Primero dijo en 2004 que tras Million Dollar Baby no volvería a protagonizar ninguno de sus films, pero 4 películas después podíamos verle dando vida al inmortal Walt Kowalski en Gran Torino, un personaje muy representativo de la filmografia de Eastwood a la vez que una despedida inmejorable ante las cámaras. Solo su amigo Robert Lorenz (y socio en la productora Malpaso, además de ayudante de dirección en Los Puentes de Madison) podría conseguir que la arruga más carismática de Hollywood volviera a asomar por las salas, ya que el tipo le ha ofrecido el protagonista en su salto a la dirección con Trouble With The Curve, la historia de un ojeador de beisbol que está perdiendo la vista, y que emprenderá un viaje a Atlanta con su hija para descubrir a un último gran talento del deporte. ¿Suficientemente oscarizable como para merecer el regreso? Esperamos la confirmación como agua de mayo.
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2 COMENTARIOS:
Eastwood es Dios.
Sólo diría que la despedida en Gran Torino es antológica, supone acabar en la cima. Por eso me da un poco de miedo que vuelva con una historia que no esté a la altura del genio.
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