Nota: 7,5
Solo una vez vistos los 8 episodios que componen la primera y única temporada de Crematorio podemos comprender el significado real de su título. Si, el entramado corrupto de Rubén comienza a desmoronarse cuando se descubre un pequeño fraude en el crematorio de la localidad, pero Rafael Chirbes se refería a otro tipo de cremación cuando tituló la novela que ha dado pie a esta magnífica serie. Lo que realmente termina reducido a cenizas al final de esta historia es la integridad moral de un hombre que tiene que pagar por la sangre mezclada con cemento con la que ha levantado su multimillonario imperio.
Solo una vez vistos los 8 episodios que componen la primera y única temporada de Crematorio podemos comprender el significado real de su título. Si, el entramado corrupto de Rubén comienza a desmoronarse cuando se descubre un pequeño fraude en el crematorio de la localidad, pero Rafael Chirbes se refería a otro tipo de cremación cuando tituló la novela que ha dado pie a esta magnífica serie. Lo que realmente termina reducido a cenizas al final de esta historia es la integridad moral de un hombre que tiene que pagar por la sangre mezclada con cemento con la que ha levantado su multimillonario imperio.
Aún así, a pesar de la infinidad de matices y lecturas que se pueden extraer de su argumento –y por lo que solamente ya merecería vuestra atención en detrimento del resto de series españolas- y de sus más que trabajados aspectos técnicos e interpretativos, se ha echado en falta un ritmo más trepidante y algo de contundencia en el último acto. Pequeños fallos propios de la inexperiencia de una televisión joven (la nuestra) y que impiden que Crematorio pase a la historia con toda la gloria a la que estaba destinada.
El análisis completo de la temporada tras el salto. Y si aún estáis indecisos respecto a si verla o no, aquí tenéis la review del piloto.
La de Rubén Bertomeu es una de las mayores historias que nos ha contado la televisión española. No vamos a reiterar aquí las razones por las que consideramos a Crematorio el salto cualitativo más importante de los últimos años en la ficción nacional (para eso os vuelvo a remitir al análisis del piloto), pero ahora que todo ha terminado, si que debemos bajar un grado o dos nuestro entusiasmo inicial.
No me entendáis mal, considero a cada uno de los 8 capítulos como una pequeña joya de gran brillo, pero lo que no me termina de convencer es el collar entero. Me explico. Tras un piloto más que excelente y un segundo episodio aún mejor, la historia de Rubén Bertomeu (un inmaculado José Sancho) nos cautivó hasta un punto entre la fascinación y el rechazo convirtiéndose en una de nuestras drogas semanales preferidas. Pero poco a poco fueron bajando la intensidad de las dosis. El argumento de Crematorio se estanca de forma más que evidente en el quinto episodio y no sale de ese dique seco hasta el final. No es que los capítulos de la segunda mitad sean malos, pero si que dejan cierta sensación de vacío.
Lo cierto es que tampoco lo tenían fácil para extraer un desarrollo argumental adecuado de esa recopilación de pensamientos de Rubén que es la novela, pero la decepción ha llegado tras hacernos creer en las entregas iniciales que eran capaces de lograrlo. Collado (Pep Tosar) pronto pasa a ser el tocapelotas nervioso del hospital y no pasa de ahí, al igual que Silvia (la siempre perfecta Alicia Borrachero), eterna hija inconformista, o la abuela, nieta e incluso el siempre fiel Torralba (Manuel Morón). Todos llegan pronto a un punto en el que no avanzan un ápice y simplemente son testigos de lo que acontece a su alrededor, que en realidad es lo que sucede en torno a Rubén.
