anteriores análisis-, sino prácticamente la totalidad del hilo argumental que cerrara la sexta entrega con la posible metedura de pata que eso conlleva. Pero, al fin y al cabo, las reviews tambien están para teorizar, ¿Verdad? Vamos a ello.

Sin haber asumido del todo el nuevo camino que decidió recorrer en el instante en el que le perdonó la vida a Jonah Mitchell, Dexter nos deleita con uno de sus monólogos de apertura en el que filosofa sobre esa cuestión tomando al dócil Harrison como ejemplo. Un discurso en el que la metáfora está mucho menos trabajada que en anteriores episodios pero que nos sirve para mantener el trasfondo de la temporada en la línea del libre albedrio que reclaman tanto Dexter como Travis.


Mientras tanto, las visitas furtivas de Gellar a casa de su ex-ayudante se siguen produciendo con el mismo ridículo de la semana pasada, resultado de la necesidad de los guionistas por mantener el doble juego. De hecho, resulta casi mas sencillo realizar esta review tomando como cierta la hipótesis de que Gellar no existe, porque la lucha interna entre un Travis que grita libertad y un Gellar que se comporta como un Pepito Grillo bastardo es una metáfora demasiado clara del estado mental del joven (como luego existan los dos me tendré que comer mis palabras).

Recuperamos a Dex en el funeral de Sam, que ha esperado pacientemente los 5 días que nuestro protagonista ha estado de viaje para ser enterrado. En esta escena vemos como Dexter aún se muestra reticente a aceptar la influencia del pastor, y a la vez nos regalan otra de esas perlas visuales que mezclan la iconografía religiosa con la de la trama con el último regalo del difunto: su Biblia ensangrentada. "Todas las respuestas están en este libro", afirma el sacerdote sin saber cuanto sentido tendrán dentro de poco esas palabras para Dexter.


Ahora nos topamos con otro de esos momentos escásamente realistas que casi se nos pasan desapercibidos tras ver a Dexter salir impune durante todos estos años. Como si fuera tan sencillo colarse en la trastienda de un museo (con obras valiosas, antiguas y tal), nuestro protagonista se planta en un periquete junto a Travis, que ya se esta acostumbrando a ser el blanco de todos los asesinos acosadores de la ciudad. Aunque en un primer momento el chaval se resiste a cooperar en la captura de su ex-mentor (ejem), Dexter no tarda en encontrar la forma de persuadirle aprendiendo su mismo idioma gracias a la biblia de Sam, a la que en vez de como un libro de consejos, nuestro protagonista trata más bien como un diccionario cristiano-inglés/inglés-cristiano.

La única petición de Travis es que antes necesita asegurarse de que su hermana no corra peligro. Pero al ir a la guardería en la que trabaja atrae a Gellarprovocando la incorporación de la mayor de los Marshall a la obra del Doomsday Killer. ¿Está Travis tan perturbado como para asesinar brutalmente a su hermana? Esa es la pregunta que nos ha venido a todos a la cabeza. Para responderla, voy a hacer una pequeña incursión en el ambito laboral de los videntes prediciendo como terminará esta temporada: no nos cansamos de repetir que Gellar solamente está en la mente de Travis. Una teoría que ya está prácticamente asumida por todos los fans y que el propio showrunner de la serie ha rehusado comentar en varias entrevistas "para no romper la magia del personaje". La clave, como siempre, está en el impacto que dicho descubrimiento tendrá sobre nuestro protagonista. 


A pocos se les habrán escapado los paralelismos establecidos entre Dex y Travis, ambos con una hermana capaz de sacar lo mejor de ellos y a su vez con una severa esquizofrenia (de la que por lo menos Dex es consciente). Tomando como cierta la suposicion sobre Gellar, es el propio Travis el que ha terminado con la vida de su hermana, con lo que el día en el que Dex descubra la doble personalidad del restaurador va a verse inevitablemente reflejado en él hasta el punto de preguntarse si alguna vez podría llegar a convertirse en un peligro para Debra o Harrison sin ser consciente. Si sumamos ese dilema al camino de perdón que está recorriendo este año guiado por la palabra de Sam, lo que tenemos es el primer asesino de la temporada al que Dex entregará a las autoridades porque, ¿Cómo va a ser capaz de acabar con la vida de alguien tan enfermo como él mismo?