Sólamente con el personaje de Mónica (Juana Acosta) podemos decir que la cosa cambia. Su evolución es la mas palpable –casi la única- de toda la serie. De presunta viuda negra en prácticas a devota esposa. Pero el asunto tiene trampa, ya que también es el personaje que más minutos gana a cada entrega. Otros personajes que merecen mención son el abogado Emilio (espléndido Pau Durá) y el mafioso Traian (Vlad Ivanov). Aunque ambos adolecen de la estaticidad que ya hemos comentado, el primero se revela como el personaje más coherente y realista de la toda la función en su última maniobra, mientras que el ruso pasa a ser una de las grandes sorpresas/decepciones de la serie tras irrumpir con una fuerza tremenda e ir apagándose. No olvidéis que Traian fue el encargado junto a Rubén de darnos la bienvenida en la primera escena de la serie, y no tardamos en conocer su temperamento incluso en uno de los -cada vez menos- logrados flashbacks de la serie. Pero al final sus apariciones quedaron reducidas a pequeñas notas informativas sobre sus reacciones al respecto de lo que le ocurre a Rubén.
Sólamente con el personaje de Mónica (Juana Acosta) podemos decir que la cosa cambia. Su evolución es la mas palpable –casi la única- de toda la serie. De presunta viuda negra en prácticas a devota esposa. Pero el asunto tiene trampa, ya que también es el personaje que más minutos gana a cada entrega. Otros personajes que merecen mención son el abogado Emilio (espléndido Pau Durá) y el mafioso Traian (Vlad Ivanov). Aunque ambos adolecen de la estaticidad que ya hemos comentado, el primero se revela como el personaje más coherente y realista de la toda la función en su última maniobra, mientras que el ruso pasa a ser una de las grandes sorpresas/decepciones de la serie tras irrumpir con una fuerza tremenda e ir apagándose. No olvidéis que Traian fue el encargado junto a Rubén de darnos la bienvenida en la primera escena de la serie, y no tardamos en conocer su temperamento incluso en uno de los -cada vez menos- logrados flashbacks de la serie. Pero al final sus apariciones quedaron reducidas a pequeñas notas informativas sobre sus reacciones al respecto de lo que le ocurre a Rubén.
Por tanto, la parte negativa de Crematorio está más allá de ningún aspecto concreto o apreciable a primera vista. Su principal problema ha residido en una mala dosificación de la novela al intentar crear un comienzo de serie potente, y que al final ha dejado algo cojo al resto. Pero donde no se le puede poner casi ningún reparo es en el aspecto técnico. Y digo "casi" ya que hasta al mejor bólido de nuestra competición se le pueden sacar pegas, como algo de tacañería estilística dentro de un conjunto sobervio. Veamos algunos ejemplos: en nuestro país no estamos acostumbrados a realizar escenas previas a los créditos, que suelen retratar una acción o conversación lo suficientemente contundente como para situarnos en el acto en el universo de la serie. En Crematorio se aprecia el intento pero no son capaces de lograr dicha contundencia en todos los inicios dejando alguno un poco descafeinado, a lo que la anticlimática canción de Loquillo durante la cabecera no ayuda demasiado. Algo parecido sucede en los finales de capítulo, donde apuestan por planos poéticos al hilo, por ejemplo, de Breaking Bad. Aunque en este caso si que muestran más acierto como en ese de Mónica meciéndose en la piscina sin imaginar la tormenta que está por venir.
Tras las excelentes críticas que ha recibido la serie muchos preguntabais precipitadamente si íbamos a poder disfrutar de una segunda temporada. Y os estaría mintiendo si os digo que pensaba que iban a ser capaces de asesinar a Rubén. Quizás si el patriarca le hubiera pasado el testigo a su hija. Quizás si hubiera terminado por perder la paciencia con Collado. Quizás si hubiera contestado a esa llamada de teléfono...solo quizás podríamos ver la luz al final del túnel. Pero no amigos, el Crematorio ha cerrado sus puertas definitivamente dejando tras de sí a un creciente grupo de seguidores expectantes ante la próxima serie de Canal +.
7 COMENTARIOS:
Estoy de acuerdo con el análisis, si la mayor parte de las veces nos quejamos de que sería mejor acortar las series para acabarlas dignamente, éste es el caso contrario: creo que si la hubiesen alargado a una o dos temporadas más, podrían haber salvado la falta de profundidad en algunos personajes. Hay bastante contraste entre el principio de la serie – que te van introduciendo a los personajes y los hechos poco a poco – y ya se nota desde el tercer o cuarto capítulo que a los guionistas les entra la prisa y estropean un poco el clímax al que podían haber llegado si hubiesen continuado el ritmo del principio.
Yo también estoy de acuerdo con la crítica. Creo que la serie ha ido avanzando demasiado rápido a partir de donde mencionas, Pablo. También creo que había personajes, como es el ejemplo de Collado y su poética del perdedor, que tenían mucho más que ofrecer al principio que al final. Pasa lo mismo con Traian y con los rusos.
Lo que yo veo como uno de los fallos más gordos de la serie es no haber alargado el final y haberlo hecho más pausado, más grandioso o poético. Mientras escribo esto tengo en mente como muere Vito Corleone en su huerta, y me hubiese gustado un final en la misma linea - que no igual.
Pero la verdad es que dejando de lado los aspectos más técnicos y tomando un poco de perspectiva sobre el contexto que retrata 'Crematorio', el mensaje se revela muy significativo. Para empezar creo que la serie ha acertado no representando la crisis económica directamente sino disfrazándola como crisis de valores. La convivencia entre política y corrupción, el berlusconismo a la chica que impera en ciertas áreas geográficas del estado evidencian un modelo que sin necesidad de problemas estructurales está condicionado al desastre.
Y sin embargo, la frase del político a Bertomeu: 'Ahora en elecciones no. Pero no te preocupes, la gente olvida pronto' (aproximadamente). Pues eso, que según las últimas encuestas del CIS Camps sube en votos en la Comunitat Valenciana.
Gran analisis,completamente de acuerdo
Sin duda la mejor serie española jamas hecha, con un guión que aunque decae siempre se muestra inteligente,
Lo peor como decis es que decaia ciertas tramas como la de los rusos, trayan para mi ha sido el personaje revelacion y sus apariciones han sido de lo mejorcito,
En cambio alicia borrachero decepciona y es que como actriz nunca me ha gustado porque para todos los papeles solo sabe poner permanentemnete cara de perro. Eso si el final sentandose en el trono me ha gustado mucho
Un comentario merece la nieta del arquitecto, la cual me encanto su interpretacion cuando la secuestran, me parecio genial, totalmente realista sin llegar a la sobreactuación
En cuanto a la intro, al final acabas pillandole el gusto a loquillo, pero es que los primiros compases son totalmente anticlimaticos.
Esperemos que siga así canal +
Uno de los rusos a Collado: '¿Qué hases ahi sentado como un Marrica?
EPIC.
Sin duda la mejor serie española de todos los tiempos. Pero ya está bien de intentar sacar defectos donde no los hay...desde luego, a algunos parece que les fastidia que un producto español sea tan bueno...Pues no señor, nada de acuerdo con el análisis, y muy bien que han hecho en hacer una sola temporada porque así no pasa como en Cuentame que se eterniza todo. Esto sí que es criticar por criticar...
sobre todo en el análisis del piloto ya deje claro que nos encontramos ante la mejor serie epsañola en infinidad de aspectos. Pero anónimo, no me digas que la critico con dureza cuando tiene un 7,5 global, y ahora mismo no se me ocurre ninguna serie española en parrilla exceptuando Cuentame y Toledo que llegue al 5.
Y lo de la segunda temporada no es una crítica ya que he leido el libro. simplemente es un lamento por no ver mas de este buen hacer en pantalla.
Vamos, que me parece que en tu tono si que criticas un poco por criticar al no ver un 9 simbólico de nota.
Pues estoy de acuerdo con la crítica en casi todo (a mi me gusta la sintonía de Loquillo) pero creo que en este caso toca enfatizar sobre todo lo esencial: estamos ante la mejor serie española, quizás, de todos los tiempos.
Y sí, yo también noté algunas prisas en el guión, sobre todo en el último episodio.
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