Recuperando el hilo argumental del episodio, nos reencontramos con Dexter siguiendo la última pista encontrada en la obra del asesino, nada más y nada menos que un nombre completo, concretamente el de un sacerdote que trabajó en la iglesia que ahora sirve de base de operaciones del Doomsday Killer. Pero lo que llega fácil, igual de fácil se va, ya que el anciano no se encuentra en plenas facultades mentales y no es capaz de aportar ninguna pista sobre el paradero de Gellar. En contra, nos encontramos con una escena bastante simpática en la que Dex hace gala de su habitual manía de quedar bien con todo el mundo al sentarse para ser confesado como reclama el cura. Por un segundo, nuestro protagonista se sincera consiente de que su confesor no podrá volverse en su contra y sale del hospital, en teoría, perdonado por dios. Menos mal que también lo hace con una nueva pista: la dirección de la antigua iglesia.


Ni corto ni perezoso, nuestro protagonista llega en un suspiro -catarsis que no va a ningún lado con Deb mediante- al lugar para encontrarse a Travis encadenado purgando por su traición. Mientras, Gellar observa la escena en su habitual halo fantasmagórico y logra huir antes de que Dexter consiga darle caza. ¿Nueva jugarreta de los guionistas? Eso parece. Por su parte, la alianza entre el ex-pupilo y su nuevo pastor queda forjada definitivamente. Ambos unen sus fuerzas para dar caza a Gellar, y que irónico resultaría que el peligro haya estado en todo momento frente a nuestro protagonista.

La subtrama que más ha flojeado en esta ocasion es la de Debra, cada día mas aislada en comisaría ante las emboscadas de Laguerta (ahora con un embrollo político con prostitutas asesinadas y encubrimientos a ¿Matthews?) y los desplantes de Dexter. Tras 6 años siendo la única constante en la vida del forense, no termina de resultar del todo creíble el pasotismo que está demostrando en esta temporada su hermano mayor. Supongo que se tratará de un arco argumental que conectará directamente con el final de temporada, ya sea porque Deb descubrira finalmente el otro empleo del protagonista o para reforzar el drama sobre el que teorizabamos en el anterior párrafo. Esperemos que sean ambas cosas, aunque con el anuncio oficial de la renovacion por dos años más que hemos conocido esta semana, quizás sea demasiado pronto para que no haya secretos entre los Morgan. Eso sí, entre Gellar y la audiencia ya casi no hay ninguno.


6x09 - Get Gellar - 27 de noviembre - Nota: -


...



6x10 - Ricochet Rabit- 4 de diciembre - Nota: -

La promo subtitulada:


Y un par de escenas también subtituladas: 




6x11 - Talk to the Hand - 11 de diciembre - Nota: -




6x12 - This is the Way the World Ends - 8 de enero - Nota: -


Vídeos vía Llegaron Para Quedarse.

Noticias relacionadas



blog comments powered by Disqus

27 COMENTARIOS:

Breaking Bad dijo...

Buena review y buena nota. Gran apunte el que tú también te fijases en lo de la fiesta, para mí fue un WTF de órdago.
Poco más se puede decir.

Saludos.

Julen Alonso dijo...

Bueno creo que has sido demasiado generoso con la nota pq a mi me pareció una mierda de capítulo.

Lo que has dicho, q poca sutilidad con lo de la religión;

Vale Dexter siempre se ha mostrado como un niño emocionalmente que ha ido evolucionando descubriendo como en la última temporada el amor de verdad. Pero una cosa es eso y otra es lo de la religión, no hay que ser un emocional reprimido para no haber entendido la religión. Precisamente alguién tan inteligente como Dex no dedicaría ni un segundo de su tiempo en supersticiones sobretodo viniendo de una monja de escuela.

Otra cosa es si hubiera tenido una experiencia cercana a la muerte y oye se podria haber preguntado si en la otra vida igual pagará todos sus asesinatos, pero así por así...

Luego lo de Baptista no tiene nombre, es bochornoso, de repente se sacan a una hermana!!!por cierto alguién se acuerda de que que Baptista tenia una hija???q fue de ella???

Laguerta más de los mismo, confirmando que es una trepa. Y después de todos los episodios de pasión cubana zas ala divorciados!

Menos mal que Adama de momento pone el puntito de a ver que sorpresa nos trae!

Laura Lazcano dijo...

Coincido en todo, a mi también me ha parecido un comienzo un poco torpe, se me ha hecho hasta largo el capítulo...aunque todavía es pronto para juzgar.

AnG-L dijo...

Quinn no le pide matrimonio a Deb...

Pablo de los Rios dijo...

Bueno va, pero ahí andaba el tío. Creo que todos lo hemos pillado AnG-L. No me hagas corregirlo jaja

Breaking Bad dijo...

Chicos, pues a mí no me ha parecido TAN malo como lo ponéis. Quizá no sea una premiere cojonuda, pero teniendo en cuenta los estrenos que estoy viendo y las nuevas premiere de temporada pésimos (TBBT creo que son los únicos que se salvan y a ver Walking Dead en breves) creo que se merece ese notable justito. Recordemos que la tercera fue una mierda y la cuarta una obra maestra, así que siempre nos pueden sorprender.

Pablo de los Rios dijo...

Community tampoco ha empezado mal Breaking, pero si, Como conocí y alguna más están para llorar.

Pablo dijo...

Malo no esta ahora dexter es mas parecido al de la segunda temporada me canso la tercera (muy predecible) y la cuarta fue regular a excepción de la muerte de Rita. La quinta no fue lo que esperaba pero termino bien por la actuación de la que hacia de Lumen. Esta quinta esta bastante bien para mi (a no ser que le den mucho espacio a Debra, Quin y Laguerta, alguno o todos deben morir en esta temporada ya son un lastre.)
El tema religioso muchos se molestaran pero ni modo, como todo tema que separa tendra su efecto en la audiencia (si Dexter se volviera religioso o creyente yo dejaría de verla)..

Anónimo dijo...

Dexter no se va a volver religioso, el es muy inteligente y lógico, pero si es muy probable que lo simule en un momento dado para llegar hasta los asesinos de la temporada que son algún tipo de fanáticos religiosos apocalípticos.

Breaking Bad dijo...

A pocos les debe de gustar Dexter o es que pasa algo raro, porque ves los comentarios de Breaking Bad y estos y... Como que el seguimiento de los televidentes no es el mismo. Sé que la serie a pesar de ser cojonuda no se puede comparar a Breaking Bad pero vamos, la serie se lo merece.

Julen Alonso dijo...

No se,,,a mi como gellar sea una puta fantasia no se como me lo voy a tragar. Además es imposible ahora mantener a travis como única némesis de dexter, es demasiado palurdo por muy bien aconsejado que esté.

En cuanto a sam, me está gustando como lo hace el actor y eso que en 16 calles no le aguanté. Sin embargo, sigo sin saber por donde va ir este personaje y como encajará.

Lo cierto es que la temporada ha pisado el acelerador y seguimos inquietos por saber si va a mejor o a peor, de momento mal no va.

Por cierto, grande lo de documentales troy mclure y laguerta puta babilonica, ya me reido para empezar bien la mañana!

Laura Lazcano dijo...

No he visto mucho sentido en eso de que se carguen a Sam ahora...¿ya está? yo esperaba por lo menos que Dexter se viese obligado a matarle tras descubrirle un lado oscurísimo, algo así como pasó con Miguel Prado en la 3ª temporada. ¿Aunque igual eso también hubiese sido muy previsible?
Y ahora parece que Gellar si existe, ¿no?

Pablo de los Rios dijo...

Laura, el capi de hoy creo que saca ese partido al personaje que echas de menos, aunque de forma diferente a Ramón.

piscis dijo...

Finalazo tacatá del sexto!!. Y por lo que se ve en la promo, en el siguiente se va a ver al pasajero, más oscuro que nunca.

Una temporada de la que no me esperaba nada me está sorprendiendo muy muy gratamente.

Julen Alonso dijo...

Os habeis dado cuenta, que como atrapa a travis con la cuerda de piano, es exactamente el primer plano de dexter en el capítulo piloto con el profesor de canto????homenaje a los comienzos o simple repetición?

Julen Alonso dijo...

Por cierto he leido spoiler gordo!!!!!

SPOILERRRRRRRRRRRR!!!aparecerá de nuevo un viejo amigo, el asesino del camión de hielo, puede tener su miga FIN SPOILERRRRRRRRRRR

Pablo de los Rios dijo...

la promo en sí del proximo es el SPOILER supremo. Acojonante lo que se viene

Laura Lazcano dijo...

Vale,ya he visto el sexto cap, sigue sin hacerme ninguna gracia que se hayan cargado al Mos Def, no lo entiendo, podían haber explotado su personaje muchísimo más. SPOILER: acojonante lo de que aparezca su hermano ahora...tendrán que manejarlo bien los guionistas para que eso encaje con la trama religiosa, o si no van a conseguir que lo de Gellar y su vasallo quede un poco secundario cuando se suponía que iba a ser trama principal.

Laura Lazcano dijo...

Y otra cosa, SPOILER PARA QUIEN NO HAYA VISTO EL SEXTO CAPÍTULO teniendo en cuenta lo meticuloso que es Dexter ¿por qué no sigue el código de Harry al matar a Nick en la playa? aunque estuviese dudando si perdonarle la vida o no, no es muy coherente que alguien que toda su vida ha seguido un ritual a la hora de asesinar a alguien, se deje llevar por los nervios y le mate en un espacio abierto como es una playa... FIN SPOILER

Julen Alonso dijo...

Visto el sexto, he de decir que ha sido un capitulazo, lo cierto es que esta sexta de momento nada tiene que ver la premiere con el resto de capitulos, ya que el primero fue horrible y de momento va in crescendo,

Laura dexter siempre ha seguido el ritual pq con buen psicopata es calculador. Sin embargo, dexter hace mucho que empatiza con las personas pr lo que la definicion de psicopata ya no es correcta y por ello su ritual y pautas pueden verse afectadas por sus sentimientos encontrados, que para eso dex siempre ha sido con un niño atrapado en el cuerpo de un adulto.

Julen Alonso dijo...

ah y no estoy de acuerdo con lo de moss deff, si no hubiera muerto no hubiera sido el desencadenante de este gran capitulo, además alargarlo como ramón o lumen sería demasiado repetitivo

Pablo de los Rios dijo...

Hay división de opiniones en Internet con el episodio Nebraska. A mí me ha encantado!

Oscar Vela Peris dijo...

Comentario sobre la review de Nebraska: A mi me ha gustado mucho este episódio, con Dexter y sus dos conciencias, la buena reflejada en su padre Harry, y la mala (aparecida en este y el cap anterior) reflejada en su hermano. Pienso que da mucho juego, y me gustaría que de vez en cuando saliera su hermano, además también creo en esa teoría que lanzaste con lo de los serial killers del juicio final, solo hay uno (evidentemente Travis) y Gellar es su oscuro pasajero (comparable con el Brian Mosser de Dex). A mi Travis me recuerda un poco a Dex, un chico joven con una doble vida, trabaja en el museo y asesino de noche, con una hermana que desconoce su lado oscuro, y con su correspondiente oscuro pasajero. Para terminar, lo que más me gusta de este episodio es que por fín han cerrado el cabo suelto de Trinity, y Kyle Butler, algo que no pudieron hacer los guionistas en la temporada anterior. Muy buenas Review, y muy buen blog... Saludos!

Anónimo dijo...

Por favor quiereo el review del ultimo capitulo a ver que pensais.

Julen Alonso dijo...

Ya está casi terminada, en cuanto podamos publicamos, te adelante que en lineas generales al igual que el resto de temporada, nos ha parecido un pedazo de mondongo

bari dijo...

!El capitulo 11 no esta nada mal! yo espero con ansia el 12, lo que es la temporada su contenido es bastante "borrio"

Anónimo dijo...

No entiendo porque en los capitulos les poneis unas notazas, que son sobre 100 , sino no entiendo el ultimo analisis general parece que todos los capitulos no han superado el 1.
Para mi criterio la serie ha estado a la altura tecnicamente, por lo demas nos olvidaremos de esta temporada rapidamente.

Publicar un comentario

Deja tu comentario, que somos pocos y cobardes...

 
Ir Arriba